Cuarenta y uno.

3.8K 264 114
                                    

Los celos siempre fueron algo que jamás experimenté antes. Nunca estuve dentro de una relación tan seria. Y con Kenny... bueno, acepto que una vez sentí celos de Lynn, pero puedo decir con franqueza que eso no se sintió como lo que ahora estoy sintiendo al ver a la chica tomar de la mano a Shawn. MÍ novio. ¿No me dijo que estaba en una vídeo-llamada de trabajo con los que trabajaban para el tour?

De todas formas, ¿qué hace con ella aquí? ¿Ella no debería estar con su grupo, también? Lo que me tiene confundida es por qué viene sola, y precisamente con Shawn, o por qué no están, los dos, rodeados de fotógrafos.

Porque la chica es nada más ni nada menos que Camila Cabello.

Quito mi mirada de ambos para seguir bailando con Fidel. Él se da cuenta de mi cambio de humor y levanta la mirada hasta donde hace un momento yo estaba viendo.

—No inventes, ¿esa es...?

—Sí, es ella.

— ¿Y qué hace con Shawn?

—Me pregunto lo mismo.... —susurro, y me sorprende que él alcance a escucharme por encima de la música.

—Gaby, ¿quieres sentarte e ir a hablar con él?

—No —niego con la cabeza, mirándolo con una sonrisa—, sigamos bailando, no importa, quiero divertirme hoy.

Con él, pero parece que tiene otros planes.


Continúo bailando con Fidel al ritmo de una canción latina, hasta que, por obra del destino y el espíritu santo que al parecer están en mí contra el día de hoy la canción cambia. En otro momento estaría gritando de emoción y bailando como si nada, pero la situación es ostra: nunca una canción me había fastidiado tanto como ahora.

Levanto mi mirada y veo a Camila y Shawn riendo por el cambio de canción, Camila baila en su puesto y camina hacia la pista, llevándose a Shawn consigo.

—Gaby, si quieres dejar de bailar solo tienes que decírmelo.

—Está bien, Fidel, relájate. Parece que tú estás más consternado que y —le digo en broma, tratando de aligerar mi ánimo.

Doy media vuelta, dejando mi espalda pegada contra el pecho de Fidel y sigo bailando. Él toma mis manos y hace que se entrelacen y se muevan al ritmo de la música. Sonrío, recordando la noche del prom en este mismo lugar. Fidel estaba tan ebrio que cuando estábamos bailando de esta misma forma, se fue de para atrás y cayó de culo en el suelo. Sin que lo evite, suelto una carcajada.

— ¿Qué es tan gracioso? —me pregunta, haciendo que vuelva a quedar frente a él.

—Recordé cómo te caíste borracho hace unos meses.

—Pensé que no íbamos a volver a hablar sobre el tema —me da una mirada de advertencia, pero sé que está aguantando la risa.

—Bueno, es inevitable, lo siento.

Seguimos bailando y recordando momentos graciosos de esa noche que hasta comienza a dolerme el estómago y las mejillas de tanto reírme. Por el rabillo del ojo puedo ver a Shawn mirándome, mientras baila con Camila.

Genial, soy su novia y prefirió ir a bailar con ella que venir a saludarme primero.

¡Deja los celos, Gabriela, deja los celos!

Mi corazón se acelera cuando lo veo alejarse de Camila y caminar hacia a mí, pero entonces pienso rápido y doy un paso hacia atrás, junto con Fidel.

— ¿Vamos a tomar algo? —le digo. Trato de que entienda mi mirada y sepa que quiero irme de allí. Lo veo asentir disimuladamente con la cabeza.

Pruébalo ; Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora