-Se ve hermosa señorita. Unos ojos cafés me ven complacidos.
-Excelente trabajo Isabel. -Ya puedes verte Ali. Mi mejor amiga entrelaza sus dedos y lleva las manos a la mandíbula.
Me veo en el espejo y sonrió de inmediato.
-Gracias me encanta todo. Agradezco a la mujer que me a dejado como una de esas modelos de revista. El maquillaje, el cabello con unas hondas, impecable y mi vestido. «Le gustara»
-Maxy quedara embobado. Interrumpe mis pensamientos.
-Alice. Le regaño.
-Estoy de acuerdo señorita.
Niego con la cabeza. El timbre suena e Isabel sale abrir mientras me quedo parada en el medio de mi habitación, ya es hora.
-Vamos, estáis divina.
-No se si hice bien en aceptar. Digo casi arrepentida.
-Tonterías. Me sujeta del brazo y me saca de allí.
Parpadeo dos veces seguidas, para asimilar tanta masculinidad.
-Lista. Digo lo primero que se me ocurre ya que esta ahí parado sin decir nada.
-Gracias Isa, Fernando ya viene por ti. -Buenas noches Alice. Se despide de ambas y voy hasta afuera.
Siento como el frío abraza mi espalda descubierta mientras el hombre de smoking negro abre la puerta de la camioneta para mi.
-Señor Paul. Asiento con la cabeza en forma de saludo.
-Buenas noches señorita. Me sonríe amable. No volvió hacer tan serio como el primer día.
Maximiliano esta demás de atractivo su cabello, rostro, traje, todo él. Me gustaría decirle que lo está pero no creo que sea el lugar correcto y más que no me a dicho nada, quizá no le gusta el vestido... Joder ya para Alison deben ser los nervios, las manos ya empiezan a estar sudorosas.
-Todo estará bien. Hago de mi mano un puño para retener las sensaciones provocadas por su cercanía.
-Eso espero. Digo casi en un susurro.
Definitivamente es una mansión, observo que hay unos cuatro coches igual de lujosos que en el que nos encontramos delante de nosotros y esperamos unos minutos. Hombres de traje reciben a los invitados; abren la puerta del lado de Maximiliano y voy detrás, me da la mano para ayudarme a bajar sin tropezar y salgo ilesa de eso. No se a donde mirar, todo tan iluminado y brillante en el salón.
-Que hermoso lugar todo está acorde, cada detalle y el jardín que se puede observar desde aquí, es perfecto.
-Que buen gusto tiene. Una voz femenina me deja de piedra y caigo en cuenta que estaba hablando en voz alta. Doy vuelta para ver de quien se trata.
Una rubia de cabello corto, ojos verdes saluda al guapo chico besandole ambas mejillas.
-Madre te presento a Alison, ella es de quien te hable que vendría conmigo.
¿Madre? La mujer de vestido color champagne sonríe y se acerca.
-Esmeralda, un placer.
-Un gusto conocerla señora Esmeralda, soy Alison. Estrechamos las manos.
-Solo Esmeralda, estaría mejor.
Unas personas igual de elegantes que ella entran al salón.
-Bienvenidos, que bueno conocer a la chica de mi hijo. -Tu y yo hablamos luego cariño. -Que disfrutéis la noche. Dice esta vez para ambos y se marcha a recibir a los invitados.

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Juegos peligrosos.
RomanceEl deseo tiene nombre y ese es Maximiliano Franco, mientras que la tentación posee unos preciosos ojos marrones Alison Maxwell. Sensación pura y sentimientos explosivos, una combinación de juegos peligrosos. El lo tiene todo, no busca mas que vivir...