Juegos peligrosos.

Capítulo 18.

-¿Decís que trataras de ser su amiga? Alice tiene su boca abierta.

-Si, quedamos en hacer que el ambiente sea mejor en los siguientes días juntos.

-Si se besaron de nuevo, no pretendas que serán mejores amigos en cuatro días. -A ti ya te gusta y creo que tú a él.

-Vuelves con el tema, ya te he dicho que a cualquier mujer le puede gustar. -Tu te babeas al verle.

-Si, es guapo y sexy pero no me acuesto pensando en él. -Ni que está en la habitación de al lado semi desnudo.

-¡No pienso en eso! -¿Por qué mejor no te vas a tu clase?

-De acuerdo, ya me voy. -Pero yo en tu lugar no pensaría en ser su amiga. -Estaría pensando en como besarlo otra vez y meterme en su cama.

-Eres una ramera. -¡Largo! Rompemos a reír y se va a su clase, mientras yo estoy en el cafetín leyendo unos apuntes de la clase pasada.

Que ideas tan absurdas se le ocurren, como yo voy a idear un plan para besarlo, esa no soy yo y no quiero hacerlo. O Tal vez si él empieza, «no estúpida, te invito a su círculo de amigos, no de ligues»

Cierro la libreta, ya no me puedo concentrar. Miro mi móvil y es hora de ir al salón, camino por el pasillo que está desolado parece que todos ya han entrado. Un mensaje de texto nuevo ilumina la pantalla.

¿A qué hora termina tu clase?

-Señorita Maxwell. Una voz me sorprende y volteo.

-Profesora Richie.

-Hace unos minutos les informe a sus compañeros que el profesor Ricardo no asistirá por un problema de salud.

-Oh espero pronto vuelva, gracias. -Que tenga buena tarde profesora. Me despido de la mujer a la que no todos aprecian, tiene su carácter y para mi opinión personal una de las mejores enseñando contabilidad. Algunos dicen que parece a Tronchatoro pero no lo veo así, son realmente infames.

Vuelvo a la pantalla del celular y tecleo.

El profesor no asistirá, esperaré a Alice para que me lleve al apartamento, ya que tengo un auto pero no lo uso.

Me siento en el césped, muy cerca del cafetín, desde este lugar puedo ver quien va y viene, aunque no es que me importe mucho porque empezaré a leer un libro que pedí prestado a una compañera "Once minutos", solo tengo que esperar dos horas a que mi amiga termine su clase.

-¿Quién es ese hombre? -¿Será nuevo?

-Viene para acá chicas.

Unas voces femeninas que se escuchan asombradas me hacen levantar la vista en su dirección, están mirando hacia el frente, las imito y observo a un hombre blanco, alto, con cuerpo de atleta viene caminando y parece haberme visto porque su rumbo es hacia mi. Paso saliva y no puedo ver a otro lado, es ridículo como se ve, tiene puesto unos jeans, camiseta roja y su cabello hacia atrás con una mirada tan... Joder esta llegando a mi.

-Hola pequeña.

-¿Qué haces aquí? Cierro el libro.

-Dijiste que no tenéis coche y tengo uno aparcado al frente. Me quedo callada. -¿Qué no te alegra verme? Se agacha y se sienta.

-No te hagas el listo que no me voy a lanzar a tus brazos con esos aires de chico malo.

-Estoy grandesito para jugar eso. -No soy el chico popular que enamora a la buena como esa historia que leías la otra noche. -Ni soy malo, ni tu eres buena.