Recuérdame [AV]

Capítulo 24: "Estoy lleno de amor"

*Narra ____*

Los días habían pasado.

Me sentía algo extraña.

Ahora pasaba más tiempo con Jos. Pero tenía la sensación de que algo me hacía falta.

Digamos que fue como volver a mi infancia. Jos despertó de nuevo a la niña que llevo dentro y realmente no podría estar más contenta por eso.

En ocasiones recordaba a mis padres, me costaba creer que ya no estaban conmigo. Eso era doloroso. Pero tenía que aceptarlo de alguna u otra manera.

En cuanto a Alonso, pues las cosas eran las mismas. Ambos seguíamos sin hablarnos y eso aún dolía. Siempre que me veía con Jos se ponía aún más raro. Pero claro, siempre recorría a Lorena. Lo cual aprendí a aceptar y a controlar los celos que aún tenía.

Cada vez faltaba menos para el concierto en la arena. Por ello el día de hoy iríamos al ensayo.

Y me pareció escuchar que Alonso invitó a su novia.

Así que mi tranquilidad se había ido.

Gracias.

[....]

- ¡Arre, arre!- exclamé sosteniéndome de la espalda de Jos.

Me cargaba como niña pequeña.

- Ya estás un poco más pesadita- se quejó, le di un pequeño golpe en su hombro.

Su quejido no tardó en escucharse.

- Oye, tranquila. Sólo fue un comentario- rodé los ojos.

- Me dijiste GORDA. ¿Sabes lo malo que es decirle eso a una mujer?- pronuncié algo exaltada.

- Nooooo- alargó.

- ¿Quieres averiguarlo?- pregunté con malicia.

- Nooooo- volvió a decir- A menos que tú quieras atenerte a las consecuencias.

Alguien aclaró su garganta.

- Ya llegaron los niños- anunció Alan.

Bryan y Freddy rieron.

Alonso de nuevo estaba serio.

Jos me bajó de su espalda.

- ¡Me dijo GORDA!- acusé señalando al pelinegro.

Todos rieron, a excepción del ojiazul.

- Ya, está bien que tengo mis lonjitas llenas de amor. Pero lo sé. No necesito que me lo digan- refunfuñé.

Una vez más rieron.

Y supongo que sabrán quién no.

- Te quiero con todo y tus lonjitas de amor- exclamó Jos dándome un abrazo.

Solté una risita.

- Sigues diciéndome gorda.

Rieron.

El amargado no.

- Si mira tú pansita Jos, ahí ya ni hay abdomen - señalé su estómago y él me fulminó.

- Ey, no estoy gordo. Estoy lleno de amor- reí.

Sonreí con malicia.

- Ahora en lugar de que te griten "Con esa Canela si me hecho un arroz" te van a gritar "En esa lavadora si lavo mis calzones"- las risas no tardaron en escucharse.

Jos mantuvo su rostro serio. Pero después de unos minutos comenzó a reír.

Alonso continuó de amargado.