-8-

66 6 10
                                    

Durante toda la clase de física, Rebeca está mirando furiosa a Hanna. Yo no puedo evitar reírme de vez en cuando.

Al acabar por fin la primera hora me dirijo hacia mi taquilla a dejar los libros, Rebeca me acompaña.

- ¿Dónde está la tuya?

-Es justo esa de enfrente - señala una taquilla nada más salir del aula. Está en el pasillo paralelo al de la mía. Pasamos de largo, al parecer ella no tenía que dejar ningún cuaderno. Pronto llegamos. Esperaba encontrarme aquí a alguno de mis amigos, pero no.

- ¿Qué tienes ahora? -La chica me pregunta mientras mira su horario.

-Biología ¿Tu?

-Mates. - Lo dice algo apenada. No valgo distinguir si es por el hecho de que no tenemos la misma asignatura, o por que no le gustan las matemáticas. -¿Quedamos aquí en el patio? No tengo nada que hacer ni nadie con quien ir a si que...

-¡Claro! - Le interrumpo. Me invade la alegría al escuchar esa pregunta.

-Perfecto -sonríe- luego nos vemos.

Me despido de ella y en cuanto cojo lo que necesito voy al aula 6, que es donde damos Biología si no tenemos que ir al laboratorio, cosa que odio.

Esta asignatura la comparto con todos los demás. Pero solo veo a Casy y a Axel. Jackie no está.

-Ey -les saludo mientras dejo la mochila encima de una mesa - ¿Habéis visto a Jackie?

Casy mueve la cabeza indicando que no.

-Ayer, cuando llegué a mi cuarto, ya se había ido. - Habla el rubio

- ¿Y Lukas?-pregunta mi amiga- ¿La ha visto él?

-No -hay un extraño momento de silencio y luego sigue hablando - Escuchad, si le hubieran pillado nos habríamos enterado.

-Cierto, estaríamos en un lío.

-Quizá ya lo estamos -digo con preocupación - dad un poco de tiempo.

El profesor Michael entra y cierra la puerta tras de si. Nosotros nos sentamos tal y como solemos hacerlo en el resto de las clases, solo que hoy Casy está sola.

La hora pasa rápido. Estuvimos hablando del sistema nervioso. Tiene gracia, porque a pesar de que mi poder está relacionado precisamente con esto, es de lo que menos me interesa - Sin contar las aburridas clases del Borracho, claro.- En cuanto el timbre suena, los tres nos dirigimos a las taquillas. Apoyada en la mía, ya estaba esperando Rebeca. Sonrío al verla y hago una breve presentación.

-Bueno, yo tengo hambre, ¿vamos a la cafetería? -Todos los días, a la hora del patio, Casy decía lo mismo.

-Vale -contestamos al unisono mientras empezamos a andar.

Mis Amigos Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora