- Perdón -susurra Dakota contra su pecho mientras se sorbe los mocos para no mancharle la camisa ni la americana negra con la que había venido
Lucas se queda inmóvil, sin saber qué hacer. La mira y mira a Alan, que le hace gestos con los ojos para que reaccione. Lucas anonadado por esa reacción desliza las manos por la espalda desnuda de Dakota hasta abrazarla y apretarla hacia él con fuerza.
Dakota se embriagó de su perfume que tanto había echado de menos durante más de cinco minutos. Cinco minutos en los que reinaba el silencio y en los que Alan se sentía un cero a la izquierda, así que sin mediar palabra le indicó a Lucas que lo esperaba dentro.
- Dios Dakota, estás helada, ¿cuánto tiempo llevas aquí? -conforme iba enunciando las preguntas Lucas se iba apartando, hasta que se quitó la chaqueta y se la puso a Dakota por los hombros.
Dakota lo miraba sin decir nada, con los ojos decaídos y expulsando una lágrima detrás de otra. No es que no quisiera hablar, es que no podía.
- Pe...perdóname. -es lo único que dijo la Dakota "valiente" que estaba frente a Lucas y que no puedo refugiarse tras un teléfono móvil, esa Dakota que tiró la chaqueta que Lucas le había dado un minuto antes y salió corriendo a encerrarse en el baño.
Los minutos pasaban despacio dentro del cubículo del baño. Muy despacio. Cada minuto era con un viaje de España a Los Ángeles, porque en el fondo sabía que había cagado la única oportunidad que ha tenido y que Lucas no iba a venir detrás de ella. ¿De qué le servía tener el espíritu de Brave y a la hora de la verdad ser como Miedo de Inside out?
- Dakota -escuchó su nombre. -Abre la puerta. Sé que estás ahí. Tu respiración se escucha desde kilómetros
Dakota se llevó las manos a la boca, intentado silenciar su llanto. Era Lucas. Lucas había venido a buscarla. Por su mente ya había pasado la posibilidad de tener que irse a casa sola, en un taxi, dejando plantado a Ethan, borracha y llorosa, con kilómetros de mascara de pestañas haciéndole una máscara para Halloween.
Nuevos toques se escucharon en la puerta y Dakota con el corazón encogido se levantó y abrió la puerta. Y juraría hasta al mismísimo Jesucristo que el tiempo se le paró cuando sonrió y paso rápido hacia el cubículo, quedándose atrapada entre la pared del cubículo y su pecho de gimnasio.
- ¿Pensabas quedarte aquí el resto de la noche? -dijo sin quitar la sonrisa
Lucas giró la cabeza hasta que localizó el rollo de papel, del cual cogió un buen trozo y lo dobló, para así poder quitarle a Dakota los restos de maquillaje. Dakota no le contestó. Había perdido la voz. Se encogió de hombros y levantó la mirada para encontrarse con los de Lucas.
- No sabía que te habías quedado muda. -volvió a decir Lucas después de minutos en silencio. -Anda ven. -Lucas bajó la tapadera del váter y se sentó, arrastrando a Dakota hasta él
Dakota se sentó de lado en las piernas de Lucas, dejando caer su cabeza de nuevo su pecho. No quería hablar porque sabía que la iba a volver a cagar, así que prefirió mantener el silencio un poco más.
- ¿Me tienes aquí y no vas a decirme nada? Pensé que querrías hablar.
Dakota miro al suelo y cogió aire de forma exagerada, para después expulsarlo todo de golpe.
- No quiero cagarla. -dijo mirándole a los ojos
- Solo dime lo que sientes.
- Son muchas cosas Lucas. No sé por dónde empezar.
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SAME OLD LOVE
RomansaLa mañana en la que la que los caminos de Dakota Moore y Lucas Lewis se separaron era triste, fría y oscura, y al igual que el clima, sus caminos cambiaron de ser de rosas a ser de espinas. Sin embargo, a pesar del odio que uno al otro se profesan...