Capítulo 7- Ruptura

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-¡No! ¡Lo hago ya!
-Si lo haces ahora te arrepentirás.
-No, y no me lo vas a impedir. -marco el número de Dylan y, como siempre, coge a los pocos segundos.
-¿Si?
-Hola Dylan.
-Hola Ali, es un poco tarde allí, ¿No?
-Sí, pero quería decirte que rompo contigo.
-¿Qué?
-Que quiero romper, y de excusa te pongo que las relaciones a distancia son horribles.
-¿Y cuál es la verdadera razón?
-Que me gusta Jayden.
-Me dijiste que solo erais amigos.
-Pues me mola.
-Ali, solo dices mola cuando estas borracha, así que dime, ¿Cómo de borracha estas?
-Solo un poquito.
-Llámame cuando estés sobria.
-¡No! ¡Rompo contigo!
-Ali, llámame mañana y hablamos más tranquilos.
-No quiero.
-Estás borracha, tal vez te arrepientas.
-Te aseguro que no me voy a arrepentir de esto, no te quiero, déjame en paz.
-Mira Ali, mañana te llamo, ¿Si? Necesito dormir, coge el teléfono cuando te llame.
-No, ya no soy tu novia, puedo ignorar tus llamadas si quiero.
-Se que cogerás-oigo una voz de fondo, pero no sé si es de chico, de chica, de animal o de ordenador, estoy demasiado borracha como para saberlo-. Te llamaré a una hora en la que supongo ya estarás despierta, con resaca, pero despierta.
-No, eres mi ex, desde ya-cuelgo el teléfono y miro a Jay con una sonrisa, tiene cara de haber visto un fantasma, mero a la vez hay una chispa de alegría en sus ojos-. Listo.
-Será mejor que te lleve a casa.
-No.
-Sí, antes de que hagas una estupidez.
-Jay-alargo la a de su nombre y le cojo el brazo, pongo la cara más adorable del mundo, no quiero irme, no todavía-. No quiero irme.
-Has cometido una estupidez rompiendo con Dylan, vámonos antes de que cometas otra estupidez.
-No he cometido ninguna estupidez, estoy enamorada de ti, ¿Qué querías? ¿Qué saliese con el estando enamorada de ti?-tarda en contestar, como pensándose que responderme.
-Te llevo a casa.
-No... por favor.
-¿Por qué quieres quedarte?
-Porque me gusta estar contigo.
-Pero es que no quiero que hagas mas estupideces.
-¿Acaso es esto una estupidez? -le cojo por la camisa y le atraigo hacia mi hasta besarle, es la primera vez que llevo yo el ritmo cuando beso a Jay, y eso parece sorprenderle, ya que tarda bastante en alejarse, como creía que iba a hacer desde el principio, porque parece que ya no me quiere.
-Si... un poco...
-¿Me estas rechazando...? -las lágrimas salen de mis ojos, tenía la esperanza de que aceptase el beso y me dijese que aun me quería, me alejo, pero me coge del brazo y me pega a él.
-Ni en sueños-me besa y yo le sigo el beso, el sabor del alcohol se mezcla con el de su boca, pero no me importa, recuerdo perfectamente sus besos, aunque ahora son mejores que antes, cuando se separa de mi tiene su sonrisa de siempre, yo solo una sonrisa tímida-. Ahora a casa.
-Solo si te quedas conmigo.
-Vale, nos despedimos y nos vamos. -nos despedimos y, después de que le he obligado a bailar una canción, nos vamos al coche, me siento y me apoyo en la ventana, cuando empieza a conducir se me ocurre una pregunta.
-¿Por qué me has preguntado todas esas cosas antes?
-Quería buscar fallos...
-¿De qué?
-De que no, de quien, y... de Dylan.
-¿Por qué? ¿Estabas celoso?
-Si...-sonrío un poco y cierro los ojos, estoy a gusto ahora que no tenemos que estar tensos por la relación que tenemos-Y tú, ¿Por qué salías con Dylan si no le querías?
-Para olvidarte...
-No te sientas mal, yo me inventé a Sarah, así que no tuve novia, tu sí.
-¿Te la inventaste? ¿Por qué?
