–Ni hablar hermano. ¿Cómo diablos lograste que la fiesta durara hasta ahora? –mencionó emocionado.
Estaban alucinando, todo se movía a su alrededor, habían estado ahí por bastante tiempo. Risas, palabras, imágenes. Eran todo en ese momento. Joder, se habían volado la barda.
–No fui yo, agradece a esto–mostró una pequeña bolsa de plástico con hojas de un verde seco.
–Ya sé–le arrebato la bolsa de las manos–, necesito más.
Nadie había ido al colegio, eran víctimas de la diversión.
– ¿Los profesores habrán notado nuestra ausencia? –cuestionó de modo indiferente al tiempo en el que observaba las nubes de humo flotar sobre su cara.
–No lo creo, están muy ocupados.
–Pero si ha faltado toda la escuela–carcajeó Leonard.
–Mierda, tienes razón–respondió él mofándose.
Todos comenzaron a reír. Se la estaban pasando muy bien, había sido la mejor fiesta de su jodida existencia.
–Estas en problemas–mencionó Alex.
– ¿Yo? –preguntó Austin mirándolo.
–Si–dijo al tiempo en el que dejaba salir una bocanada de humo.
–No importa, la estamos pasando bien ¿no? –los animó.
– ¿Y Shirley?
–No lo sé, la perdí de vista.
Al día siguiente le costó trabajo recordar en donde estaba y a decir verdad no lo sabía. A su lado estaban tres chicos más. Los reconocía eran sus amigos, al parecer habían pasado la noche fuera de casa.
Se tocó la cabeza al tiempo en el que se incorporaba.
– ¿En dónde estamos?
Miró a su alrededor, estaban sobre el techo de un edificio. Comenzó a reír.
–Esto no es normal–escuchó decir a alguien.
– ¿Alguien recuerda cómo llegamos aquí?
–La fiesta–expresó Leonard.
Austin miró a sus cómplices alejarse, cada uno partió a su casa. Ya se habían perdido una clase.
Sacó su móvil, algunas llamadas y unos cuantos mensajes. No abrió ninguno más que el de su chica.
– ¿Dónde estás? Es martes.
Lo había olvidado, nunca faltar dos días seguidos.
–Estas jodido.
Tomó una ducha una vez estuvo dentro de su casa. Todo ahí era un completo desastre. A juzgar por ello pero se había divertido muchísimo.
Se colocó los auriculares y con la mochila por detrás se montó en aquella vieja patineta. El viento pegaba contra su cara, dejó caer al suelo la colilla del cigarrillo que llevaba. El humo flotando a su alrededor.
–Conmigo en la bici podríamos ir a volar, cometas, en el mar...–cantaba aquella melodía que sonaba en su cabeza.
El colegio lo esperaba y jamás imaginó que recibiría una noticia que lo haría lamentarse.
–Vaya, te has dignado a venir–se encontró a su profesor favorito–literalmente–en el pasillo.
– ¿Me extraño? –se burló.
–Digamos que te extrañaran–una vez dicho esto se fue dándole una palmada en el hombro.
Maldición, ¿Qué quería decir con eso?
Sin detenerse mucho en pensar sobre aquellas palabras, se dirigió al aula en donde tomaría su segunda clase.
Todas las miradas se giraron hacia él. Algo sabían. No pregunto nada.
–Menuda fiesta–le dijo un chico a su costado.
Se limitó a sonreír.
–Aquí estas–alzó la mirada frente a su chica.
– ¿Ocurre algo?
–Debo admitirlo–se sentó junto a él–fue impresionante...
–Lo sé–la interrumpió.
– ¿Te diste cuenta de que toda la escuela asistió a tu fiesta?
–No los conté a todos...
–Austin había demasiada gente, haya sido por tu fiesta o no, nadie–lo tomo de las mejillas con delicadeza acercándolo a su cara para que escuchara atento–absolutamente NADIE, asistió ayer al colegio.
– ¿Lo dices enserio?
– ¿Parece que estoy bromeando? –lo retó.
Negó con la cabeza.
–Eso no es lo peor, saben que eres culpable.
– ¿Quiénes?
Al instante entró el profesor de la clase, tras él, el superior de la institución.
–Estas en problemas–le susurró Shirley al oído.
Ambos tenían un porte de superioridad, las miradas no se hicieron esperar, los alumnos tomaron asiento y un fuerte silencio inundo el lugar.
–No tiene caso mencionar porque estoy aquí, ya saben cuáles son las medidas que se han tomado con el resto de ustedes...–Austin cerró los ojos por un instante en espera de su reprimenda–Señor Mahone, ¿considera usted gracioso provocar que nadie asista a mi colegio?
–No estaba en mis planes.
–Lo logró... sabe que en un par de semanas se llevará a cabo el festival de música más grande de la ciudad ¿no es así?
Se temía lo peor. Asintió con miedo a escuchar lo siguiente.
–El "Music Again Fest" es de sus favoritos ¿no es así? Ha participado como alumno invitado en muchos de ellos...
–No, por favor–suplicó imaginando lo que a continuación iba a decir.
–Es una pena informarle que queda prohibida su participación en el evento en colaboración con alguno de los grandes–dispuesto a salir de aquel lugar, se detuvo por un momento–. Ah lo olvidaba, fue una fiesta increíble, aunque prefiero mil veces el "Music Again Fest" –salió de ahí como si nunca hubiera dicho nada.
– ¡Mierda, no puede hacerme esto! –explotó.
–Si puedo–escuchó gritar al otro lado de las paredes. –Está vetado.
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LUNES 3 (Nuevo comienzo)
ChickLitEsta es una historia más de como el amor sigue siendo amor a pesar de las desventuranzas que se puedan tener. El amor no es perfecto y no se trata de una sola persona para toda la vida, mucho menos si se trata de un amor joven, de un amor adolescent...