Sara
Estaba completamente aburrida, Marco tenia una reunión con su padre, y Michi, bueno ella estaba con Sam. Desde que esa chica había llegado estaban todo el día juntas, planeando estrategias, hablando sobre cosas de planos e infiltrados, y en ocasiones sobre trivialidades.
Parecía que el realidad de llevaban muy bien, apenas iban dos semanas y Michi me había desplazado por completo. Cuando trataba de quedar con ella, esa chica Sam aparecía y se la llevaba.
Por las noches volvía muy cansada a su habitación, y prefería no molestarla.
Extrañaba a mi mejor amiga, no tenia a nadie, me estaba quedando sola. Los demás en el refugio también tenían tareas, por eso no podía charlar mucho con ellos.
Durante una cena, charle con Casandra, una de las cocineras, me contó sobre su hijo, que era consejero del presidente, y que estaba por casarse con Malene, una joven del refugio de Diner.
Suspire, en este momento extrañaba la Colonia, quería salir al cine, ir al centro comercial. No es como si fuese que aquí no hubiera nada de eso, había centros de ropa, pero muy pequeños, y las peliculas solo podíamos verlas en la sala de cine, también eran las peliculas de estreno, y otras que solo se veían en los Refugios.
-¿Sara?-di un salto en la cama.
-¡Michi!-le di un fuerte abrazo-. Pensé que ya te habías olvidado de mi...
-No-soltó un risita.
Nos recostamos en la cama-: Ya estaba por salir a buscarte.
-¿Tan aburrida estas?
-Solo un poco, desde hace una semana Marco tiene que ir a demasiadas reuniones, y tú estas con esa chica...
-Sam-enarque una ceja- ese es su nombre.
-Vaya... ¿Como vas con eso?
-Pues... bien, ya se su nombre, se su helado favorito, además conoce a Quick, le gusta leer, lo que aún no se que tan bien es trabajando. El presidente aún no nos ha dado algún trabajo especifico, solo hemos revisado documentos y tácticas anteriores. Estoy harta de leer tanto-suspiro.
-¿Ya estas libre?-asintió con la cabeza.
-Un momento, aún tengo cosas que hacer-me abrazo, reí.
Sam
-¿Señorita Clith?-un joven se asomo por la puerta. Me encontraba sentada en el escritorio, escribía una carta para mis padres, desde que había llegado estaba tan concentrada en los documentos y en Michi...
-¿Sí?-no levante la vista del papel, y continué escribiendo.
-El presidente requiere de su presencia.
-Iré en un momento.- Después de que se fuera, termine la carta, la guarde en un sobre y salí hacía la sala de reuniones.
Llegue de nuevo a mi habitación, me alegraba que hubiesemos terminado el trabajo a tiempo. Todo estaba en orden.
Me tumbé en la cama, aún eran las 8 de la noche, y no tenía nada de sueño. En casa solía dormir hasta tarde. En el refugio en el que vivía, siempre había fiestas, también había más jóvenes.
No podía salir al jardín, esta noche era un poco fresca. La cocina ya había cerrado hacía una hora, la sala de cine no presentaría nada hasta dentro de dos días. Y bagar por los pasillos no era una opción, aún no me acostumbraba a este lugar, no quería perderme.
Una imagen vino a mi mente, Michi. Desde aquella noche dónde comenzamos a conocernos mejor, no podía sacarla de mi cabeza, siempre pensaba en ella; sus ojos, su cabello, su voz, sus labios... Y era más persistente en mis noches de insomnio.
Pero esto no podía ser, ella acababa de perder a alguien, y yo, bueno, estaba cerrando un ciclo.
Suspire, y salí al pasillo. No sabía si sentía algo más por ella, pero esta noche, iría a verla.
-¿Aún estas despierta?-toque ligeramente su puerta-. ¿Michi?-entreabrí un poco la puerta, la habitación estaba vacía.
Cerré la puerta con pesadez, ahora no sabía a dónde ir. Comencé a caminar por el pasillo, creó que iría a molestar a mi primo.
Estaba a punto de llegar a su habitación, pero una figura por el pasillo llamo mi atención. Era un sujeto, sabía que era un hombre por los músculos de los brazos. Llevaba toda la ropa negra, al igual que una gorra, la sombra de la visera, cubría su cara.
-Hey...-el hombre se paro, dí un paso y hecho a correr. Sin pensarlo dos veces, salí disparada tras él.
Corrió por el pasillo, bajo las escaleras, era muy veloz. Tuve que exigirle más a mis piernas.
-¡Alto! Para...-jadee.
Estábamos por llegar a la planta baja, ahí estarían los guardias. Ellos lo detendrían.
Aceleré más el paso, pero al llegar al descansillo tropecé y eso le dio una gran ventaja...
-¿Estas bien?-esa voz. Levante la vista, Michi estaba frente a mi tendiéndome una mano.
-Eh...-ya luego buscaría a ese tipo-. Si-tome su mano, y me puse en pie.
-¿Qué haces aquí?-dijimos las dos al mismo tiempo, nos reímos.
-Vine a buscar a Marco-enarque una ceja-. Necesito su ayuda.
-Yo también iba a buscarlo. Podemos ir primero por un poco de helado y después lo buscamos ¿te parece?
-Esta bien-sonrió.
Sara
Eran ya casi media noche y no podía conciliar el sueño, Michi se había ido pronto, y yo sabía la razón. Mañana era mi cumpleaños, y aunque tratara de ocultarlo de la mejor manera, sabía que estaba preparandome una fiesta sorpresa.
Decidí ir con Marco, me puse solo una sudadera sobre la pijama. Camine en silencio por los pasillos.
Al llegar casi a la habitación de Marco, me paré en seco. Había dos figura frente a la puerta, eran dos chicas, una muy cerca de la otra, cuando de pronto la beso. Una de ellas era Michi...
¡Hola! Aquí les traigo nuevo capitulo, espero y les guste. Gracias por leer...
PD: Espero no me maten.

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HALCYON
Avventura-¡¡No, aléjate!!-mi voz sonaba extraña, rota, diablos estaba llorando- ¡Aléjate! -Por favor déjame explicarte...- trato de tocarme, acercando lentamente su mano, pero la aleje con un manotazo - P-perdóname... -¡No! ¡Me mentiste, y en mi propia cara...