-No lo sé, simplemente lo dije... supongo que quería ver si te molestaba o no.
-¿Creías que me pondría celosa?
-Igual...
-Pues no me puse celosa.
-No se puede tener todo.
-Lo sé mucho mejor que tu.
-Verdad, oye, seguramente no recordaras nada de esto, pero... ¿Querrías recordarlo?
-Claro que si, además, si lo recordaré, tengo hipermnesia.
-Es verdad...-llegamos a casa y le cojo la mano, me mira a los ojos- Ya hemos llegado, baja.
-Quédate, no me gusta vivir sola.
-Vale... supongo. -bajamos del coche y subimos a mi apartamento, cuando Jay cierra la puerta me libro de mi vestido y de mis tacones, haciendo que Jay me mire de arriba abajo, me dirijo hacia mi cuarto provocándole.
El me sigue y le quito la chaqueta al llegar a mi habitación, le tumbo en la cama y me siento encima, le beso, adoro esos besos, pero cuando noto que Jay empieza a calentarse se me ocurre torturarle un poco, me libro de sus zapatos y me tumbo a su lado.
-Quédate a dormir...
-No...
-No me gusta estar sola...
-No tengo ropa para cambiarme, ¿Quieres que salga mañana así vestido?
-Nadie te va a ver.
-Vale... voy a la habitación de al lado...-le beso y le abrazo, para que no me deje sola.
-Duermes aquí, y te prometo que mañana te daré sexo.
-No me prometas eso... mañana seguramente querrás volver con Dylan, y a mí me querrás ver muerto por que te he besado.
-No seas tonto. -le doy un beso en el cuello, me gusta provocarle, es divertido.
-Borrachita...
-Idiota...-me da un beso en la frente y yo sonrío, le acaricio el pecho hasta que noto que me voy a quedar dormida, entonces digo mis dos últimas palabras antes de dormir- Te amo...
-Yo también. -sonrío y me duermo en sus brazos, por primera vez en mucho tiempo duermo relajada al completo, sin nada malo en mi cabeza.
Me despierto con un gran dolor de cabeza y con los recuerdos de anoche borrosos, me miro, estoy solo en ropa interior, miro al que me rodea con los brazos, es Jay, pero está completamente vestido, así que no hemos tenido sexo, pero... dios, ¿Cómo pude hacer eso anoche? Me suelto del abrazo de Jay y le doy un beso en la mejilla, haciéndole sonreír en sueños, la verdad es que lo amo, no es algo que dijese por el exceso de alcohol, y si el también me ama... todo seria genial.
Me pongo el pijama y sonrío recordando la cara de Jay cada vez que, hacia algo para provocarle, voy a la cocina y preparo dos boles de cereales, cuando termino mis cereales veo a Jay entrar a la cocina, bostezando.
-Buenos días... ¿Qué hora es?
-Las diez.
-Que tarde...
-Tampoco lo es tanto, yo me suelo despertar sobre las once porque no duermo demasiado bien, pero no se... esta noche he dormido genial.
-Pues porque tienes el día libre, que si no madrugabas y todo.
-Ya...-cojo el helado de galletas para acabarlo, le doy un beso en la mejilla a Jay y voy a la sala, me siento en el sofá y empiezo a comer recordando la boda, pero entonces suena mi móvil, miro quien es, mierda, Dylan.
Salgo al patio y cojo el móvil, no sé qué me espera por su parte, le he engañado tantas veces.
-¿Si?
-Ali, soy yo.
-... ¿Qué quieres?
-¿Te has liado con él?
-Puede...
-¿Sí o no?
-Si...
-¿Me quisiste en algún momento? -mierda, ¿Qué hago? ¿Le miento? Creo que es lo mejor.
-Si pero... cuando volví y vi a Jay... todos los sentimientos que tenia retenidos volvieron...
-Nunca le has olvidado, ¿Verdad?
-Lo siento mucho...
-¿Esta en tu casa?
-Si... no iba a dejar que se fuese... era muy tarde...
-Mira, ya que hemos roto te diré una cosa.
-¿Qué? -el miedo me invade, ¿Y si me va a decir que tiene sida o algo así? Dios... no puede ser eso...
-¿Recuerdas esa fiesta a la que fui sin ti? Me lie con tres tías y... desperté con otras dos en mi cama.
-¿Por qué no me lo dijiste?
-Porque al tener novia es mejor, hay mas chicas detrás de mí. -se oye una voz femenina, no me lo puedo creer, ¿Me está engañando mientras me llama para arreglar la relación?
-Me has estado engañando en todo momento.
-Ni es verdad.
-Lo estás haciendo ahora mismo, no me trates como a una tonta porque no lo soy, solo he hecho una tontería en mi vida, salir contigo.
-¿Quieres saber toda la verdad?
-No estaría mal.
-Cada vez que no estabas conmigo me he estado acostando con Madeleine, con ella y con sus amigas, cada vez que salía me traía a una chica al cuarto, incluso he llegado a tener sexo con una puta de verdad.
-Pues yo también te voy a decir la verdad, porque llevo mintiéndote siempre, te he engañado siempre, me he liado con cientos de tíos, he sido una puta desde que rompí con Jayden, solo salía contigo porque me dabas la imagen de chica normal y eso reforzaba la confianza en los profesores, pero solo te he usado para olvidar a Jayden, porque lo amo, y nunca le he olvidado, ahora vete a follarte a Madeleine, a ver si enfermas de sida.-cuelgo el teléfono, no sé en qué momento he empezado a andar, pero estoy en el centro de la terraza, miro hacia la sala y veo a Jay apoyado en el marco de la puerta corredera, mirándome.
-¿Estas bien?
-Si... estoy feliz.
-Te he oído desde la cocina.
-Pues estoy feliz, podría hacer volteretas, pero soy torpe y me caería.
-Entonces... ¿Cómo ha acabado todo?
-¡Genial! ¡Hemos roto!
-¿Y por eso estas feliz?
-Si.
-Cuéntame lo que ha pasado.
-Bueno, pues es fácil, salía con él para que los profesores me tomasen por niña buena, pero yo me iba siempre que podía de fiesta, y me acostaba con todo dios, y ahora hemos roto, y estoy feliz y soy libre como el mar.
-Rebobina, ¿Qué dices que hacías en las fiestas?
-Aaamm...
-Pensé que odiabas eso-dios, es verdad, mi comportamiento ha sido horrible estos años-. ¿Por qué lo hacías?
-Si no hacía nada, solo bailaba, así. -me acerco a él y me pongo a bailar tal y como bailaba en las fiestas, de forma un tanto provocativa.
-Solo...-le miro mal, tal vez no debería habérselo dicho, pero el solo me sonríe- Venga, que sabes que a mí eso me da igual, simplemente me ha sorprendido, pero ha sido una relación en la que os engañabais el uno al otro.
-¿Y tú en el instituto qué?
-Yo no decía que tenía novia-me giro para mirarle directamente a la cara, mentiroso-. Vale, tal vez se lo dijese alguna vez a Carly y a Scarlett...
-¿Y a quién más? ¿A todas las chicas del instituto?
-No, creo...-me rio, es que es genial verle así.
-Lo más gracioso es que dudas.
-No se lo dije a todo el instituto, Chris y Lena como mínimo que no, y tu creo que tampoco.
-Vete a la mierda.
-¿Tengo que irme hasta Londres? -me rio y el solo sonríe, feliz de haberme alegrado-Ayer dijiste que me amabas, ¿Ya lo has olvidado?
-No, ¿Has olvidado tú lo que te prometí? -sonrío, he soñado muchas veces con esto, estos cuatro años he sido muy puta, y mis sueños se han correspondido a ese comportamiento, y ahora, quiero hacer ese sueño realidad.

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¡Hola chic@s!

¿Qué queréis que pase? ¿Ali cumple su promesa o no?

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-Besos, Alex ;3

Al otro lado de la leyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora