capítulo 3

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Merida

-Bien, parece que la tormenta se a calmado. Gracias por su atencion caballeros pero tengo que irme.- dijo el azebache tomando un último trago al tarro de vidro que tenía en su mano.

-No fue nada, sólo ten cuidado con los guardias reales que vigilan las calles, por aquí no son muy bien recibidos los vikingos para el reino.- advirtió el tabernero.

-Si, lose. Tendré cuidado y gracias por la ayuda.- agradeció una vez más el vikingo y se retiró del lugar.

Me mordí mi labio inferior mientras me debatía si seguir al vikingo o no. Al decidirme tome lo último que quedaba en mi vaso, deje una monedas de plata para pagar, agradecí el servicio y salí del bar en busca del vikingo.

Al estar afuera me topé con aquel azebache viendo con atención a mi caballo, el vikingo acercó levemente su mano al hocico de Angus pero como era de esperarme Angus relincho y movió su cabeza para evitar contacto con aquel hombre. El vikingo de inmediato apartó su mano y bajo un poco la mirada.

-¿Jinete de dragones pero no puede tocar a un simple caballo?- pregunte irónica, posé ambas manos en mis caderas y me acerque al vikingo hasta quedar frente a el.

-Vengo de una isla donde la fauna son principalmente reptiles con alas. Los caballos no abundan mucho allí que digamos.- dijo un tanto sarcástico a lo cual yo solté una leve risa y negue con la cabeza.

-¿Sabes? me interesó mucho lo de jinetes de dragones.- le confece.

-Ha ¿Enserio? A Berk no le haría mal otro jinete de dragones.- dijo mientras intentaba volver a acariciar el hocico de Angus pero de nuevo este no se lo permitió.

-Oye, conozco muy bien los lugares y tierras de aquí, podría ayudarte a encontrar a tu dragón. - ofrecí esperando un si por respuesta.

-Eso me ayudaría mucho ¡Gracias!-ma agradeció el azabache con una sonrisa.

-Sube a mi caballo.- dije al momento en que me subí en Angus.

Eret obedeció, se sento detras de mi y se sostuvo de la silla de Angus.

-Por ciero, no me has dicho tu nombre misteriosa.- mensiono al momento en que partimos al bosque

-Merida.- dije tensandome un poco.

-Mucho gusto Merida... - se detuvo esperando a que le dijera mi apellido cosa que no haría.

-Solo Merida.- afirme enfocando mi vista al frente.

Los truenos y relámpagos se habían alejado dejando sólo una leve lluvia.

-Dime, ¿En donde viste por última vez a tu dragón?- pregunte viéndolo por el rabillo de mi ojo.

-Fue como a dos kilómetros hacia el Este. Mi dragón perdió su vuelo y caímos por unas montañas.- dijo.

"A dos kilómetros al Este, ahí se encuentran las cataratas de fuego." pensé recordando el camino para llegar hasta al punto mencionado.

-Bien ¡Sujetate!- le avise apurando el paso de Angus tirando un poco de las riendas.

-Descuida, de seguro rompe creneos nos encontrará primero a nosotros que nosotros a el.- mencionó a lo cual yo detuve al corcel de golpe.

-¿Sucede algo?- preguntó desconcertado por mi acción repentina.

-¿Rompe cráneos? ¿No había un nombre más rudo o peligroso?- pregunte sarcástica, pero que más podía esperar de los vikingos, escuche que a ellos les gusta poner nombres feos ¿La razón? No lo se.

Está Dentro De Ti (Mericcup)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora