Merida
Un ruido fuerte y unas pisadas no muy discretas me hicieron despertar de mi "no muy profundo sueño" ¿Qué habrá sido? ¿Un dragón? Bueno... estamos en un nido de dragones es normal si uno anda caminando por allí aun que ya es más de media noche.
Me levante silenciosamente del piso, mire a la rubia que dormía plácidamente alado mío, Astrid soltaba leves ronquidos que no molestarían a ninguno en realidad pero a comparación de los ronquidos que soltaba Pata pez, ahora agradecía no estar en los zapatos de Hipo ya que a el le toco dormir alado de el en esta pequeña cueva en la que acampábamos. Los dragones dormían más lejos de nosotros pero mas cerca de la entrada a la cueva, así ellos nos podían proteger por si algún otro dragón intentaba algo malo. Pero todos los dragones que habitaban en este nido eran de las especies más tranquilas y menos feroces, no entendía que clase de dragón entraría a este nido a atacar a estos pobrecitos reptiles.
Después de divagar muchos minutos por mi cabeza decidí ahora si ponerme de pie y comenzar un plan que se me había ocurrido un poco antes de quedarme ligeramente dormida. Aun que mis ojos pedían a gritos cerrarse mi mente y ganas de ir a buscar y domar un dragón me ganaban en un máximo cien porciento. Mire a Astrid que dormía abrazando su hacha como si en cualquier momento llegaría alguien e intentaría matarla, eso o simplemente le tiene mucho carillo a esa arma pero si ese es el caso no la culpo yo no se que haría sin mi arco que me dio mi Papá.
Y una vez mas un dolor profundo surgió en mi ser al recordar a mi padre.
-Vamos Merida recuerda que lo haces para seguir tu destino- susurre cerrando fuertemente los puños.
entonces escuche unos gruñidos afuera de la cueva y la sombra de unos dragones que pasaron casi corriendo frente a la cueva.
-Tu destino como jinete de dragones-
Salí lo más sigilosa y silenciosamente posible de aquel lugar sin despertar a ningún vikingo ni dragón. Cuando mi escapatoria tuvo éxito me felicite por dentro y continúe con mi plan de ir a buscar a mi propio dragón.
Tome una rama gruesa, un parde piedras y con ellas hice una antorcha con la que podría ver el camino ya que el interior de la montaña estaba muy oscura pero era gracias a las averturas de la montaña que dejaban entrar la luz de la luna y asi se podia distinguir con más claridad el lugar. Unos minutos mas tarde ya me encontraba mas alejada del lugar, deje cosas en el camino que me recordarian el lugar para regresar con los demas y grabandome los lugares en donde había pisado. No me perderia tan facilmente, estas cosas de explorar en lugares desconocidos no eran nuevas para mi, desde los ocho años ya habia recorrido mas de la mitad del bosque de DunBroch por mi propia cuenta, si Hipo supiera eso no me trataria de la manera en que lo hace, incluso ya me hubiera dado a mi drag...
Mis pensamientos se quedaron en blanco al toparme con un monton de arboles destruidos y un largo camino de sangre que se estendia hasta lo profundo del bosque de la isla. Una brisa helada surco por mis hombros haciéndome estremecer, mi respiración se irregularizo al igual que mi corazón. Trague duro en mi garganta y con toda la valentía que me podía cargar en ese momento me adentre entre los árboles todos destruidos por aparentemente garras.
Con la luz del fuego de mi antorcha iba siguiente el rastro de sangre que se estendia con cada pisada que daba. Entonces escuché sonidos de pequeñas pisadas y aleteos. Apure un poco más mi paso viendo cómo no solo el hedor de la sangre se intensificaba sino un aroma a muerto empezaba a persibir. Una vez más mi corazón se detuvo y mi estómago hizo ahora un nudo muy muy fuerte al encontrarme con tal cosa frente a mis ojos.
Sentí unas náuseas terribles al ver a un dragón fácilmente más grande de treinta metros de ancho y talvez unos cuarenta de largo. Era enorme uno de los más grandes que había visto desde que llegué a Berk. Ni siquiera sabía que clase de Dragón era, ese nunca lo había visto. Su piel escamosa repleta de sangre y su lomo invadido por cuervos que le arrancaban la piel me dificultaba saber sus aspectos solo podía apreciar su enorme tamaño su patas llenas de sangre y lo que parecía su cuello que estaba degollad, todo era tan horrible pero por alguna razón el cadáver del dragón frente a mí no era lo que terminaba de inquietar me en ese momento si no era que...
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Está Dentro De Ti (Mericcup)
RandomMerida Dunbroch. Primogénita del clan Dunbroch y próxima reina de Escocia. Ella siempre supo que el destino vive dentro de uno que sólo se tenía que ser valiente para verlo. Merida sabía que ella escribiría su propia historia pero el orgullo de sól...