Había sido una puñalada al corazón. Los vio juntos. La vio sonreir a su lado y aun cuando no se tomaban de las manos iban tan juntos que proyectaban ser una pareja. Había algo en ellos que le hizo saber que la había perdido para siempre.
No podía describir la sensación, tan solo sintió como si el aire le faltara. Su mirada se tornó triste y un lijero dolor en el pecho se apoderó de él. Sin más se levantó del asiento donde había estado esperando, confiado en que las cosas pudieran resultar mejor.
Se marchó con la cabeza gacha y con amenazantes lágrimas por salir. Corrió hasta llegar a la siguiente esquina y deteniendose por unos segundos se recargó sobre la pared de un edificio para dejárse caer.
Todos aquellos recuerdos a su lado pasaron por su mente en forma rápida pero lo suficiente como para quedarse con ellos. Buenos y malos momentos. Recordó la bella sensacion de estar con ella. Lo bien que le hacia mirarla a los ojos y abrazarla. Lo mucho que amaba sentir cada parte de ella. Acariciar sus labios con suma delicadeza y cuidarla en todo momento.
O las veces en las que la animaba a hacer algo indebido. Se divertian muchisimo, con la adrenalina a mil por hora...
Pero, todo eso...se había acabado.
¿Qué haría ahora?
Se levantó con dificultad y esta vez a paso lento se dirigió a su hotel. Apenas pudiendo con su alma.
Tomó sus cosas y las colocó en la maleta. Sin pensarlo dos veces se dirigió al aeropuerto. No tenía cara para volver con sus amigos así que compró un boleto a aquella vieja cuidad en donde había crecido.
Abordó tras pasar por inspección. Tenía un aspecto fatal y a pesar de saber a donde se dirigía, no sabía a dónde ir. Se sentía perdido. Sólo, viajando por el mundo.
Durmió por unas horas, con tantas cosas en mente pronto calló vencido.
En cuanto despertó escuchó que aterrizarían en un par de minutos. Volvía a estar en casa. A la vieja cuidad en donde algún día vio su suerte caer.
Respiró un aire familiar. Y a paso lento salió de ahí. No existía mejor lugar que el que solía frecuentar cuando se sentía perdido. Aquel sitio en el parque, con una banca junto a ese inmenso árbol.
Dejó sus cosas en el piso y tomó asiento para reconfortarse en ella. Era muy tarde, pocas personas circulaban por las calles.
Inclinándose sobre sus piernas dejó caer todo el peso de su sufrimiento y sin percatarse, alguien ya había estado llamandolo.
-Austin ¿eres tú?-inquirió dudosa.
Este hecho provocó que levantara la cabeza hacia aquella persona tras reconocer la voz.
-Austin-expresó con nostalgia.
Entre la oscuridad pudo reconocerla. Dando gracias de que estuviera ahí.
-Tía Mari-susurró.
Sin más se acercó a él. Tomandolo en sus brazos lo apretó con fuerza.
-¿Qué ha pasado?-quiso saber al verlo decaido y sufriendo.
-Soy un imbecil...perdí al amor de mi vida.
-¿Shirley?-peguntó.
-Si. Ahora no quiere verme y...
-Alto, espera. Vamos a casa-tomandolo del brazo lo guió hasta allá.
Pobre muchacho. Huir de sus problemas no era exactamente lo correcto.
-Pasa. Deja tus cosas en la sala. ¿Tienes hambre?
Austin afirmó y ella se dirigió a la cosina para preparle una rica cena. Hacía mucho que no lo veía y tenerlo ahí le emocionaba aunque no demasiado al notar su aspecto y las razones por las que estaba ahí.
-Has cambiado mucho. Eres más alto. Tu voz es más gruesa y eres más apuesto de lo que ya eras.
-Gracias, no tienes que decirlo...siento no haber venido antes...-se sintió un poco apenado.
-Anda ya. Es bueno tenerte aquí.
-¿Y Yael?-quiso saber debido al tiempo que había estado ausente.
-En su ultimo año. Viene regularmente. Justo se acaba de ir, lo he acompañado al aeropuerto es por eso que te he encontrado mientras venía a casa...
-Ya veo. Parece que le va bien-desvío el curso de la conversación-. Y tú ¿cómo has estado?
-Muy bien. Ando de aquí para allá de modo que no sienta la usensia de ambos. Pero todo bien.
Volvió a la mesa con la cena de Austin y extendiendosela dijo gracias.
-Esta exquisito.
Lo miró felizmente pero era hora de hablar.
-¿Qué ha pasado, cariño?
Mastico su bocado con dificultad y sintiendo como este bajaba por su garganta. Tomó un sorbo de agua para poder hablar.
-Hice algo que jamás debí...-comenzó-todo estaba tan bien, ella se iría de gira y la vería en unos días. Quería pasar tiempo a su lado. Preparé muchas cosas. Pero cuando creí que podía superarlo cometí un error.
Su tía escuchaba con atención adelantandose a lo que le podría decir.
-...Estabamos de fiesta, ella fue a ver a un amigo de Björn y Cloe apareció. Bebí un poco así que la besé.
Ella comprendió hacía dónde se dirigía. Llevándose una mano a la boca para no decirle algo antes de que concluyera.
-Björn nos vio y ya sabes cómo es él. Me golpeó, estaba furioso y la apartó de mi...-recordó el dolor que sufrió-. Hace dos días fui a verla para disculparme pero estalle y lo arruiné todo. Traté de arreglar las cosas, esta noche iba a hablar con ella pero la vi con alguien más y me fui. No podia volver, así que vine hasta aquí- suspiró profundamente.
-Bueno, no puedo decir que todo eso que hiciste estuvo bien porque no lo fue pero si la amas las cosas se arreglaran.
-Ya es tarde. La vi con alguien más...
-Austin-lo calló-, alguna vez te dije que no sería facil y que debías hacer lo posible por aclarar las cosas. Que no te apresuraras a pensar que todo estaba perdido. Te dije "sé paciente". ¿Lo recuerdas?
Austin recordó aquel momento cuando las cosas andaban mal entre él y Cloe, podría decirse que parte de su historia se estaba repitiendo.
-Si, lo recuerdo-dijo cabizbajo.
-Bueno, pues te lo vuelvo a decir. Es lo mejor que puedes hacer. Olvida tus arranques de ira y trata de mantenerte cuerdo.
Ella tenía razón y era algo que Austin necesitaba escuchar.
Esa noche se quedo a dormir en su vieja habitación. Tuvo tiempo de sobra para pensar y recordar todo lo que había vivido ahí.
Tal vez las cosas si que podrían ir mejor. Cerró sus ojos y durmió tratando de olvidarse de todo.
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LUNES 3 (Nuevo comienzo)
ChickLitEsta es una historia más de como el amor sigue siendo amor a pesar de las desventuranzas que se puedan tener. El amor no es perfecto y no se trata de una sola persona para toda la vida, mucho menos si se trata de un amor joven, de un amor adolescent...