LUNES 3 (Nuevo comienzo)

Capítulo 13 - 'Alguien nuevo'

Despertó luego de unas horas. Muy tarde, a decir verdad. La luz del día inundaban toda la habitación y se sobresaltó al notar que estaba en un lugar distinto.

Miró a su alrededor. Nada se le hacía conocido. Y de pronto, volvieron a ella todos los recuerdos de la noche anterior.

-Austin-susurró.

Lo había dejado atrás sin siquiera poder despedirse. ¿Y Björn? En dónde estaba, por qué había cambiado de planes.

Se levantó y se vistió para ir a buscarlo. Le debía muchas explicaciones.

-¡Shirley! Por aquí-elevó la mano para que fuera hacia él.

Sin dudarlo movió sus pies rumbo a donde este se encontraba. Parecía tan feliz, era como si nada hubiera pasado. Lucía increíble, sin preocupaciones y muy emocionado por los días que venían.

-Ven, ven aquí. Mira esto. Son nuestros instrumentos y tienen el nombre de la banda.

Lo miró y no pudo resistirse ante aquella sonrisa. ¿Podía ser posible que en verdad hubiera cambiado los planes por esto?

-Björn, yo quería...

-Ahora no, ven acá; Pruébalos-la animó a tocar la batería y otros instrumentos colocados sobre el césped.

Lo pensó un poco pero al final accedió. Esto la hizo relajarse y olvidar lo que habia pasado.

-Hey, ya están aquí-escuchó a alguien decir.

-Hermano, es bueno verte-le dio la bienvenida con un fuerte abrazo-. Ella es Shirley.

-Ya veo...es...hermosa.

-Oye-lo golpeó ligeramente.

-Hola, Shirley-mencionó estrechando su mano.

-Shirl, él es Caleb.

Un chico alto, fornido, de pelo castaño y alborotado, ojos azules que reflejaban una profundidad en la que fácilmente ella podría perderse.  Personalidad varonil y con un carisma interesante. En pocas palabras, era atractivo.

-Un placer conocerte al fin-sonrió mostrando una sonrisa que dejaría helada a todas.

Si, había encontrado su fuerte.

-Ho...hola.

-Es mi mejor amigo y socio en este negocio. Tiene un gran talento para componer canciones, un gran músico en realidad.

-Detente. No soy tan bueno como tú y no creo ser más bueno que ella-la miró con gran entusiasmo.

-Björn me ha hablado mucho de ti y no sabes lo emocionado que esta por que compartas escenario con él. Era de todo lo que hablaba cuando estaba aquí y créeme, no me molestaba en absoluto.

Ella pareció avergonzarse por un momento. Ya había olvidado su situación.

Intercambiaron algunas palabras sumamente interesantes. Caleb no podía evitar dejar de mirarla, jamás imaginó que sentiría aquel hormigueo en el estómago. Era una especie de señal. Hacía tiempo no sentía algo así. No obstante, no estava seguro de qué era aquello.

-Cuéntame sobre ti-se dirigió a la chica.

-Parece que ya sabes demasiado, no dudaría en que mi hermano ya te haya contado todo.

Tenía razón, pero el quería escuchar su voz para conservarla por algunos instantes y probáblemente para toda la vida.

-En todo caso, qué hay de ti. No sabía nada...Björn es más cuidadoso con sus amigos.

-Vamos hermano, ¿no le contaste sobre mi?-lo miró con media sonrisa.

Y al volver la mirada a ella, le guiño el ojo.

-Ya habrá tiempo para que me conozcas mejor. Después de todo nos estaremos viendo durante la gira y actualmente durante los ensayos.

Tenía razón, había mucho trabajo por delante.

-¿Les parece si empezamos con unas canciones? Esta noche en mi casa. Ya debo irme...

Se despidió de la chica deseando no apartarse de ella.

-Nos vemos en un par de horas.

El chico se fue dejándolos solos en el patio.

-¿Te ha caído bien?- La miró curioso.

-Mmm si, es...increíble. Todos tus amigos lo son-finalizó.

-Es bueno saberlo. Me agrada que estés aquí, conmigo. Compartiendo todo esto.

Se quedó pensativa y recordó el dia anterior.

-Björn, ¿por qué fue así?

-¿Qué cosa?

-Lo de Austin...

Sintió su temperamento cambiar pero debía controlarse.

-Lo siento, ya debiamos partir. Hay muchas cosas por hacer, no quería decírtelo...te ahorré la despedida-mintió.

-No estuvo bien, me dejaste en casa y me impedisté despedirme de él.

-Shirl, no es para tanto.

-¿Bromeas? Dime que no lo haces.

-Vamos, algún día lo volverás a ver...

-Eres un estupido- siseó levantándose de ahí y saliendo fuera de casa.

A dónde iba, no lo sabía. Necesitaba despejar su mente.