Veintiocho.

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Siento que toda la comida que comí antes de venir aquí voy a vomitarla ahora mismo. Esto definitivamente no pasa todos los días. Quién lo diría, estoy sentada en una mesa más grande que mi cocina, junto a Shawn y otras personas, esperando a nada más y nada menos que a la famosa Taylor Swift.

Pfff, normal.

Los nervios me salen a flor de piel y no tengo idea de qué hacer cuando ella llegue. Ni siquiera sé si estoy bien vestida. Es decir, yo sólo venía a ver a Shawn, no a una de las princesas del pop... ¿Qué le digo? ¿O no puedo hablar?


Siento que me toman de la mano a mi lado y cuando me volteo Shawn me sonríe para tranquilizarme. Aunque en parte lo logra, no me calmo por completo. Puede que yo no sea una súper fan, pero es que ¡es Taylor Swift!

— ¿Estás bien? Parece como si fueras a caer en paracaídas...

—Tú estás acostumbrado a esto —me acerco un poco a él y le susurro—, yo no.

—Todo está bien, ella es genial —levanta los hombros y hace que nuestras manos se entrelacen. Entonces la puerta se abre y todos volteamos hacia la puerta, como si de cámara lenta se tratase. Y ella entra, como si fuera la reina del lugar.

Inconscientemente aprieto la mano de Shawn y él me responde de la misma manera. Siento que me he quedado sin aire: ella camina al lado de la mesa, sola, sonriendo a cada uno tan amable que siento ganas de gritar. Entonces cuando termina de sonreírle a Shawn y me mira a mí me congelo en mi lugar. Me sonríe abiertamente, aunque está confundida. Llega hasta nosotros y se sienta a mi lado. ¡Se sienta a mi lado!

—Buenas tardes a todos, lo siento, estaba en el baño —se ríe, acomodándose en su silla. Después me mira—. Hola, soy Taylor —me extiende la mano y yo siento que, con mi suerte, me caeré de la silla.

—Hola, um... sí, sé quién eres —me río nerviosa. Oh, Dios, la he cagado. Me suelto de la mano de Shawn aunque no quiero y le doy mi mano—. Soy Gabriela, pero mejor Gaby.

—Oh, bien, Gaby —extiende su sonrisa y luego mira a Shawn, como si le estuviera preguntando si estoy aquí por él; después vuelve a mirarme— ¿Eres la novia de Shawn?


Me atoro con mi propia saliva y comienzo a toser. Escucho a los demás que están en la mesa reír y yo siento mis mejillas calientes. Dios, qué vergüenza...

Como no le respondo nada, ella mira a Shawn con una ceja levantada, divertida. Cuando lo miro, él me mira sonriente, pero algo en su mirada hace que mi corazón salte.

—Es algo complicado —es lo que dice, sin dejar de mirarme. Y entonces me siento mal, así que bajo la mirada.

—Lo entiendo. Las fans, ¿verdad?

—Sí.

—Bueno, es una lástima. Ustedes dos hacen una hermosa pareja.

Levanto mi cabeza tan rápido que luego pienso que voy a desnucarme. Ella todavía me mira sonriendo y si antes sentí que mis mejillas se calentaban, ahora siento que puedo quedar el edificio entero.

—Yo... um... —me río de lo nerviosa que estoy, incapaz de decir algo.

—Bien, ¿podemos comenzar? —interrumpe uno de los hombres que están en la mesa. Todos asienten con la cabeza y un montón de carpetas y computadoras se encienden sobre la mesa. Me quedo ahí, sin decir nada, poniendo atención a lo que todos hablan, sin opinar.

Pruébalo ; Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora