Capítulo 10- ¿Mi final?

591 57 11
                                    

-Vale...
-Eres genial Jack. -le abrazo y salimos fuera, antes de acercarnos a donde esta Hans paramos.
-¿Apostamos? Si salgo herido mi padre no se va ni a dar cuenta.
-Mejor no apostamos.
-¿Sabes que voy a ganar?
-Si.
-Muy bien. -Hans se mueve en dirección contraria a la que va su abogado y Jack le sigue, yo sigo a Jack, si Hans va a pegarle, no será conmigo cuidando de Jack.
Se meten por callejuelas, avenidas, parques... hasta que pierdo a Jack... lo he perdido... empiezo a recorrer la ciudad corriendo, buscando a Jack, esperando encontrarle antes de que le pase algo malo.
-Narra Jackson-
Sigo a Hans, miro por los retrovisores de los coches que Ali este siguiéndome, pero en un momento dado desaparece, ahora estoy solo. Hans se gira y hago que estoy mirando unos comics de un quiosco, cuando vuelve a andar le sigo, se gira un par de veces más y yo finjo mirar cualquier cosa esas veces, pero en una me pilla.
-¡Tú! -me mantengo quieto en el sitio, mirando los libros del escaparate de una librería, mi corazón late más rápido por el miedo, cada paso que da Hans para acercarse a mí, es una señal de que me va a dar una paliza de escándalo, pero no puedo huir... esta vez, no me puedo volver- Vuelves a seguirme y juro que te mato. -ignoro el comentario y el vuelve a su camino.
Cuando está suficientemente lejos, vuelvo a seguirle, pero me ve por el retrovisor de un coche, aunque, para mi sorpresa, no me mira hasta pasados unos metros.
-¿¡Qué coño haces!? ¿¡Te crees que no te he visto!?-se acerca y me empuja, asustándome.
-Y-yo...
-Y-yo...-me imita en tono de burla y me lleva a rastras a un callejón vacío, no hay ni vagabundos... estoy muerto- ¿Vas a llorar? ¿Llamamos a tu mamá para decirle que te has perdido?
-Tío... déjame en paz...
-¡Tú eres el que me sigue! -me encojo cuando grita, me siento como cuando se metía conmigo a los ocho, cuando más me asustaba...
-N-no es verdad...-me da un puñetazo en la mandíbula, iba para la nariz, para rompérmela, pero he conseguido hacer algo parecido a esquivar el golpe- Yo no te he hecho nada...
-¡Me has seguido!
-Eso no es verdad...
-¡No me mientas! -me da un puñetazo en el estómago, haciéndome gemir por el dolor, le miro a los ojos, pero es un error por mi parte, ya que así puede ver mi miedo al completo.
-¿Se puede saber que te he hecho...?
-¡Me has seguido nerd de mierda!
-¡Pero es que no me has hecho esto solo hoy! ¡Llevas pegándome desde que tengo ocho años! ¡¿Qué te he hecho?! ¡¿Por qué me pegas?!
-¡Porque me sale de los huevos!
-No te he hecho nada para que me trates así.
-Eres un puto marica, ¡maricón!
-No lo soy, y si lo fuera, no sería malo.
-¿No lo eres? Pues demuéstralo y pelea.
-No me gusta pelear, además, eres dos años mayor que yo.
-¡Me importa una mierda!
-No me grites.
-¡Yo hago lo que me dé la gana!
-¿Y qué pinto yo en eso? Déjame irme...
-Vas a ser mi diversión momentánea, verte sangrar, llorar y recibir golpes siempre ha sido divertido. -me da un puñetazo en la boca, noto el sabor a hierro propio de la sangre, la chupo antes de hablar.
-Por favor...-me pega un empujón, haciendo que me tenga que agarrar a una tubería para no caer- Déjame...-me da una patada mientras sonríe, cierro los ojos con fuerza, no puedo dejar que me pegue, pero... no puedo con el... es mucho más fuerte que yo...- ¿Por qué no me dejas en paz?
-Porque quiero verte con una escayola en cada extremidad que tengas. -se va acercando a mí, yo me voy alejando, mas asustado a cada paso.
-¿Por qué?
-¡Porque eres un puto nerd!
-No es verdad...
-¡Si! ¡Eres un nerd asqueroso!
-Yo no soy así...
-¡Si! ¡Y también eres un inútil! -algo dentro de mi empieza a despertar cuando dice que soy un inútil... no soporto que me digan eso... me recuerda a mi padre...
-No...
-¿No? ¡Yo digo que sí! Eres un niño, un enano, un nerd inútil, asqueroso y puto, ¡No puedes conmigo! -le pego un puñetazo en la mejilla de forma instintiva, ¿Pero qué he hecho? Me va a matar...
-Y-yo... L-lo siento mucho...
-¡¿Estás loco?!-me pega un puñetazo en la mejilla izquierda y luego otro desde abajo en la mandíbula, luego solo noto golpes, intento defenderme, pero por cada golpe que le doy él me ha dado ya cinco o seis, en un momento me caigo al suelo, pero, mientras caigo, consigo arrancarle algo de pelo. Me encojo en el suelo, abrazo mis rodillas, siento cada patada, cada puñetazo, hasta noto una barra de acero contra mi cabeza, eso me hace ver puntos negros al abrir los ojos- Te voy a dejar aquí, con suerte pasará alguien a darte por culo. -oigo una barra de metal caer al suelo y cierro los ojos, esperando que, cuando me encuentren, no me hagan soltar el pelo de Hans... dejo de oír la gente y los coches, dejo de sentir el suelo, simplemente, me desmayo.
-Narra Alice-
Dos horas, ya han pasado dos horas y no encuentro a Jack por ningún lado, hasta que veo a Eileen, la sigo, me lleva a un callejón y desaparece, miro dentro y veo a Jack en el suelo en posición fetal, malherido, hay una barra de acero con sangre tirada a su lado, ¿Qué le ha hecho ese animal? Si no lo detenemos por asesinato, le detendremos por agresión, pero va a ir a la cárcel como que me llamo Alice Anderson.
Cojo la botella de agua del bolso y me acerco a él, le mojo la frente para limpiar la sangre, parece que eso le despierta.
-Hola...
-Jack, ¿Qué ha pasado? Parece que te han atropellado una bici y un caballo.
-Mejor eso a una moto y un coche...
-Dios... estaba preocupadísima-le abrazo con fuerza, aguanta un gritito y me separo-. Lo siento, vamos a comisaria y te lo curo.
-Espera... tengo pelo... me refiero, de Hans... eso vale... ¿No?
-Dios, si, eres genial Jack... pero a la próxima sal corriendo. -le ayudo a levantarse, está fatal, le llevo a comisaria y cuando Gabriel y Brett le ven se les pone cara de susto a ambos.
Brett se encarga de sanar las heridas de Jack mientras yo hablo con Gabriel.
-Joder...
-Tranquilo Gabriel...
-No... esta así porque yo le dije que tenía que seguirle.
-Esta así porque Hans es un psicópata, ahora, relájate, ¿Si?
-¿Puedo hablar con el cuándo Brett acabe?
-Claro que sí, pero él ya es mayorcito, no tienes que pedirme permiso a mí.
-Es menor, tengo que preguntártelo.
-No menciones ni el bullying ni a su padre, ¿Vale? -asiente y me voy al laboratorio para hablar con Jay, para darle el pelo de Hans y que haga la prueba de ADN, llego y me acerco, no saludo, no estoy para saludar, Jack lo ha pasado fatal por mi culpa- Ten...-le doy la bolsa en la que he metido el pelo, el me mira, sorprendido.
-¿Cómo lo has conseguido?
-Jack...
-¿Qué ha hecho?
-Se ha peleado con Hans...
-¿Qué? ¿Está loco?
-Nuestro plan era que le quitase algo, pero... le he perdido y han acabado peleando...
-Al menos espero que haya servido de algo...-empieza a analizar las pruebas, por favor, que coincida el ADN.
-Yo también...
-¿De quién ha sido la idea?
-De Gabe... no sé porque he aceptado... pero Hans se iba y... joder... me siento fatal...
-Van a arrestar a ese hijo de puta, ¿Vale? Pero no te sientas culpable por lo que ha hecho Hans...
-Pues me siento bastante culpable...
-No tienes que sentirte culpable.
-¿Por qué dices eso?
-Porque tú no has hecho nada.
-Yo le he puesto en peligro...-cierro los ojos, las ganas de llorar aparecen en mí y van en aumento a gran velocidad, cuando los abro veo algo borroso por las lágrimas, pero veo como Jay se quita los guantes mientras deja una maquina funcionando.
-Eso no es verdad.
-Sí que lo es, Jay... he puesto en peligro a Jack... a mi primo... tenía que protegerle...
-Claro que no es culpa tuya, él fue porque quiso, podía decir que no.
-¿Y qué? Jay, yo sabía que tenía miedo, que no quería hacerlo, pero al principio de la investigación le dije que le devolviese el favor a Eileen ayudándonos... es culpa mía...
-Ven aquí...-se acerca y me abraza, yo solo lloro en su hombro, soy incapaz de proteger a la gente que me importa, da igual si soy la asesina o la detective, da igual si estoy en un lado o en el otro lado de la ley... ¿Y yo quiero tener hijos? Sería una madre terrible...
Sonrío un poco al notar la mano de Jay recorriéndome la espalda, para tranquilizarme, cuando dejo de llorar le abrazo con fuerza.
-¿Cómo lo haces...?
-¿El qué? -su voz es solo un susurro en mi oído, me hace sentir segura, no sé qué tiene, pero siempre lo consigue, siempre me hace sentir bien...
-¿Cómo logras sacarme una sonrisa cuando estoy tan odiosa?
-Porque te quiero, y eso es mucho más fuerte que todo el odio del mundo. -sonrío y el me da un beso en la sien, haciéndome cerrar los ojos nada más sentir sus labios.
-Te quiero Jay... eres el mejor...
-Yo a ti no.
-Ya has arruinado el momento, di la cursilada que ibas a decir.
-¿Cuál? ¿Qué te amo? No es una cursilada, es la verdad.
-Pues eso... cursi.
-Pero soy tu cursi.
-Idiota.
-Boba.
-Tú.
-No lo creo.
-Yo sí.
-Pues entonces estas equivocada, por primera vez en años, te has equivocado.
-¿En qué me equivoqué hace años?
-En salir con ese idiota de Dylan.
-Oye, ¡Tenia que olvidarte!
-Soy inolvidable, y menos con tu memoria.
-A veces sobrepasas los límites de la idiotez...
-Pero soy así-me da un beso en la frente-. Pero ahora tengo que trabajar-me da un pico y sonrío ampliamente-, las muestras no se analizan solas.
-Mándame un mensaje cuando acabes, voy a hablar con Nick.
-Vale, pero cuidado.
-Se cuidarme sola, ahora, adiós Bennett.
-Adiós asesina. -niego con la cabeza con una sonrisa y me voy a la sala de interrogatorios en la que esta Nick, me siento, tiene marcas de haber llorado.
-Hemos encontrado al asesino.
-¿Quién es...?
-Lo siento... pero... ha sido Hans...
-¿¡¿Qué?!?-se levanta de golpe, pero se agacha cuando las esposas le hacen tope, se le queda una marca.
-Lo más seguro es que el ADN coincida, pero eso solo es la prueba que llevaremos a juicio, todas las demás le apuntan a él.
-Ese cabrán... Quíteme las esposas, ¡Se va a enterar!
-No hace falta, va a ir a la cárcel.
-¡No lo entiende! ¡¡Va a por su hermana!! ¡¡¡La va a matar!!!-dan un golpe en el cristal que separa la sala de interrogatorios de la de observación, Gabe ya está enterado.
-Tienes que ayudarnos a encontrar a Hans.
-Si ve agentes de policía la matará a sangre fría, tengo que ir yo solo.
-Te voy a poner una tobillera-salgo y cojo una tobillera de rastreo, se la pongo y la activo, sé que no es lo más moderno del mundo, pero es seguro-. Sé dónde estás en todo momento. -le quito las esposas y sale corriendo, salgo y veo a Gabriel.
-¿Cuántos años tiene la niña?
-No lo sé... ¿Trece? Según lo que me contaba Jack antes tiene que tener más o menos esa edad.
-No puedo quedarme aquí quieto mientras la vida de una niña corre peligro.
-Ha ido Nick, Hans a matado a su hermana, esto no es un plan de huida, ahora, voy donde Jay-voy al laboratorio, cuando llego, veo a Jay con el móvil en la mano-. ¿Coincide?
-Sí, y...-el sonido de mi teléfono corta a Jay, número desconocido, cojo, esperando un milagro.
-¿Inspectora Anderson? -oigo la voz entrecortada de Nick al otro lado de la línea, no sé si está bien, pero ha corrido mucho o si está herido.
-Nick, ¿Dónde estás? ¿Qué pasa?
-Está bien... yo estoy en casa de Hans con él y su hermana... ¿Puede venir? Sola...
-Claro, ahora rastreo la señal, adiós. -cuelgo y rastreo la señal, cuando me voy a ir Jay me besa.
-Este no va a ser nuestro último beso, ¿Queda claro?
-Cristalino. -salgo corriendo en la dirección a la que ha ido Nick, no está lejos, tardaría más en coche que corriendo.
Llego y cojo la pistola, la puerta está abierta, así que paso, veo a Hans con una pistola en la mano, su hermana está en un rincón, abrazando una foto, mientras Nick está en el suelo, amordazado, atado e inconsciente.
-Que valiente es usted... lleva el chaleco anti balas, así no es divertido.
-Suelta el arma o te juro que disparo.
-Antes de que la bala me alcance-apunta a su hermana-, habrá muerto una niñita, ahora, suelte el arma, y la que lleva en el tobillo también-dejo la pistola en el suelo y me saco la otra para dejarla en el suelo, mientras llamo a Jay con disimulo, dejo la otra arma en el suelo y me pongo recta-. Ahora quítese el chaleco antibalas-le hago caso y el me escanea con la mirada-. Una pena tener que matarla, pero es lo que Marcus quiere. -oigo sirenas policiales y Hans se alerta, me pega un tiro a la altura del pecho y yo caigo al suelo, el huye asustado por la policía.
Veo mi vida pasar delante de mis narices hasta que Jay se acerca e intenta hacer algo.
-Jay... no me olvides...-lo próximo, es una oscuridad total.

-----------------------

¡Hola chic@s!

Chan, chan, chaaaaaaaan... ¿Qué? ¿La mato? ¿No la mato? Y no me digáis que no puedo matarla porque nada me impide hacerlo y continuar la historia desde otro punto de vista.

Leed, votad y comentad, que ayuda mucho.

-Besos, Alex ;3

Al otro lado de la leyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora