Capítulo 8- Hilo rojo del destino

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-No, no la he olvidado-sonrío y le beso, me pega a él y yo le rodeo el cuello con los brazos, entramos hacia dentro, más bien le estoy empujando hacia dentro-. Te he echado tanto de menos...
-Yo también...
-Promete que no te vas a ir sin mí.
-Te lo juro, ahora cállate. -le beso y le llevo casi a empujones hacia mi cuarto, le tiro a la cama y me pongo encima suyo, empiezo a besarle el cuello y le voy desabrochando la camisa para seguir besando, me quita la camiseta del pijama y me libro de mi pantalón, le quito la camisa y los pantalones, le beso y él se pone encima mío, intercambiando papeles.
Empieza a besarme el cuello y yo solo cierro los ojos para disfrutar sus labios, llega a mi cicatriz y para, abro los ojos, tal vez no le gusten mis cicatrices, tal vez no quiera sexo por eso.
-¿Qué...?
-Me encanta. -me besa y enrosco mis piernas en su cintura, noto su cuerpo pegado al mío, me libro de lo que me queda de ropa y hago lo mismo con la suya, dispuesta a hacer mis fantasías realidad.

~∆~∆~∆~

Me apoyo en el pecho de Jay, ha sido lo mejor que he hecho hasta el momento desde que me gradué en la universidad, noto los brazos de Jay rodearme con cariño y me da un beso en la frente, sonrío y cierro los ojos, sé que no es lo mejor del mundo dormirse después del sexo, pero estoy cansada, muy cansada, así que me duermo. Cuando despierto me encuentro a Jay dormido con una sonrisa, me libro de su abrazo y me doy una ducha, me pongo el pijama más corto que tengo, quiero provocar a Jay, voy a la sala y cojo mi helado, ya derretido y me lo empiezo a beber mientras veo Castle. Cuando el capítulo está acabando noto unos labios en mi mejilla y sonrío, miro a Jay para saber que quiere.
-Tengo que irme, preciosa.
-¿Nos vemos mañana?
-Claro-le beso, reteniéndole un poco más en mi casa, pero le llega un mensaje, cuando lo mira reconozco el número de su madre, sonrío un poco-. Tengo que cuidar de Anne y ya llego tarde.
-¿Anne no tiene ya diez años?
-También sabe cómo reventar el microondas. -me rio un poco y me levanto para acompañarle a la puerta, una vez allí me besa a modo de despedida y se va.

~∆~∆~∆~

Al día siguiente me despierta Otherside, el tono de llamada de mi móvil, cojo el teléfono, medio dormida.
-¿Si...?
-Señorita Anderson, un cadáver, le mando un mensaje con la dirección, no vaya a comisaria, vaya a donde yo le mando.
-Si... de acuerdo...-me cuelga y me manda un mensaje con la dirección, me levanto, ducho y preparo en tiempo record, cojo el coche y me dirijo hacia donde se encuentra el crimen, bajo del coche, por suerte hay poca gente, es muy pronto como para que la gente este mirando.
Cruzo el cordón policial y Gabriel se acerca a mí, Brett hizo un gran trabajo, ya que Gabriel empezó a tratarme bien, yo hice lo mismo, ahora nos llevamos bien.
-La victima es una mujer, blanca, veintidós años o así, sin carnet de ningún tipo, él que la ha encontrado esta con Brett, pero está muy nervioso y se niega a hablar con nosotros, dice que solo hablará con alguien que le trasmita confianza, a ver si tú lo consigues.
-Vale. -vamos donde Jay, parece llevar bastante tiempo aquí.
-¿Qué puedes decirnos?
-Por la temperatura del hígado calculo que habrá muerto entre las seis y media y las siete y media-miro la hora, las nueve, no lleva demasiado tiempo aquí, tal vez la chica estuviese saliendo de la casa de un chico de una noche-, la cartera y el dinero están, sin carnet, pero está, la blusa rasgada y los pantalones desabrochados a la fuerza apuntan a violación, y dado que no hay sangre... la causa de la muerte será asfixia o algo así. -asiento y miro a Gabriel.
-¿Dónde dices que esta Brett?
-Intentando hablar con el que encontró el cuerpo, pero esta histérico, triste, enfadado y de bajón, así que, como te he dicho antes, quiere hablar con quién le trasmita confianza.
-Vale... probaré.
-Suerte. -voy a donde Brett, está apoyado en la furgoneta en la que se llevarán el cuerpo sin vida de la chica.
-¿Necesitas ayuda?
-Sí, se ha negado a hablar con cualquiera de los agentes, no nos ha dicho ni su nombre, está sentado en el banco de detrás del furgón, pero bueno, no le culpo, apenas tendrá dieciocho años, si es que los tiene.
-Vale... intentemos hacer un milagro-rueda los ojos y me dirijo hacia donde está el chico, está mirando al suelo, con la capucha y los cascos puestos, me siento a su lado y le pongo la mano en el hombro, haciendo que se encoja-. ¿Estás bien? -me mira, pelo castaño y ojos marrones profundos, tristes, los reconozco, hace cuatro años que no veía esos ojos así, pero no los he olvidado-¿J-Jack? ¿Qué haces aquí? ¿Quién era ella?
-Me ayudaba en el colegio...
-¿Y por qué estás tan afectado? ¿Has visto como la mataban? -niega, no entiendo nada.
-No me ayudaba con las notas como abras entendido... me ayudaba con el tema del bullying... era hermana de uno de ellos... les paraba...
-Lo siento mucho...
-Habíamos quedado porque quería darle las gracias... no le he dado nunca las gracias... y ahora no se las podré dar...
-¿Sabes cómo se llamaba? Puedes darle las gracias colaborando con la investigación, devolverle el favor haciéndole justicia.
-Se llamaba Eileen Evans...
-¿Cuánto le conocías?
-Cuando era más pequeño me curaba las heridas... pero solo hablábamos de lo idiota que es su hermano...
-Tranquilo, descubriré quien ha sido-le doy un beso en la frente, haciéndole sonreír-, te lo prometo, ahora, ¿Quieres venir con nosotros? Puedes sernos de ayuda.
-Vale...-nos levantamos y le quito la capucha, miro el cable de los cascos, ni siquiera la tenía conectados al teléfono, la tenía para que los agentes hablaran sin importarle que estuviese el, para que creyesen que no les oía.
-Eres muy cotilla.
-Eso me hizo conocerte. -sonrío y le paso el brazo por los hombros, protegiéndole de todas las miradas que le mandan, cuando llegamos donde están los demás Gabriel y Brett me miran, sorprendidos de como traigo a Jack, Jay no parece reconocerle, dejo a Jack un par de metros lejos de nosotros, no quiero que le hablen directamente a él, por si acaso.
-La víctima se llama Eileen Evans, no sabe nada más.
-¿La conocía?
-No mucho, habían quedado aquí para agradecerle el que le ayudara a resolver unos temas.
-Hay que interrogarle, algo más tiene que saber, igual no lo recuerda por el shock.
-No quiero que le interroguéis, le quiero mucho, le conozco, sé que nunca mentiría y si me dice que no sabe más, es que no sabe más.
-No te digo que mienta, pero mucha gente olvida cosas obvias por el susto.
-Gabriel, tiene miedo, por eso no quería hablar.
-No tiene que ser en una sala de interrogatorios, llévatelo a la sala de espera y dale un café o algo así y habláis, ¿Vale? Y si no, me dices un familiar suyo, y le llamo para que le haga hablar él o ella.
-Yo soy su familia, es mi primo. -los ojos de Jay se abren como platos y mira a Jack de arriba abajo, está muy cambiado, pero sigue siendo el mismo empollón, friki, delgaducho que quiere librarse de los que le hacen daño.
-¿Y te ha dicho algo más de la víctima?
-Sí, su hermano, hacia bullying a mi primo, ella le defendía.
-¿Y cómo se llama el hermano?
-Se lo pregunto-me acerco a Jack, que mira todo con nerviosismo, buscando cosas que puedan ayudar-. ¿Cómo se llamaba el hermano de Eileen?
-Nickolas.... Pero se hace llamar Nick, me obligaba a llamarle así... y eso cuando me dejaba llamarle por su nombre...
-Gracias-voy con los demás, dispuesta a contarles lo que me ha dicho Jack, voy a ser su interprete, por decirlo de algún modo-. Nickolas Evans.
-Llévate al chaval a comisaria, por si acaso, ¿Vale? Yo llevaré al hermano de la víctima y a sus padres.
-Genial, gracias Gabriel. -me llevo a Jack a comisaria y, en vez de llevarle a la sala de espera, le llevo a mi mesa, se sienta en la silla que debería ocupar yo, incomodo por sentarse en mi sitio, aunque sea porque se lo he dicho yo.
Mira la foto que tengo sobre la mesa y sonríe, la coge entre as manos y la mira recordando aquel momento, yo le doy un beso en la frente y voy hacia donde Brett me dice que esta Nick retenido, cuando entro veo al típico estereotipo de acosador de colegio, me siento delante suyo, él ni me mira.
-¿Te llevabas bien con tu hermana?
-No tengo porque responder a eso, no puede obligarme a hablar.
-Voy a conseguir que hables.
-Vuelva cuando mi abogado este aquí.
-Vale-salgo y me acerco a Brett y Gabriel, que están apuntando cosas en la pizarra bajo la mirada curiosa de Jack-. ¿Habéis encontrado algo sobre la familia?
-Su madre esta de camino y su padre en la sala de espera, muy preocupado, no creo que tengas que llevarle a la sala de interrogatorios, tiene coartada, no ha sido él, solamente se preocupa porque su hijo vuelve a estar detenido. -ya, ¿Y su hija qué? La acaban de matar, ¿No se preocupa por ella? Voy a donde se encuentra y, tras sentarme frente a él en los sofás de la sala de espera, me dispongo a hablar.
-Señor Evans, ¿Qué clase de relación tenían sus hijos?
-Se llevaban bien, se peleaban de vez en cuando, pero lo normal entre hermanos, ¿Qué tiene que ver eso con que hayan detenido a mi hijo? He quedado con mi mujer en media hora para ir a ver a mi hija, tengo prisa. -dios, no sabe que han matado a su hija...
-Señor Evans, ¿Le han dicho por que esta su hijo aquí detenido?
-No.
-Yo... lo siento mucho, pero... han... asesinado hoy a su hija.
-¿Qué? No puede ser... ¿Por qué la han matado? ¿Y cómo la han matado?
-Aun no estamos seguros del todo... el forense le está haciendo la autopsia... pero creemos que la violaron y después la asfixiaron.
-¿Por qué harían algo así? Mi niñita... le caía bien a todo el mundo... ¿Tienen sospechosos?
-Su hijo y sus amigos.
-¿Mi hijo? Él no la mataría, nunca.
-Sus amigos tal vez sí.
-No... no lo harían... ¿Verdad?
-Pegaban palizas a mi primo, podrían pasar de eso al asesinato fácilmente.
-¿Qué? No, mi hijo es un buen chico.
-No, su hija era la buena, ayudaba a mi primo.
-No... mi hijo fue bueno hasta los dieciséis...
-Pegaba a mi primo desde antes.
-¡No! ¡Lo único que tenía antes de eso eran malas notas! ¡Fue culpa mía que empezara a robar!
-¿Por qué?
-Tenía mucho trabajo y deje de hacerle tanto caso como antes...
-¡Joder! ¡Que pegaba a mi primo!
-¡Solo ha robado!
-¿Cree usted que se lo cuenta todo?
-¡No! Pero le vigilaba.
-Le pegaban en el colegio, y después de las extraescolares.
-¡Nick no ha ido nunca a ningún tipo de extraescolar!
-¡Pero mi primo sí! ¡¿Sabe cómo llegaba a casa?!
-¡Pues no! ¡¿Sabe por qué?! ¡Porque mi hijo no le hacía nada!
-¡Tuve que llevarle a karate por lo que le hacia su hijo!
-¡¿Y usted que sabe si era mi hijo u otro?!
-Porque me lo ha dicho mi primo, eran cuatro, y su hijo era uno de ellos, era el cabecilla del grupo.
-¿Y cómo sabe que no miente para llamar la atención?
-Es mi primo, le creo.
-Si en vez de investigar el homicidio de mi hija va a decirme cosas que mi hijo no ha hecho, mejor me voy.
-El asesino de su hija puede que sea uno de los amigos de su hijo, yo que usted no estaría orgullosa de eso.
-No estoy orgulloso de lo que hace mi hijo, pero que robara no significa que le hiciese daño a la gente.
-Mi primo era su víctima, se metían con él porque era el nerd, llegaba a casa hecho polvo, su hijo ordenaba cada uno de esos ataques hacia él.
-El no haría daño a nadie, y si no me va a preguntar nada sobre el asesinato de mi hija, cojo a mi hijo y me voy.
-Sé que es su hijo, y que se defiende a un hijo por encima de todo, pero lo que hace no es normal, y debería pararle. Su hijo quiere un abogado, usted decide si darle el que tengan ustedes o le damos uno de oficio.
-Llamo a su abogado, ni se le ocurra hablar con él sin la presencia de su abogado.
-Yo solo hablo con el si él quiere, donde vaya a esperar al abogado, no es algo que usted puede decidir-me voy a la sala de interrogatorios en la que esta Nick, tiene los ojos llenos de lágrimas, pero no quiere llorar en comisaria, me siento delante suyo, ahora solo quiero consolarle-. ¿Estás bien? -se seca las lágrimas rápido, es estúpidamente orgulloso.
-Perfectamente.
-Siento lo de tu hermana.
-Tu no sientes nada.
-¿Por qué dices eso?
-Porque eres como todos los polis, no os importa nada de lo que pase siempre y cuando os llamen héroes.
-A mí eso no me importa, solo quiero hacer justicia, por cómo ha sido mi pasado, solo quiero eso.
-¿Qué pasado? ¿Vivir entre algodones?
-¿Te suena el nombre de Alice Anderson?
-¿Quién no?
-Soy yo.
-No es lo mismo...
-¿Me dices por qué pegabas a mi primo?
-¿Jackson Anderson?
-Si.
-¿Por qué no debería haberlo hecho?
-Porque él no te hizo nada.
-Pero sacaba dieces en todas las asignaturas que le importaban a mis padres, y sigue sacando esas notas.
-¿Y?
-Pues que quería y quiero esas notas, y yo por mi mismo no puedo conseguir esas notas, además, ¿Qué te importa?
-Mi primo sufría con eso.
-Pero ya paramos, o al menos yo.
-Dejemos ese tema, ¿Si? ¿Sabes quién mató a tu hermana?
-No, si lo supiese no estaría aquí.
-Sospecho que ha sido uno de tus amigos, ¿Alguno se llevaba mal con ella?
-No, que yo sepa.
-¿Quién era el más violento de tu grupo?
-¿Te vale si te digo que yo?
-Vale, ¿El segundo?
-Mi mejor amigo.
-Genial, ya tengo sospechoso.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Por ser agresivo?
-No, simplemente es sospechoso.
-¿Por ser mi amigo?
-No.
-¿Por qué entonces?
-Sospecho de él, seguramente le gustaba Eileen.
-No le gustaba.
-¿Le atraía?
-A todo el mundo...
-¿Cómo se llama tu mejor amigo?
-Hans Sharck... los otros dos Marc y Logan Blaze.
-Vale. -salgo fuera, tal vez uno de ellos sea el asesino, pero, ¿Quién?

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¡Hola chic@s!

El/La que no sepa que es el "hilo rojo del destino" que lo busque en google(tranquilos, no va a salir nada raro).

¿Alguna sospecha sobre quien a matado a la pobre chica? ¿Qué pensáis de Jack?

Leed, votad y comentad, que ayuda.

-Besos, Alex ;3

Al otro lado de la leyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora