Voy donde Gabriel, sin saber muy bien que tengo para contarle.
–¿Y bien?
–Llama a Hans Sharck y a Marc y Logan Blaze.
–Vale, Jayden ha terminado con la autopsia, pero el cuerpo no se va a mover de ahí, y el tampoco, así que come algo, ¿Vale? Ya es tarde.
–No, iré a ver a Jayden. –voy al laboratorio para ver que ha descubierto Jay en la autopsia, le encuentro fuera, comiendo algo de la máquina.
–Hola, ¿Vienes por el cadáver o a comer conmigo?
–Por el cadáver.
–Vale–termina su sándwich y, tras lavarse las manos, entramos al laboratorio–. No murió por asfixia.
–¿Y por qué fue?
–Por esto–se acerca a Eileen y le mueve la cabeza con cuidado, hay una marca de aguja–, heroína pura.
–¿La drogó para violarla?
–No, la intentó ahogar con las manos, pero solo puedo dejarla inconsciente, la violó y, después, seguramente cuando despertó, Eileen amenazaría con denunciarle y usó la heroína para matarla.
–Que bestia...
–Además, no solo la violó, bueno, igual le iba eso de hacerle daño a la chica, el caso es que tiene todo el brazo lleno de cortes. –aparta la sabana que cubre el cuerpo de Eileen y me enseña uno de sus brazos, tiene cortes superficiales de un cuchillo, como si solo lo hubiesen pasado rozando, como si no quisiesen hacer daño.
–Si a mí me hacen eso le parto la cara.
–No todas las chicas son tan fuertes como tú, a parte, el agresor era bastante fuerte.
–Hans... ha sido el...
–¿Cómo lo sabes? –mis tripas rugen, necesitadas de comida, Jay esboza una pequeña sonrisa– Come algo.
–No quiero...
–Te rugen las tripas.
–No es verdad.
–¿Entonces a quien le han rugido? ¿A Eileen?
–... Si...
–No seas tonta.
–Jay, no quiero comer, no me obligues. –le pongo una cara adorable, la más adorable que puedo, tengo hambre, pero no quiero comer ahora, sería una distracción.
–Vale... pero luego me voy a asegurar de que cenes.
–¿Por qué?
–Porque no quiero que te mueras de hambre.
–No me importaría mucho.
–¿Te importo yo?
–Claro que sí.
–Pues no te mueras, porque yo no veo fantasmas.
–Hace mucho que no los veo, los siento y eso, pero... no los veo...
–Tal vez solo los puedas ignorar en parte.
–Ya, claro.
–Puede ser, o los confundes con la gente real.
–No se Jay... ¿Pruebo a dejar de ignorar a Eileen?
–Sería de gran ayuda en la investigación.
–Verdad–cierro los ojos y respiro profundamente, en la universidad pasaba las horas libres en las que no hacía nada hablando con fantasmas, así que aprendí a hablar con ellos, también a verles solo cuando quiero, cuando abro los ojos, veo a Eileen mirando su cuerpo sin vida–. Eileen...–me mira, las marcas de como a muerto siguen presentes en su cuerpo, y se quedarán ahí como recuerdo– ¿Quién ha sido?
–No lo sé... no recuerdo nada de cuando me mataron...
–Mierda.... ¿No puedes intentar recordarlo?
–Lo he intentado... pero no puedo...
–Ven conmigo, tengo una idea, adiós Jay–le doy un beso en la mejilla a Jay y me voy a comisaria con Eileen detrás, Hans ya está en la sala de interrogatorios, cuando abro la puerta, Eileen se queda fuera, sin querer entrar–. ¿A sido él?
–Creo que... creo que si... pero así no consigues nada... no puedes decir que un fantasma te ha dicho quién es el asesino...
–Tranquila–cierro la puerta, quedándome fuera con Eileen, quiero hablar–, ¿Qué pasó? Bueno, ¿Qué recuerdas?
–Yo le quería... pero para él una relación era sexo continuo y... yo no quería eso...
–Oh... por eso te violó...
–El muy idiota me ha matado... y antes de eso me ha violado... y antes de eso me ha hecho daño... ¡¿Cómo pude enamorarme de una persona así?!
–Voy a hablar con él, ¿Vale? –asiente y entro en la sala, Hans ni me mira, yo solo me siento delante de él para hablarle– ¿Por qué mataste a Eileen?
–Uno, no la he matado, dos, quiero a mi abogado.
–Esta de camino, de mientras, charlemos, si ella te quería, ¿Por qué la has matado?
–¿No te ha quedado claro el primer punto?
–Hans, me lo ha dicho ella, no me engañas.
–¿No la habían matado?
–Si.
–Entonces no te lo puede decir, está muerta, y ahora, no diré nada más. –se cruza de brazos y Eileen entra en la sala, la miro y pongo en práctica algo que me ha salido solo un par de veces, hablar solo para el fantasma, sin que me oiga ningún humano.
–Dime algo que hacía que yo no pueda saber. –miro de reojo a Hans, que parece no haberme oído, bien.
–Que pegaba a Jackson...
–Jack es mi primo, sé que le pegaba... dime otra cosa.
–No se...
–Puede saberlo más gente, con tal de que no sea posible que lo sepa yo va bien.
–Tiene... una marca de nacimiento en la nuca.
–Tienes una marca de nacimiento en la nuca.
–Puede habértelo dicho Nick. –miro a Eileen otra vez, hablándole solo a ella.
–Otra cosa.
–No tiene secretos... y si los tiene no me los ha contado...
–Cualquier cosa...
–Pegaba a su hermana...
–Pegabas a tu hermana.
–Nick también, le pegábamos juntos.
–¿De verdad crees que me lo diría? Podría arrestarlo.
–Ya sabes que pegábamos al estúpido de tu primo, si colabora, le quitarás condena.
–Eileen–la miro, es la única forma que tengo de que me crea, o de que colabore–, sé que algo tienes que saber...
–Antes... cada vez que veía que pegaban a Jackson... iba a su casa y le gritaba...
–Cada vez que Eileen os veía pegar a mi primo iba a tu casa a gritarte.
–¿Cómo lo sabes?
–Ella me lo ha dicho.
–No me lo creo.
–¿Entonces como lo es?
–Eres policía, algún método tendrás.
–Que veo a los muertos.
–Ya, claro.
–Eileen, tócale, ¿Quieres? –Hans me mira raro, como si estuviese loca.
–¿Tengo que hacerlo...?
–Si. –se acerca a él y le toca el hombro, Hans sigue serio, ¿No lo ha notado?
–¿Ya has terminado con tu truquito de prestidigitación?
–Eileen, abrázalo.
–No... por favor no... él me ha matado...
–Solo un abrazo... necesito que lo note...–le abraza el tiempo justo, no le agrada su tacto.
–¿Has acabado o no?
–Sé que lo sientes.
–Yo también se hacer ese truquito.
–Revisa la habitación si quieres.
–No se necesitan aparatos, solo una habitación con una puerta que se abra hacia dentro y una ventana que no se pueda abrir.
–No tengo idea de hacer eso, Eileen te ha abrazado, ¿O crees que hablo sola?
–Pues sí.
–Que no veas algo no significa que no este.
–No puedes ver fantasmas porque los fantasmas no existen.
–Claro que existen, ¿Tienes algún muerto en la familia?
–Mi perro.
–Tu perro no habla.
–¿Y?
–Vale, lo intentaré, ¿Cómo se llamaba?
–Quien.
–El perro.
–¿Qué pasa con el perro? –mierda, me está tomando el pelo, y yo he caído.
–Ja, ja, muy gracioso.
–Yo te he dicho el nombre del perro. –miro alrededor, vamos a probar a llamar a un fantasma... si lo conseguí con mis padres, puedo con un perro. Cierro los ojos y me concentro en el nombre del perro, cuando abro los ojos veo a un perrito escondido tras Eileen, un husky siberiano.
–Era un husky siberiano, negro y blanco, con ojos azules.
–Dame detalles de su estado o no te creeré.
–No tiene pelo en algunos sitios, tiene una cicatriz en el ojo izquierdo y la cola demasiado corta, ¿Ahora me crees?
–No, mucha gente vio el estado de mi perro.
–¿De verdad crees que los recursos de la policía están para buscar información sobre un perro que no sabía ni que tenías?
–Es tu palabra contra la mía.
–¿Por qué lo has hecho, Hans? ¿Por qué ella quería algo más en una relación? Le has hecho cortes en los brazos, la has ahogado hasta que ha perdido el conocimiento, la has violado y cuando ha despertado ella te ha amenazado con llamar a la policía, pero como no querías que lo hiciera le diste una sobredosis de heroína.
–Yo no he hecho eso, tengo coartada.
–Hans, sé que lo has hecho.
–¿A qué hora murió?
–Entre las seis y media y las siete y media.
–Me he levantado a las seis porque a las siete y media tenía que estar en el cutre trabajo que tengo o me echaban.
–Ya, claro.
–Si dice algo más antes de que llegue mi abogado, la demandaré. –salgo de ahí y Eileen me sigue, pero se va a la sala de interrogatorios en la que esta su hermano, yo voy al laboratorio para hablar con Jay.
–Busca ADN, la ha violado, dejó rastros de ADN seguro. –me enseña una hoja, es una prueba de ADN.
–Está hecha, pero no coincide con nadie del sistema, si no tengo con que compararla, es inútil.
–Le pediré una muestra a Hans–voy corriendo a comisaria, rezando porque no haya llegado el abogado de Hans, pero cuando entro ya está ahí–. Necesito una muestra del ADN de su cliente.
–Mi cliente no dirá ni hará nada. –se van y se quedan hablando fuera, parece que le está echando la bronca, voy corriendo donde Gabriel.
–Él es el asesino, tienes que detenerle con cualquier excusa.
–No puedo Alice.
–¿Y qué podemos hacer?
–Conseguir una lata o algo que el haya chupado, para tener su ADN.
–Es tonto, pero no tanto.
–Tu primo...–mira a Jack, yo solo puedo pensar en lo peor– dile que necesitamos su ayuda. –le hago un gesto a Jack para que se acerque y miro a Gabriel en cuanto llega a nosotros.
–¿Para qué quieres a Jack?
–Para que siga a Hans.
–¿Qué?
–Se dará cuenta de que Jackson lo sigue y se despistará, cogeremos lo que lleve para beber, o, en el peor de los casos, Jackson le quitará algo mientras se defienda. –miro a mi primo, su cara de terror indica que no va a aceptar, así que empiezo a pensar en otras cosas, solo por si acaso.
–Jack... necesitamos tu ayuda... es un asesino, el asesino que ha matado a Eileen, pero también es un maltratador, te maltrataba a ti, maltrata a su hermana y maltrataba a su perro, ¿De verdad quieres que eso quede libre? –me mira con los ojos llenos de miedo, esa cara que ponía cuando estaba a punto de volver a clase, o cuando estábamos por la calle y nos cruzábamos con alguien que le daba miedo o algo así, y, aunque siempre decía que iba a pasar por su lado, se rajaba y nos íbamos por otro lado.-----------------------
¡Hola chic@s!
¿Jack aceptará o se rajará?
¿Creéis que el asesino es Hans o que es todo un engaño?Leed, votad y comentad, que ayuda mucho.
-Besos, Alex ;3
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Al otro lado de la ley
Misterio / SuspensoAlice Anderson ha vuelto, pero su vida esta vez no será como antes, esta vez está al otro lado de la ley, ha terminado sus estudios en Londres para hacer su sueño realidad: Conseguir ser una buena inspectora intentando que su pasado no se entrometa...