Capitulo 16

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Merida

Una nube de humo gris nos envolvía a Hipo y a mí pero con conforme pasaban los segundos la nube se dispersaba dejándonos ver con mayor claridad. Mi vista quedó en blanco al ver al dragón que estaba a punto de matarme frente a mí ahora derribado y completamente inconsciente, amenos eso creía que estaba.

–¿Está muerto?– pregunte.

–No, solo está noqueado. Patapez inyecta le sedante de dragón– le pidió al vigingo gordo que llegaba junto con su Gronckle.

Este sacó una especie de aguijón y se lo inyectó al dragón frente a nosotros.

–¡Hipo! ¿Están bien? No me creerás lo que encontré no muy lejos de aquí.– avisó Astrid aterrizando en su Nader.

–Si. Ya estamos bien– le confirmo el castaño.

– A unos cuantos metros de aquí, está el cadáver del alfa– contó.

–Si y parece que hemos encontrado al culpable de todos los dragones heridos, los destrozos del nido y...–

–Al alfa asesinado– finalizó Astrid por Hipo.

–Hipo ¿Ya lo viste bien? Es un Dragón desconocido– le dijo Patapez.

Los tres Vikingos se quedaron viendo al reptil derrumbado y las miradas de los tres quedó en chock.

–¿Acaso es-esto es un Furia nocturna?– pregunto Astrid desconcertada.

–Imposible. Puede que se parezca a uno pero es todo lo contrario a chimuelo– dijo el pie de metal viendo al dragón blanco y luego al negro.

–Lo se, pero sus rasgos son idénticos, es como chimuelo pero en versión blanca y con alas emplumadas– dijo Patapez y soltando un silbido y acariciando las alas del dragón.

–Mejor no lo toques hasta que lo llevemos a Berk– pidió Hipo sin quitarle la vista a la criatura.

–¿Espera? ¿Piensas que lo llevemos a Berk? ¿A NUESTRO Berk?- pregunto incrédula Astrid al líder.

– No pienso dejar a un dragón desconocido y  de extremo peligro siga atacando nidos y matando a los Alfas. Es un Dragón completamente nuevo para nosotros y aunque deseé con todo el alma que el sea un Furia noctura no lo puedo confirmar hasta no haberlo estudiado– explicó el vikingo líder.

– Entonces ¿Encontramos una nueva especie de dragón?- preguntó con entusiasmo el joven más grande entre nosotros.

Hipo asintió y una sonrisa se asomó en los rostros de los otros Vikingos.

–Mamá llegará mañana temprano con más ginetes, ellos se quedarán de cuidar a los otros dragones que aún no se curan y nosotros regresaremos con esta belleza– dijo  Hipo viendo con un brillo en los ojos al dragón que hace poco derribo.

–Oye Hipo no te encariñes a con el, por lo visto es un dragón realmente peligroso.– advirtió Astrid.

–Nada que no haya experimentado ya con otros dragones.– se defendió el castaño.

Hipo y los otros estaban aún asombrados al ver al reptil que me salvó la vida una vez y que también me la intento quitar. ¿Qué irónico no? Me reí en mis adentros pero mi risa desapareció y se convirtieron en quejidos al sentir de nuevo el dolor en mi pierna, sentía la sangre correr. Mi vestido verde ya estaba repleto de sangre.

–aahg– me quejé.

–¿Merida?- pregunto Hipo al escucharme y su mirada cambio a una de pánico. –¡Oh por THOR! Tú pierna–

Está Dentro De Ti (Mericcup)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora