Carlos

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Michi

-Pedoname...-Susurro en mi oido, aún permanecía abrazada a Lu.

Negué con la cabeza, sonriendo de lado. Me separe un poco-: Vayamos dentro...

Me sente en la cama, Lu a mi lado, Sara y Marco frente a mi sobre el escritorio.

Saque en silencio el libro, con mucho cuidado, se veía fragil, tenía miedo de que al sacarlo se dañara o desapareciera, se lo tendi a Sara.

-¿Esto es de...?-asenti despacio. Ella lo tomo con cuidado, y lo examino.

En algunas de las ocasiones en las que Sara se quedaba a dormir en mi casa, Enrique nos leia el mismo libro a las dos. Siempre fue su libro favorito.

Cuando huyó, busque por todos lados aquel libro, pero no estaba, y eso era lo único que podría haberme quedado de él. La fotografía que tenia en mi dije era algo que yo tenía desde, aquel día en que Sara decidió que ya no le gustaba Enrique...

-Debemos hablar...-Sara me miró sería.

-¿De que... Hablas?-los mire, Lu me entrego mi dije- ¿Q-que...?-el dije se lo había dado a Sara, la mire a los ojos sin entender nada.

-Encontramos a... Tu hermano-Marco hablo- Tranquila, no diré nada.-Solo los mire-. Estuvimos-miro a Lu- Investigando, y dimos con él, bueno ... Todo indica de quién se trata de él.

-¿D-dónde esta?-susurré.

-Te encontraste con él...

-¿Qué?

-El comandante Carlos...-Lu me miró a los ojos.

-Yo... No me encontré con él-de repente me sentía enojada. Y si ... ¿Él simplemente se había negado a verme? Al saber quién era ...

-¿Estas bien?-Sara me miro preocupada y se acerco lentamente hacia mi.

-Si...

-Chicos... Nos pueden dejar solas, por favor-no podía engañarla a ella.

Marco tuvo que sacar casi a jalones a Lu de la habitación.

-Habla-Sara se sentó junto a mi en la cama.

-Quizá ... Enrique no quiere que lo busque, no quiere que lo encuentre. Supongo que por eso no me dijo que se iria-sonrei de lado.

-No seas tonta... Él te quiere un montón, lo sabes. Quizá el solo estaba ocupado, y si se fue así fue para que no le fuera difícil despedirse...

-Pues que egoísta de su parte-suspire.

-Michi, escuchame. Yo se que él te quiere mucho, y lo que menos quiere es hacerte daño. Y se que lo veras, y podrá explicarte... Todo...-dijo en un susurro.

Marco

-Lu, deja de dar vueltas ¡me pones nervioso! -me miro, no quería salir de la habitación, pero tuve que arrastrarlo fuera.

-No puedo estar tranquilo...-sin decirle más lo tome del brazo y nos dirigimos a al patio-. Hey, ¿a dónde vamos? Marco... No...

-Calla-lo solté- Vamos, sientate...-me senté en el suelo, en forma de indio, mientras los miraba fijamente.

-Bien...-suspiro sentándose frente a mí.

Lu

Después de un rato, estaba por ir a buscar a Michi, cuando las vi venir hacia nosotros, se veía más tranquila...

-¿Me acompañas?-se paro a un lado de mi. Asentí con la cabeza.

-¿A dónde vamos?

-Solo sigueme...-caminamos hasta la biblioteca.

Llegamos a la estantería del final, al fondo. Puso un pequeño libro en un espacio vacío, no me había dado cuenta del libro, era el libro de su hermano.

-¿Lu?

-Dime...

-¿De verdad me amas?-me miro a los ojos.

Frunci un poco el ceño, su pregunta me había tomado por sorpresa. ¿Qué si de verdad la amaba? ¡Claro¡ siempre lo había hecho, desde el día en que llegamos a su escuela, desde ese momento supe que ella era la chica que quería para mi, quizá sonaba egoísta, pero quería que ella también me amara.

-¿Tú me amas?-abrió de par en par los ojos, mi corazón palpitaba demasiado rápido.

-Yo pregunte primero-susurro.

-De verdad, siempre sera así.

-Lu...-pequeñas lágrimas rodaban por su mejilla-. Te amo-acorto la distancia que nos separaba para besarme, y gustoso respondí al beso.

Sara

-Marco... ¿y esto?-le mostré los pantalones negros cortos, eran unos pantalones cortos, de color negro deslavado y algunos hilos por todos lados.

-Oh, eso ... Son mis pantalones-se encogió de hombros.

-Pero prometiste tirarlos-hice puchero.

Esos pantalones los utilizaba para entrenar, según él eran cómodos, pero yo los odiaba.

-Bueno... Pero antes, deberías revisar los bolsillos.-Y eso hice, en el bolsillo izquierdo había una pequeña cajita.

-Esto es...-era una cajita pequeña.

Cuando lo mire ya estaba frente a mi de rodilla.

-Sara, por favor se mi esposa-saco otra cajita de su bolsillo, dentro venia un anillo.

-Marco... ¡Si!-estaba muy emocionada, todo mi cuerpo expresaba toda mi emoción. Esto era maravilloso. ¡Seria la esposa de Marco¡

Bueno aquí les dejo un pequeño capitulo, espero les guste. Saludos, gracias por leer.

☆ ~('▽^人) Nos leemos en el próximo

HALCYONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora