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Ya en la cafetería nos sentamos los cuatro en una mesa. A mi lado se pone Rebeca, y justo en frente Casy. A su lado está Axel.

Mientras esperamos que nos traigan lo que habíamos pedido, mi amiga se disculpa y sale un momento al baño. En cuanto se aleja un poco Axel y Casy me miran con una sonrisa pícara.

Alzo las cejas esperando una explicación a sus miradas. Ambos se miran y por fin Casy habla:

-¿Te gusta?

-¿Qué?- digo algo alterada y un poco más alto de lo que pretendía. Siento calor en mis mejillas. - ¡No!

Se dirigen una mirada cómplice.

- Ya, seguro -ahora es el teñido quien habla.

Yo estoy, probablemente, más roja que el pintalabios de Cassandra, que, creedme, ya es decir.

-Pues si -insisto- seguro.

-¿Y tu a ella? -la pelirroja sigue con su juego.

-¡Que no! - Me incomodo al ver que no dejan el tema- dejarlo ya - hablo más bajito al ver que la chica en cuestión se acerca a la mesa. Lleva pintada la misma sonrisa de oreja a oreja que siempre.

-¿Qué me he perdido? -pregunta mientras se sienta junto a mi.

Axel responde:

-Nada especial. Casy y yo le preguntábamos a Alex si...

Los ojos se me salen de las orbitas y siento que el corazón se me va a salir del pecho. Con suerte, la camarera llega con nuestra comida.

-¡Mirad, ya nos traen lo que hemos pedido! - Noto como las miradas de la gente de las mesas de al lado se posan curiosas en mi. Estaba hablando demasiado alto y con demasiado entusiasmo fingido. Creerán que estoy loca. Mis dos amigos sueltan una pequeña carcajada que intentan parar fallidamente para que yo no me diera cuenta. Noto como las mejillas me arden cada vez más. La mujer deja nuestro almuerzo en la mesa.

-¿Te pasa algo? -Rebeca me mira extrañada.

-Si, si. Es que... -No se que decir, seguro que cree que soy estúpida. Decido salir de ahí antes de que lo fastidie aún más - Bueno, no realmente. -Me levanto del sillón -Voy un momento al baño.

-¿Te acompaño? - la chica ahora parece preocupada. Yo miro hacia mis amigos que cuchichean entre ellos mientras no se pierden el espectáculo.

-No te preocupes, no hace falta.

Salgo lo más deprisa que puedo y cuando llego cierro la puerta del cubículo con el pestillo. Me miro en el espejo. Como era de esperar, estoy totalmente roja. Expiro exageradamente y me apoyo en el lavabo.

"¿Qué narices estoy haciendo?"

Me mojo la cara y me siento de cuclillas encima del retrete. "Que asco, parece como si no lo hubieran limpiado nunca. " Encierro mi cabeza entre mis brazos y me quedo así un rato. Entonces oigo que la puerta de fuera se abre y alguien entra.

-¿Alex? ¿Estás bien?- es ella. No hace ni un día que la conozco, pero reconocería su voz aunque hablase entre susurros en un concierto heavy.

Abro la puerta. Ahí está.

-Si tranquila, me estaba mareando un poco. Eso es todo.

- Pues ya llevas aquí metida un buen rato. Me estabas preocupando. - "se estaba preocupando, que mona" sonrío inconscientemente y luego me caigo de la nube en la que me había subido "¿Qué mona? ¿En que estabas pensando Alexandra? "-¿De verdad no te pasa nada? - al ver que sigo inmersa en mis estúpidos pensamientos, pone su brazo en mi hombro para llamarme la atención.

Levanto la cabeza y me tropiezo con sus ojos oscuros, es como mirar un pozo sin fondo. Esta más cerca que antes. Trago saliva y me sonrojo.

-Si, si. - Las palabras salen de mi boca en forma de susurros sin haberlo planeado.

Ella se ríe un poco y se aleja.

-Genial. Pues vamos a almorzar con los demás. Son muy majos.

Me tenso al pensar en esos dos...

-¿De qué habéis hablado? Quiero decir, ¿te han dicho algo...?

- No me han dicho que te has puesto así porque creen que te gusto, si es lo que quieres saber. -sonríe pícaramente y yo abro la boca como una estúpida.

-Pero entonces, ¿cómo...?

- Os he oído hablar antes. - sigue con su sonrisa sobrepotente y aunque debería estar avergonzada no lo estoy. Me quedo embobada mirándola sin saber que decir. - ¿Vamos? - como si no pasase nada ambas nos dirigimos hacia la mesa. Comemos sin mencionar nada sobre lo ocurrido y los cuatro hablamos de cualquier cosa hasta que acaba el descanso y regresamos a clase.

Durante el resto de la mañana solo puedo pensar en Rebeca y en lo sucedido. ¿Porque me he puesto así antes? No me gusta, ¡La acabo de conocer! ¿porqué iba a ponerme de esa forma si no siento nada por ella? Porque no siento nada ¿verdad?

Mis Amigos Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora