Juegos peligrosos.

Capítulo 15.

El celular está en la mesa de noche y ahora la luz que ilumina la habitación es la de la mañana, no recuerdo haber despertado en la madrugada y dejar mi celular ahí, voy a darme una ducha.

Ya lista para salir en busca de algo para alimentarme suena el teléfono, es un mensaje.

"Hola linda ¿Como estáis?"

Es Alex no lo he visto desde la noche que fue a buscarme y me vio con Maxy, quizá ya entro en razón y quiera verme, me muerdo el labio de pensar que vaya a casa y tenga que decirle que me estoy quedando con un chico. Decido no responder por ahora y así ir caminando en puntas a la cocina.

Cuando se está en un hogar desconocido y despiertas primero, se siente como si fueras intruso pero ya que no hay señal de vida de mi compañero y hay una caja de un cereal de chocolate, ni lo pienso dos veces.

-Buenos días. -Parece que alguien despertó con apetito.

De haber tenido cereal en mi boca hubiese botado todo de una vez al verle.

-Buen día. Empiezo a comer y solo ver lo que está en mi plato.

-Espero no hacerte sentir incómoda. -Pero acostumbro a estar en calzoncillos por las mañanas.

Encojo los hombros. El hombre de boxer azul se sienta en el taburete de al frente.

-¿Habéis dormido bien?

-Si. -¿Y tú?

-También.-Llegue de madrugada, te encontré dormida con la luz encendida y tú teléfono en mano.

-Me gusta leer antes de dormir. -Igual no tenías porque entrar.

-Lo siento, la luz estaba encendida, creí que no podías dormir.

Término el desayuno.

-Voy al restaurante y tu irás conmigo.

-¿Tengo que ir?

-Por supuesto. -Ayer deje que te quedarás pero ya no será así.

Sin más que hablar me arreglo para salir, opto por un vestido estampado sencillo hasta las rodillas y sandalias bajas, con una chaqueta y maquillo un poco mi rostro.

Un nuevo mensaje de Alex está en mi buzón.

¿Podemos almorzar más tarde?

No quiero decirle la verdad, sin embargo tampoco voy a mentirle. Lo mejor es no responder, cuando salga de esto lo buscaré y lo invitaré a salir.
Ya lista me encuentro con Maxy en el recibidor.

-¿Queréis alegrar la mañana a los conductores?

-¿De qué hablas?

-Iremos en la harley. -El viento hará que se te vean las bragas.

-Podemos ir en tu Jeep. - Si no, pues que me miren, no tengo nada que no hayan visto antes.

Frunce el ceño y se dirige hasta donde están las demás llaves y las cambia, lo sigo y subimos al ascensor. Siempre me resultan incómodo los ascensores, pienso que puedo asfixiarme si tardo más de cinco minutos.

**

-¡Hey Maxy!

-Edwuar. -Esta es la chica que te dije.

Me presenta después de saludar al hombre de estatura baja y sonrisa contagiosa.

-Hola, soy Alison. Estrechamos las manos.