capitulo 10

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Merida

Caminaba con paso decidido por las calles de Berk, mis manos se encontraban empuñadas en mis costados, mi ceño se profundizo mas al escuchar la voz de aquel Vikingo sin pie que ha rondado mis pensamientos desde que llegue.

-¡Merida! por favor detente.- pidió a unos cuantos pasos atrás de mi.

me voltee bruscamente para encararlo. "¿Que era lo que quería?" me pregunte en mis adentros.

-¿Qué? ¿Qué sucede Hipo?- pregunte al verlo de frente.

Hipo tenia su aliento agitado pero no tardo en reincorporarse y tomar una leve bocanada de aire.

-Merida, no puedes pelear contra Astrid, por favor no lo hagas.- pidió en forma se suplica.

-¿Que? ¿te da miedo de que le haga algo malo?- pregunte alzando una ceja.

-La verdad es al revés. Tengo miedo que te pase algo a ti.- aclaro el castaño con ojos de preocupación.

-¡Ja! Pues haber si logra hacerme algún daño.- le dije para de nuevo retomar mi camino.

-¡No, espera!-El vikingo me tomo de la muñeca obligándome a regresar mi vista a el. -Enserio no peles contra Astrid, tu no la conoces, ella es muy competitiva.- me rogo una ves mas.

Me zafe bruscamente del agarre de Hipo y fruncí mi seño. -¡ESCUCHA HIPO!- hable fuerte para obtener toda la atención de el y así escuchara bien cada una de mis palabras.

-Puede que conozcas a Astrid pero no me conoces a mi, no sabes de las cosas que puedo llegar hacer, así que no pienso cancelar la pelea, tu amiga no me causa miedo asique por favor ¡ya déjame!- grite lo ultimo haciendo que Hipo retrocediera un paso.

Una vez mas le di la espalda y continúe caminando ahora tenia que ir por mi espada y practicar un poco antes de la cinco. Mire el cielo y con eso pude darme una idea de que hora era.

"Faltan cuatro horas. Con eso basta" dije para mi misma y continúe mi camino.


[...]

Los gritos de los Vikingos se dieron a escuchar en toda la arena de combate, todos veían desde la reja superior el lugar de combate esperando ansiosos a la pelea que se dio a conocer el resto del día hasta ahora. Los gemelos se dieron a la tarea de invitar a toda la isla para que vinieran e hicieran sus apuestas. El sol estaba en su mismo ocaso esperando cualquier momento para esconderse. El aire en esta isla se empezaba a poner más fresca provocándome escalofríos por mi espalda. Ahora entendía porque sus ropas tenían tanto pelaje y cuero. Aun abrazándome y cubriéndome con mi capa negra era imposible evitar las brisas frías que traían consigo el anochecer. Sin embargo eso no me detuvo a que viniera para enfrentar en una pelea "limpia" a Astrid quien se preparaba con su hacha afilándola con una piedra.

"Aun con lo mucho que me a retado desde que llegue, ella me agrada"

Mencione en mis pensamientos alegrándome en saber que las chicas vikingas son atrevidas y sin titubeos, no como en DunBroch las mujeres de mi edad allá por mas campesinas que sean buscan cuidar su nombre y representar una digna mujer para el hogar. No había conocido ninguna chica en el reino que compartiera los mismos deseos de salir de casa en busca de aventuras y nuevos retos.

-Bien chicas ¿están listas?- pregunto Bocón.

Astrid y yo asentimos y el vikingo mayor se encargo de levantar la reja para que ambas entráramos a la arena de combate.

-Espero que estés preparada para una dura pelea pelirroja- me dijo Astrid caminando por detrás de Bocón.

La fulmine con la mirada y sin vacilar entre también al área de batalla pero antes de que pudiera dar un paso mas una mano atrapo mi abrazo impidiéndome avanzar.

Está Dentro De Ti (Mericcup)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora