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capítulo 2

Fui con Luz a tomar clases y fueron normales, por ahora.

Como siempre no presté  atención a lo que él profesor decía. Escribía en mi cuaderno él cual lo llamo «Notas de suicidio» el día que logre matarme los que vean él libro verán todo lo que sufrí.
Espero que Abraham sea el primero que lo vea, por que a él se debe todo esto, por su puta culpa quiero morir lo antes posible.

El timbre sonó, avisando que era el receso.

- Vamos Luz antes de que nos moleste Mateo y los boluditos de sus amigos - le digo. - no estoy de buenas para sus estupideces - La tomo del brazo y la arrastro por todo el instituto hasta llegar a la entrada. Estábamos en la puerta pero de pronto nos pararon los Playboys más irritantes del mundo. Bueno, para mi lo son.

- ¡No quieran escapar! - Exclama Abraham - Perez te dije que no te me ibas a escapar.

- Pudrete idiota - le dije casi escupiendo esas palabras.

- ¡Oye! Con ese tonito no me hablas a mi ¿Entendido? Respeta - Me dijo tomándome de la barbilla yo solo rodé los ojos.

- Dejame, eres un idiota. - Le digo - ¿Respetarte? ¡JA! ¿Que te sientes o que? - le dije con repugnancia.

- Mira mejor callate - dijo con su voz irritante. - ¿Y sabes qué? - pregunta con enfado.

- ¿Que jodidos quieres? - preguntó irritada.

- Muerete... Nos harias un gran favor - Me toma del brazo con fuerza, me siento tan débil estando frente de el. Pero no le voy a demostrar que soy débil.

- ¿Sabes? Eso haré. - Me suelto de su agarre con fuerza y lo miro a los ojos, una furia se apodera de mi y la siento arder cuando estampo mi mano en su mejilla con gran fuerza que hace que se voltee y quede marcada su mejilla. Todos se me quedaron viendo, sus amigos y mi amiga con asombro, solo me eché a correr hasta llegar a los baños, entré y  cerré la puerta, enseguida mi mejor salida es la que últimamente se ha vuelto mi mejor amiga "La Nabaja". Me hice varios cortes mientras escuchaba (Multimedia) lloraba. No por que me estaba cortando, sino por que me dolía que Abraham fuera así conmigo.

¿Por que es así?

Ya eran suficientes cortes, me levanté del piso, me lave los brazos, la cara, me peine y fui directo a casa. Tenía otra clase pero hiria por ahí a fumar o tomar. Total me da igual que me pase, lo que me mate mas rápido es mejor.
Iba caminando por la plaza donde suelo ir siempre, mientras fumaba.
Seguí caminando hasta que choqué con alguien.
Era Sergio era un chico muy majo; cabello negro, ojos café claro, tenia barba de casi tres días y su piel blanca.

- ¿Qué haces fumando? - pregunta con preocupación - ¿Sabes que te hace mal? -me dijo tratando de quitarme el cigarrillo.

- A ti que carajos te importa. Salte de mi camino, idiota - le dije mientras lo esquivaba.

- Me importas más de lo que crees. Así que deja esas cosas - Intenta de nuevo quitarme el cigarrillo con una mirada tan plácida.

- Mira mejor largate Sergio, no vengas con tus estupideces. Eres amigo de Abraham y eres igual de estúpido que el así que mejor quitate de mi camino - Le dije con enojo, me di media vuelta y seguí mi camino.

Sigo caminando hasta el Bar que más amo. Hay drogas, alcohol, tabaco y todas esas cosas que cualquier joven desea ahora.

- Lo más fuerte que tenga, por favor - le pedí al mesero que estaba en la barra.

***

Ya estaba pasada de copas no se ni cuantas tomé.

Iba directito a mi casa, como ya es costumbre siempre sola.
Hasta que choco con un idiota, que no se fijaba en él camino. Por la forma en la que se movía él también estaba ebrio.
Cuando levanté la vista hasta sus ojos, me tope con unos ojos que me echizaron al instante.
No se si fue el alcohol o que pero enseguida hizo que me sintiera nerviosa.

Las dejamos con la intriga amores ah.
Muchas gracias a las que nos leen. Las amamos.
Enserio queríamos agradecerles.
Ya somos 130. Nos alegra que les guste la novela y también esos hermosos comentarios.

~ TonnyBrii