Mérida
Entre a la gran cabaña con paso largo dejando al jefe de Berk detrás mío y quejándose de dolor. No sé si me arrepienta después por lo que le dije de regresarme sola ya que me puedo topar con la triste necesidad de pedirle que me lleve de nuevo a Berk.
—Aveces debo de ser menos hostil pero ese tonto se lo busco con sus tontos chistes.- trate de relajarme y frente a mi se poso una mujer robusta de edad mayor.
-¡Buenas noches querida! Yo soy Doli y estoy a cargo de este lugar- se presentó la mujer muy alegre.
—Yo soy Mérida- me presenté y la mujer me vio con mirada extraña.
Arque la ceja y derrepente la mujer frente a mi alzo mi codo empezando a ver cada parte de mi ¿vestido?
-Hum... Mmm- murmuraba la señora ahora caminando de un lado a otro, analizando me.
—¿Sucede algo?- pregunté mirándola por atrás de mi hombro.
—Lo siento señorita, tengo muy buena memoria y nunca la había visto por aquí- contesto aún viéndome de pies a cabeza.
Yo reí y ahora entendía el porque me veía tan raro.
—Yo soy nueva en la isla de Berk- dije acomodando uno de mis mechones rizados atrás de mi oreja.
La señorita le brillaron los ojos al escucharme decir eso.
—¡LINDA! ¡Lo hubieras dicho antes! Si es tu primera vez aqui ¡TIENES UN DESCUENTO DEL 10%! - dijo y me entrego una manta, unas botellas con aroma a fragancia y una barra de jabón.
—Eh... ¡Gracias!- apenas logré agradecerle ya que la mujercita me estaba empujando hacia un biombo para cambiarme de ropa.
La misma mujer empezó a desvestirme sin dejarme hacerlo por mi misma.
—¡Oiga!- me queje.
—¡También contamos con servicio de lavado de ropa!- sonrió y envolvió mi cuerpo desnudo en la manta.
—Eso suena genial pero...- trate de decirle pero ella me interrumpió
—¡LO SE! Asi que me llevaré toda tu ropa y te la dejaré limpia y lista cuando te vayas- tomo toda mi ropa, incluyendo mis botas.
—Pero- trate decir algo pero igual me ignoro.
—¡Solo que eso sí te costará completo unas 30 monedas de oro querida! ¡Ahora disfruta tu tiempo en las aguas! ¡ADIOS!- cerró la puerta frente a mi dejándome sola con la palabra en la boca.
Quedando me unos diez segundos en el trance que acaba de pasar me encamine hasta otra puerta grande y al abrirla me tope con diferentes pozas con agua caliente, el vapor podía notarse con facilidad, sentí mi cabello como empezaba a esponjarse más de lo que ya estaba, en el mismo lugar se encontraban varías mujeres vikingas en las aguas termales, todas de diferente edades tanto como niñas que eran bañadas por sus mamás hasta pequeñas ancianitas. Parecía agradable todo pero el único inconveniente para mí comodidad era que todas ellas estaban completamente desnudas.
Durante toda mi vida siempre tuve mi privacidad para bañarme sola sin tener que ver a alguien más desnudo, la única vez que no fue así fue durante mi niñez ya que me bañaban con ayuda de una de las sirvientas y con la supervisión de mi madre. Pero bueno hablamos de cuando era una niña. Ahora yo no estaba acostumbrada a esto y me sentía algo incómoda y expuesta.
Pensé unos segundos si era buena idea asearme aquí y la verdad si había muchas mujeres en cada poza, todas se veían tan tranquilas y confiadas con sus cuerpos al descubierto.
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Está Dentro De Ti (Mericcup)
RandomMerida Dunbroch. Primogénita del clan Dunbroch y próxima reina de Escocia. Ella siempre supo que el destino vive dentro de uno que sólo se tenía que ser valiente para verlo. Merida sabía que ella escribiría su propia historia pero el orgullo de sól...