Capítulo 12 - 'Es lo mejor'

17 4 1
                                    

-Oye, ¿estás bien?

Escuchó a alguien acercarse a ella. Tumbada en el suelo con un montón de lágrimas a su alrededor fue lo que preocupó al chico.

Si, era aquel al que Björn le había presentado en la fiesta justo antes de golpear al tierno y asombroso Austin Mahone. El mismo chico al que había pedido que la vigilara y que impidiera su salida de casa.

-¡Déjame!-expresó molesta.

-Hey-se acercó a ella y se colocó en cuclillas para elevar su mentón hacia él-. No se qué pasó o por qué tu hermano hizo lo que hizo pero si lo supiera te juro que haría lo posible por calmar ese dolor. Eres...Eres tan increíble que me parte el corazón verte llorar.

Shirley elevó sus ojos hacía él al escuchar aquellas confesiones. Lo conocía, habían estrechado manos hacía un par de horas. Y aún sin conocerlo a la perfección se sintió reconfortáda.

-Sólo quiero salir de aquí-sonó dolida.

-Lo siento, Björn dijo que...

-Eres su estupido vasallo.

-¿Qué? El no es mi jefe, es mi amigo y todo esto es para protegerte.

-Por qué tienes que hacer lo que te pide. Se cuidarme sola.

Se levantó de golpe y corrió hacía la salida pero el chico fue más ágil al detenerla colocando una mano sobre la puerta y quedando muy cerca de ella.

-Le prometí que no saldrías.

Shirley se giró hacía él al sentir su respiración contra el cuello. Lo miró a los ojos y aún exhausto ante aquel arranque también la miró.

Intetó acercarse a ella pero lo abofeteo. No era el momento ni estaba de humor y prácticamente jamás sería el momento. Lo tenía claro, tenía a Austin y él jamás le haría algo así.

-Vete de aquí.

-Shirley, lo siento-se disculpó pero no quería alejarse.

-¡Vete!-siseó.

-Sólo quiero que sepas que yo no soy el malo en este cuento.

Sin pensarlo demasiado, se fue. Era lo mejor. Después de todo no se alejaría de la puerta.

No tardó mucho afuera cuando Björn apareció. Al instante, se levantó de las escaleras en las que se encontraba y fue hacia él.

-¿Qué ha pasado? Tu hermana esta hecha un desastre.

-Déjalo ya. No tiene caso.

-Vamos Björn, te conozco. Se que te importa demasiado pero debes dejarla ir a ver a su novio.

-¡No irá! Se lo he dejado muy claro. A ambos se los he dejado.

-No debe ser tan grave. No hagas algo de lo que te arrepientas.

-No lo haré. Gracias por todo, te debo una.

-Me debes varias-dijo sobriente.

Entró a su habitación. La miró ahí, recostada sobre su cama. Estaba durmiendo y sin despertarla ayudó a hacer sus maletas. Se las arregló para subirla al auto y llevársela lejos de ahí.

Tal vez exageraba, tal vez no. Pero durante el viaje tuvo tiempo de sobra para pensar.

No entendía. Austin siempre le había jurado que Shirley era todo para él. Era lo que más le dolía, su deslealtad. Algo que no perdonaba en la vida.

No tuvo problemas durante un par de horas. Su hermana, seguía dormida y no quería seguir discutiendo con ella. Se debatía entre decirle o no la verdad. Le había dicho al chico que él debía decírselo pero cómo lo haría si los había dejado incomunicados.

Maldición. Golpeó el volante.

Estúpida fiesta.

La bajó del auto con suma delicadeza y la recostó sobre la cama del apartamento que tenía en aquella ciudad. Había imaginado este momento de otra manera y le dolía que tuviera que ser así.

Colocó un par de cobijas sobre ella y bajó el resto del auto.

No pudo dormir pensando que Shirley podría escapar. Además le preocupaba su situación. Aún dormida tenía un semblante melancólico.

-Perdóname-le susurró.

LUNES 3 (Nuevo comienzo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora