Cuarenta y cuatro.

3K 206 76
                                    




14 de septiembre, 2015.


Desde que tenía quince años quise tener mi propio dinero. Depender de mis padres todo el tiempo era estresante. Así que gracias al año sabático que Courtney y o vamos a tomar, y a mi mayoría de edad, puedo comenzar a trabajar. Dos semanas después de que Courtney presentara nuestras hojas de vida a varios locales y restaurantes, finalmente tanta espera dio resultado. Me habían llamado hace dos días para comenzar a trabajar en una cafetería.

Me adentro en el lugar y acomodo mi bolso con cuidado. Algunas personas desayunan y podría decirse que el lugar hasta está lleno, y eso que son solo las nueve de la mañana. Me acerco a la chica de cabello púrpura detrás de la caja registradora y ésta me da una sonrisa.

—Buenos días, bienvenida a Rolling Café. ¿Puedo tomar su orden o prefiere ver el menú? —Ella me entrega un cuadernillo de muchos colores—. Uno de mis compañeros puede tomar su orden en la mesa, si desea.

Vaya, eso demasiada amabilidad en menos de un minuto.

—No, gracias. Mi nombre es Gabriela Healy, vine hace unos días a una entrevista de trabajo, es mi primer día.

Ella abre los ojos y ensancha su sonrisa.

— ¿Eres la nueva? ¿La amiga de Bruce? Es la mejor noticia que me han dado en la semana —se da la vuelta y comienza a gritar por la ventanilla que da hacia la cocina—. ¡Chicos, la bruja de Kelly se va ahora sí, llegó la chica nueva!

Mi ceño se frunce ante sus palabras. Todavía más cuando escucho gritos de alegría al otro lado de la ventanilla. No tengo tiempo de buscar a Bruce, quien trabajará conmigo, ni de responderme a mí misma porque la chica abre una puerta baja sobre la barra y toma mi brazo para adentrarme con ella para volver a cerrar.

—Soy Jane —ella extiende su mano hacia mí y yo la tomo, riendo ante su entusiasmo—. Paty no está, tienes que hablar con Abel.

— ¿Quién es Abel? —Pregunto. Ella pone los ojos en blanco y me empuja hacia una puerta. A un lado se encuentra la cocina, donde los chicos, que debo aclarar que son bastante jóvenes, y al otro se encuentra otra puerta dando a una sala espaciosa y una pequeña oficina.

—Abel es el segundo al mando después de Paty, cuando ella no está él queda a cargo. No te preocupes, no es su esposo, es su hijo. Es un idiota de veinte años, nada más, sería la perfecta descripción para él.

—Vaya, como que lo detestas, ¿no?

—Un poco, no ha dejado de coquetear conmigo desde que rompimos, pero eso es otro tema. Abel está en la oficina, cree que tiene el poder sobre todos cuando su madre no está, no te lo tomes tan en serio —se ríe, negando con la cabeza—, cuando Paty está es igual que nosotros. Ahora entra, luego tú y yo podremos conocernos.

Sin decir nada más, se da la vuelta y yo no tengo más remedio que suspirar y entrar a la oficina.

Aquí comienza mi nuevo yo.





20 de octubre, 2015

—No quiero sonar insistente, pero Halloween se acerca y ustedes nada que compran los disfraces —Abel toma un sorbo de su coca cola y nos mira uno por uno, alrededor de la mesa—, no voy a dejarlos entrar a mi fiesta si no están disfrazados.

Pruébalo ; Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora