Al otro lado de la ley

Capítulo 1- ¡Alice ha vuelto!

Cuatro años de universidad, cuatro años estudiando en Londres, cuatro años de estudios y fiestas, si, fiestas, la chica buena que se agobió en el baile del instituto ha ido a fiestas universitarias y ha hecho cosas que no creería posibles. También he estado un tiempo como becaria en Londres, aprendiendo de un detective de Scotland Yard, por lo que ahora, cuando vuelva a Southtree, tendré más posibilidades de conseguir un empleo que el resto de universitarios recién salidos de clase, espero mi pasado no afecte demasiado en todo esto.

Jay y yo cortamos antes de que acabásemos nuestro primer año de universidad, no teníamos apenas tiempo para hablar, así que decidimos que lo mejor era dejarlo, para que ninguno de los dos sufriera por la falta del otro.

Siempre que tenía tiempo libre y no había ninguna fiesta planeada me iba a Southtree a visitar a mi familia, pero en especial a Jack, que siempre me esperaba en el aeropuerto para recogerme. Jay había cumplido su promesa, antes de entrara a la universidad había protegido a Jack, pero cuando la empezó, tuvo que abandonar Southtree y Jack tuvo que defenderse solito, así que se esforzó mas en el karate hasta que pudo defenderse él solito, aunque siempre tenía marcas, por lo cual no podía defenderse al completo.

En mi segundo año de universidad conocí a un chico, Dylan, un chico encantador, enseguida hará dos años que nos conocemos y uno y medio de novios... si, es mi novio, y le quiero mucho, no me ha hecho nada malo desde que le conozco, es perfecto, el único que no me ha juzgado por mi pasado, y aunque hubiese rumores sobre él y lo que quería conmigo él lo ha ignorado y me ha seguido tratando igual.

Vuelvo a Southtree en horas escolares, por lo cual Jack no me está esperando, voy andando hacia cualquier lado, buscando un hotel, no he visto nunca muchos, así que doy varias vueltas, sin éxito. Saco el móvil para mirar donde hay hoteles, pero por estar mirando la pantalla choco con alguien y mi teléfono sale disparado haciendo que se desmonte.

-Perdón...-me acerco a donde ha caído mi teléfono y lo monto, no consigo que se encienda- Mierda...

-Lo siento-noto una mano sobre mi hombro-, ¿Sucede algo?

-No... solo mi móvil, espero que no se haya roto.

-Lo siento, puedo comprarte otro o pagarte la reparación si eso, siento que es culpa mía, no miraba hacia donde iba.

-No importa...-me levanto y le miro, su cara se me hace extrañamente familiar, y no dudo en decírselo- Tu cara me suena.

-Y a mí la tuya...-me coloco bien el pelo detrás de la oreja y los ojos de ese chico se fijan en mi reloj, en el que me dio Jay, por su reacción me queda claro quién es.

- ¿Jay?-eso parece hacerle reaccionar, sonríe y me mira a los ojos.

- ¿Ali?

-Hola. -le sonrío y me mira de arriba abajo, haciéndome sentir algo incomoda.

-Has cambiado un montón...

-Tú también...

-No sabes cuánto te he echado de menos.

-Si tú supieras cuanto te he echado de menos yo a ti... ¿Qué tal te ha ido? Desde que rompimos no hemos hablado, ¿Tienes novia?

-No en estos momentos, ¿Y tú? ¿Tienes novio?

-Sí.

- ¿A si? ¿Quién?

-Alguien de la universidad, se llama Dylan.

-Un tipo con suerte.

-Cualquiera que se acerque a mi lo es. -ambos nos reímos por lo que acabo de decir, ha sonado de persona muy creída.