Está Dentro De Ti (Mericcup)

Capítulo 13

Merida

Unas horas mas tarde Eret y yo estábamos en la academia de Dragones. El vikingo me conto las cualidades de cada dragón que tenían en la academia pero a mi eso ya no me interesaba mucho, ¡Demonios! Acabo de leer todo el libro de dragones, quiero pasar a lo practico.

-Eret, ya se que los Gronckles comen rocas y que con eso hacen su lava y blablablá. ¡Por favor, ya déjame montar uno!- le pedí mas que suplicante, desesperada.

El azabache me vio divertido y soltó un suspiro resignado

-Merida ¿aun no entiendes la primera lección de un jinete de dragones?-

me miro esperando a mi respuesta, pero yo solo calle.- Para ser un jinete no basta con solo ser valiente para montar un dragón, hay que conocerlos bien para así poder entenderlos y lograr esa conexión especial entre jinete y dragón. Cuando hayas obtenido la lealtad de un dragón, este será tu leal compañero por siempre.- finalizo el vikingo, se acerco a su dragón y junto su frente con el cuerno del Reptil gigante.

-Conmovedor.- dije lo mas desinteresadamente posible.

-En palabras más simples me estas diciendo que aun no tengo dragón y por eso no me enseñaras a jinetearlos.-

Eret rodeo sus ojos y negó con la cabeza.

-Mira, no seré exigente solo dame un Nader como el de Astrid- dije con la sonrisa mas grande que pude, él vikingo me miro decepcionado y negó nuevamente.

-Hola Eret, ¿Como te va con la novata?- pregunto Astrid entrando a la academia acompañada de su dragón.

"Ahora soy yo la novata ¿he?" dije en mis adentros y fulminaba con la mirada a la rubia.

-Ella a progresado en sus conocimientos, al poco tiempo tendrá aun confiable dragón.- afirmo el vikingo más grande.

-¿Qué? ¿La nueva aun no a podido hacerse amiga de un dragón? - pregunto en burla la oji azul.

Apreté mi mandíbula para evitar decirle mil y un cosas a la vikinga rubia pero era casi imposible no querer golpearla en ese instante.

-Disculpa pero tampoco llevo tanto tiempo en esta isla y por lo que veo todo dragón de aquí ya tiene a su jinete- Me defendí con mi argumento y Eret fue el primero en darme la razón.

-Merida tiene razón todos los dragones que viven aquí ya tienen dueño.-

Astrid de nueva cuenta iba hacer un comentario probablemente ofensivo o de burla hacia mi pero la voz de alguien llamándola la interrumpió.

-Astrid, prepara a Tormenta, saldremos hacia el norte en veinte minutos.- dijo la voz del vikingo que lideraba esta isla.

-Enseguida-

La rubia asintió sin dudar y fue con su dragón para prepararla.

Mi curiosidad es muy fuerte y casi siempre me domina cuando hay algo que quiero descubrir y normalmente hago de todo para saber las respuestas aun cuando no deba meterme en ellas asique esta vez no fue la excepción, mi gire a donde estaba el castaño y pregunte.

-¿Adonde van?-

-¿Eso no te incumbe a ti pelirroja- Me dijo desde el otro extremo de la academia la vikinga quien aun revisaba a su dragón.

Una vez más la fulmine y apreté mi puño esta vez conteniendo el enojo.

-Astrid por favor- le reprocho Hipo pero ella solo levanto los hombros y siguió con lo suyo.