Día uno

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Sara

Después de la cena fui directo a la habitación de Michi, no había salido desde el funeral de Lu, estaba realmente mal. Aún no entendía como es que había pasado todo esto, pero al parecer Marco era el culpable, y yo me negaba a creerlo. La historia que el narraba era que después de enterarse que iba a casarse con Lily, tuvieron una discusión, ya que el presidente había tomado la decisión, y durante la pelea, Lu saco un arma, y Marco al tratar de arrebatarse de las manos, se presiono el gatillo sin querer... y Lu...

Michi, culpaba fríamente a Marco, y aunque él trato de defenderse ante ella, solo lo ignoro. Yo no creía cien por ciento en que Marco tuviese la culpa, y mucho menos que Lu sacara un arma, era algo, que no me cuadraba, además ¿una pelea con Marco, y no con el presidente? No, pero Michi se negaba a escucharme.

Me quede parada frente a su puerta un momento, suspire y decidí entrar. Las luces estaban apagadas y todo estaba en silencio, podría pensar que la habitación estaba vacía, sino era por el pequeño bulto revuelto entre las cobijas de la cama. 

Camine despacio hasta su cama, me senté el en borde de ella. Al parecer dormía, realmente se le veía muy cansada, quería que solo descansara y se recuperara un poco, no quería que estuviese todo el día en cama, o toda la vida. Acaricie un poco su cabello, y me levante, la dejaría dormir, ya vendría después.

Cerré la puerta con cuidado de no hacer ruido, y cuando me gire choque con un cuerpo, un poco más alto que yo.

-Lo siento...-susurre.

-Descuida...-parpadee un poco, y mire al sujeto, era Enrique.

-¿Te enteraste...?

-Me dijeron que debía venir por una urgencia, y Michi no contestaba llamadas, e intente contactar con Lu...

-Entiendo...

-Marco me ha contado...-guardo silencio solo dos segundos- todo ¿Cómo esta?

-Ahora duerme, al menos eso la deja estar un poco tranquila. Iba a venir después, pero, veo que no sera necesario-sonreí de lado.

-Gracias-sonrió amable, era una sonrisa cálida.

-Si necesitan algo, no dudes en llamarme, la habitación del fondo.

Camine lento por el pasillo, la verdad es que no quería ir a mi habitación, tome una pequeña desviación y me encamine a la habitación, en la que solía pasar algunas  noches, cuando no íbamos a la mía.

Llevaba conmigo chocolate caliente y unas galletas, tampoco había comido nada desde la mañana, y Marco tampoco, él y su padre se encargaron de... el papeleo.

Iba abrir su puerta, pero esta se encontraba con llave, enarque una ceja.

-¿Marco?-escuche ruidos dentro de la habitación-¿Estas bien?

-Ya voy cariño...-se escucho un ligero portazo, y después él apareció por la puerta.

-¿Todo bien?-mire por la habitación, todo parecía estar en orden.

-Si... es solo... que había una araña-sonrió, lo mire un momento, pero decidí dejar las cosas así, hoy no quería discutir.

Enrique

Me quede un momento en el marco de la puerta, la habitación parecía muy deprimente , todo estaba por ningún lado, ropa sobre el sofá, libros sobre la mesita de noche, y una caja de pizza, esta parecía nueva, quizá la había traído Sara, ella era como una hermana más. 

Camine hasta la ventana y abrí un poco la cortina, ella se removió un poco entre las mantas de su cama, corrí completamente la cortina. La luz de la luna ilumino cada rincón de aquel lugar, y recordé la noche en que escape de la Colonia...

HALCYONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora