Apenas podía creer que estuviera de nuevo junto a ellos. Tanto había pasado desde la última vez.
-Y ¿qué has hecho?-preguntó Ryan.
A Austin lo mataba la curiosidad pero prefería manter distancia. No negaría que Cloe estaba resplandeciente y que en realidad le emocionaba verla de nuevo.
Y que decir de ella. Lo disimulaba muy bien pero algo era cierto. Jamás lo había olvidado y decidió dejarlo ser feliz a lado de Shirley. Se preguntaba si aún estaban juntos. Era una cuestión que por más que quisiera saber, no la formularía.
-Muchas cosas, algunas interesantes y otras no tanto. Pero me he mudado porque estoy en el último año. Tenía la posibilidad de continuar en línea y acepte la oferta. Así puedo tener un respiro.
-Vaya, que pasada. Eso si que es increible-afirmó Austin.
-Ya lo creo.
-Y ustedes qué tal. Creía que ya no se veían.
-Él y yo somos inseparables. No perdemos contacto por más de un mes.
-Nos queremos demasiado-se burló Austin.
-No lo dudo-finalizó Cloe.
La noche seguía siendo joven pero pronto el cansancio los iba consumiendo.
-Debo irme-expresó la chica-pero antes, quiero saber ¿qué tal estas Austin? El festival que tanto amas esta por llegar, ¿no es así?
-Bien, yo debo irme. Los dejo chicos-dijo Ryan levantándose del sofá-. Pasen buena noche.
La mirada de Austin se nublo y en ella pareció reflejarse una mezcla de dolor y furia. No quería hablar sobre el festival.
-Tienes razón. El festival se aproxima pero no participaré...no es algo sobre lo que quiera hablar.
-Lo siento. No lo sabía.
-No hay problema.
-De acuerdo, ya es hora. Fue un gusto verte de nuevo.
-Espera, te acompaño. No puedo dejarte ir a altas horas de la noche y mucho menos sola.
-No hace falta...
-Claro que si. No sería un caballero si te dejara partir así.
-Ese bien, había olvidado que cuando algo se te mete a la cabeza no lo dejas pasar.
Tenía razón. Hacía mucho que no se detenía a pensar en ello.
Ambos salieron y se dirigieron a la casa de Cloe. En realidad no estaba muy lejos, quién lo diría.
-Me encantó verte, fue un gusto haber caído frente a ti.
Rieron como en los viejos tiempos.
-Gracias por acompañarme.
-No es nada...yo...en realidad no me había percatado de lo mucho que te extrañaba hasta que apareciste de nuevo.
-Austin...
Un tono proveniente del móvil del chico los interrumpió. Este sacó de inmediato el celular y contestó dejando a su vieja amiga con las palabras en la boca.
-¿Estás bien?-lo escuchó contestarle a la persona que llamó. Su tono de voz había cambiado, era aquel tono que en algún momento había empleado con ella-. Si, estoy en casa...aquí te espero-mintió.
-Lo siento, Cloe. Yo...debo irme. Fue un gusto-dijo despidiéndose rápidamente de ella.
-Adiós-alcanzó a pronunciar.
No hacía falta intentar adivinar de quién se trataba. Era realmente facil saberlo y esto contestaba a su pregunta nunca formulada.
Seguía con ella.
Por un instante pareció estar triste pero quién era ella para reprocharle algo. Tan solo eran viejos conocidos y aunque hubiera sido su primer amor tenía claro que aquellos momentos habían llegado a su fin.
Sin embargo, tenía muchas preguntas sobre él. Parecía tan cambiado pero no estaba completamente segura de ello. ¿Seguía siendo detallista e impulsivo? ¿seguía faltando los lunes al colegio? ¿Aún era el chico popular? ¿porque no participaría en el festival de música?
Comenzó a formularse demasiadas preguntas e incluso llegó a dormir con todas ellas sobre su cabeza. A pesar de todo, había sido una noche increíble.
-¡Ryan!-llamó a su amigo, quien apareció instantes después
-¿Qué ocurre?
-Shirley viene en camino.
-¿Ha pasado algo?
-No me lo ha dicho...no lo se...sólo quiero que no le menciones nada sobre Cloe. No quiero preocuparla.
Su amigo lo miró extrañado. No había razón para que ella se sintiera así. De cualquiera manera, se lo prometió.
-¿Ya puedo ir a dormir mamá? -se burló de él.
-Vete a la mierda, hermano
-Como digas.
El castaño se dirigió a su habitación y cambió su atuendo por uno más cómodo para dormir.
Instantes después llamaron a la puerta. Ya estaba ahí.
-¿Todo bien?-sonó preocupado.
-Estoy bien.
Pasó y se dirigió a su habitación, recostándose sobre la cama.
Austin cerró la puerta y la siguió. La miró sobre la cama. Tal vez con un semblante triste y no pudo resistirse.
-Ven acá-se recostó detrás de ella cubriéndola con sus brazos y besándole la cien.
-Gracias Austin. Te amo y en verdad te extrañaré ahora que me vaya con Björn.
-No hace falta que lo digas. Quédate conmigo está noche. Te cuidaré. Lo superaremos.
Shirley se giró hacia él y quedado de frente uno contra el otro se contemplaron por unos instantes.
Él le apartó un mechón de cabello de sus mejillas y la acarició por unos instantes para después terminar con un cálido y reconfortante beso sobre sus labios.
-Te amo-finalizó con delicadeza.
La noche calló sobre ellos, mañana le esperaba un largo día en el colegio. Deseaba tanto no ir, pero parecería aún mas sospechoso.
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LUNES 3 (Nuevo comienzo)
Chick-LitEsta es una historia más de como el amor sigue siendo amor a pesar de las desventuranzas que se puedan tener. El amor no es perfecto y no se trata de una sola persona para toda la vida, mucho menos si se trata de un amor joven, de un amor adolescent...