En un acto reflejo se da la vuelta para volver sobre sus pasos. Una ola de nerviosismo se apodera de su estómago mientras su cerebro va rompiéndose a trozos porque, en estos momentos, es un huracán haciendo que todos sus ideales se mezclen. No quiere dar más detalles. No quiere dar más explicaciones.
- ¡Dakota! ¿Dónde coño vas?
Sus pasos se detienen conforme el sonido invade sus oídos. Mira al frente con la mirada perdida y como si una chispa hubiera saltado en su cerebro, lo que hace un segundo había pensado, se vuelve en contra de ella. Es hora de comenzar a enfrentar sus problemas como la buena defensora de sí misma que es. Se da la vuelta y fija su mirada en los ojos de Alan, que la miran desafiantes. Los pelos se le erizan y da un paso al frente.
- Espero que no vengas a amenazarme, porque te recuerdo que soy abogada y puedo utilizarlo en contra de tu hermano –dice directa, segura de sus palabras, debilitando el poder amenazador con el que surviven los Lewis.
- No vengo a amenazarte Dakota. Solo quiero que me expliques por qué le has hecho esto a mi hermano.
Dakota se para frente a Alan, inclinando su cabeza hacia atrás para poder llegar hasta sus ojos azules, que trasmiten paz y tranquilidad. Suspira.
- No puedo Alan. Te estaría contando las alegaciones que voy a dar en el juicio –sentencia, gesticulando con tristeza por fallarle a Alan, porque realmente él siempre se portó como un amigo
- Sabía que no me ibas a decir nada, pero... -saca las manos de los bolsillos y toca con una de ellas el antebrazo de Dakota, trasmitiéndole calidez dentro del ambiente tan frío –quiero que sepas que apoyaré a mi hermano en todo lo que me pida, aunque seamos amigos.
- No esperaba menos, Alan. Lo comprendo. Yo haría lo mismo –sus palabras se entrecortan, dejándole ver que lo que menos esperaba era una respuesta así. –¿Cómo está? –pregunta tímidamente, porque sabe que si la respuesta es negativa, será por su culpa
- Lucas está desconcertado... y decepcionado. Me contó en privado que te confesó todo su pasado en aquella cita, y teme que puedas utilizar algo de esa historia en contra suya en el juicio.
Dakota se queda en silencio, sintiendo como el corazón le da una punzada con lo último que ha dicho. Se imagina a un Lucas sentado en la butaca de su despacho, con las luces apagadas e iluminado únicamente por los destellos de la luz de las farolas que entran por el ventanal. Con la cabeza agachada, y los pensamientos en todas partes. Sombrío.
- No voy a utilizar nada de su pasado en el juicio. Puedes decirle que esté tranquilo por eso. Mis denuncias están justificadas. –contiene las ganas de llorar con todas sus fuerzas. –Tengo que irme Alan. –se aparta y entra en su apartamento, dejando a Alan fuera, anonadado por su actitud.
Lucha contra sus lágrimas en la ducha, poniéndose algo de música e intentado despejar su mente mientras canturrea las letras de las canciones, que parecen ser las menos indicadas de las playlist aleatorias.
La música se ve interrumpida por un tono de llamada algo peculiar, así que corriendo, sale de la ducha, enganchando la toalla con sus largos y finos dedos a su paso y coge la llamada entrante sin mirar la pantalla. Quizás esperando escuchar la voz de Lucas al otro lado del teléfono, pidiéndole explicaciones o agradeciéndole lo que le acaba de decir a Alan sobre su historia pasada.
- Dakota. ¿Cómo estás? ¿Qué ha pasado? –la voz de Jean llena su conducto auditivo mientras intenta respirar por haber hablado tan rápido.
- Jean... -dice algo decepcionada. Bueno, algo no, bastante decepcionada. –Estoy bien –sujeta el móvil entre su oreja y el hombro y se encamina a la ducha para apagarla y enrollarse la toalla.
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SAME OLD LOVE
RomanceLa mañana en la que la que los caminos de Dakota Moore y Lucas Lewis se separaron era triste, fría y oscura, y al igual que el clima, sus caminos cambiaron de ser de rosas a ser de espinas. Sin embargo, a pesar del odio que uno al otro se profesan...