Capítulo 3 -'No asistirá'

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–No puedo creerlo. Simplemente no puedo. Me están jodiendo–mencionó fastidiado.

–Te dije que estabas en problemas.

–No es justo, el festival significa mucho para mí.

–Te dije que no era buena idea.

–No me apoyas–expresó exhausto.

–Lo lamentó–expresó al tiempo en el que le daba un fuerte abrazo.

–Te amo.

Todos en el colegio estaban al tanto de lo que había ocurrido. El castigo de ellos no era demasiado comparado con el de Austin. Tan sólo una semana de trabajo extra y apoyo absoluto en los preparativos del festival.

–Ya lo he escuchado. En serio, se la han jugado.

Shirley había recibido la llamada de su hermano mayor.

–No creí que llegaría tan lejos.

–Me hubiera gustado estar ahí, ese chico que tienes por novio si que sabe hacer de las suyas–dejó escapar una risa.

–Ahora no le parece buena idea. No podrá participar en el Music Again Fest.

–Wow, justo en los huevos. Hermanita, ya tengo todo listo. ¿Estas preparada?–dijo cambiando de tema.

–¡Por supuesto!–Expresó emocionada.

–Estaré ahí en dos días.

–Estoy muy emocionada por ti, tu primer gira.

–No te he dicho lo mejor–dejó relucir en su tono una expresión de alarde.

–¿Qué? No te andes con juegos, dilo ya.

La emoción se sentía en ambos.

–Me han ofrecido un número en el MAF.

La felicidad de Shirley era tanta que provocó un dolor en los oídos de Björn a causa de los gritos.

–Sabía que te gustaría.

–¿Estas jugando? Me encantó.

–Es una lástima que Austin este vetado, pensaba que podríamos estar los tres en el escenario.

–Ni se te ocurra mencionarselo–sentenció.

La conversación giró en torno a los planes de su gira musical en compañía de Shirley.

Era un honor para ambos ser parte de esto. Su banda había ganado bastante popularidad y le agradaba poder compartirlo con su hermana.

–¿Tienes un plan?

–No.

–Se te ocurrirá algo–le dijo.

–Ante esto, lo dudo. No veo la manera de poder estar arriba del escenario.

–Tienes razón, te tendrán vigilado–mencionó Shirley.

–Olvidemos eso, debo hacerme a la idea de que no iré.

La tomó entre sus brazos y ella apoyó la cabeza contra su pecho, sentía su respiración, le encantaba.

–Y qué ha pasado con Björn.

–Hablé con él hace unas horas, vendrá en dos días.

–¿Te irás en dos días?

–No, pasará unos días aquí antes de comenzar con la gira.

–Siento que el tiempo se nos acaba, quiero hacer muchas contigo.

Sin pensarlo giró su cabeza hacia él y la besó con delicadeza.

–Como qué–pronunció.

–Ya se me ocurrirá algo. No vayas al colegio este lunes.

Ella lo miro intrigada y a la vez en desacuerdo.

–Prometo que no será nada malo, esta vez no habrá fiesta, no invitaré a nadie más. Solo tu y yo–acarició su mejilla de derecha.

  – De acuerdo–expresó.

Austin no tenía nada en mente, caminaba por las calles solitarias de aquel lugar, una buena tarde, tenía la puesta de sol frente a él. En su iPhone sonaba Death.

–I love the feeling when we lift off...–cantaba como siempre, le gustaba hacerlo. Después de todo la música era su vida.

Aún faltaban unas cuadras para llegar a su casa, no quería hacerlo.

Vivir solo le daba cierta libertad pero extrañaba tener a Mary a su lado, extrañaba, por muy loco que sonara, aquellas peleas con su primo Yael. Por un momento recordó su vida en la preparatoria.

–'Cause fear's got a hold on me.

Su vida había sido de todo, sumamente divertida, tiempos buenos y claro, malos también.

Qué habría sido de sus viejos amigos. Se preguntaba mientras continuaba su camino.

–La llevaría a la playa.

No estaba lejos, eran días calurosos, para nada fríos.

Su noviazgo tenía ya unos años, no hace falta mencionar que  ambos les agrada la compañía del otro. Poco a poco Austin fue enamorando a Shirley, él sintió atracción por ella desde el primer momento en el que la vio y ella se enamoro de él a pesar de que a su hermano mayor no le pareciera.

Bastante pasaron, pero nunca habían escapado un lunes, a excepción de aquel día en el que hicieron la fiesta pero no cuenta porque no estaban solos, él siguió la fiesta sin ella y había muchos invitados. A decir verdad, toda el colegio estuvo ahí aún cuando no lo planearon.

Habían salido en fin de semana, nunca entre semana. Shirley en muy pocas ocasiones le preguntaba que hacía en esos días, que tanto amaba pero sus conversaciones no iban más allá de un "nada en espacial, salir, descansar, nada mejor que estar contigo".

Si, él le había contado por qué los lunes, le mencionó lo que ocurrió cuando tenía apenas ocho años. Ese día lloro sobre sus hombros. Ambos se quedaron dormidos sentados sobre el piso de una amplia habitación.

Esta vez, él quería compartir con ella una parte más de su vida.

–Definitivamente tiene que ser especial–pensó. Estaba a una cuadra de su casa.

 –Austin–le dijo dándole ese típico saludo de hombros.

–Ryan. 

–Te olvidas rápido de los viejos amigos. Iba a visitarte, he escuchado que pronto iniciara el MAF.

–Ni me lo digas–bufó.

–¿Qué? ¿ya no te emociona? Solías hablar de ello todo el tiempo.

–Ya lo sé, es una larga historia.

Llegaron a casa, sacó un cigarrillo, le ofreció uno y mientras estaban sentados sobre el tejado de la casa observando el humo esfumarse en el cielo nocturno, Austin le contaba todo.

–Enserio hermano,  siempre te las ingenias para meterte en problemas.

–Ni hablar, todos son unos imbéciles–dejó escapar una bocanada de humo–, ha sido la mejor fiesta del año y vienen a joderme con esto.

–¿Quién será el afortunado de estar en el escenario?

–No lo se y no me importa, si es mi peor enemigo, me da igual. No estaré ahí así que me importa una mierda.

LUNES 3 (Nuevo comienzo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora