Capítulo 32: "Sabía que eras ella"

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*Narra ____*

La luz brillo del otro lado de la ventana, los rayos de sol eran lo suficientemente finos y cálidos para iluminar la recámara.

Sentí su respiración en mi cuello.

Un cosquilleo invadió mi cuerpo.

Sus brazos me apegaban a él, causando que mis fosas nasales fueran invadidas por su suave aroma.

Después de tanto tiempo estábamos al fin juntos, sin importar nada ni nadie.

Me acerqué a el provocado que mi rostro se acercara más al suyo.

Lo observé con delicadeza.

Alonso.

Cuando lo conocí no era tan musculoso como lo era ahora, antes su cuerpo aún no tenía mucha forma, era delgado, se podría decir que estaba en pleno crecimiento.

Ahora poseía un torso y abdomen bien trabajados, sus brazos eran musculosos pero aún delgados.

Antes era evidentemente un poco más pequeño hablando en cuanto a la estatura, aunque en sí siempre fue más alto que yo.

Guíe mis ojos a su pelo.

Ahora era algo largo, a él le encantaba tocarlo y manejarlo como quisiese. Antes no era tan largo, solía llevarlo corto y sin mucha posibilidad de poder pasar tus dedos entre sus cabellos.

Igual lo amaría de cualquier manera.

Sus párpados aún estaban cerrados, ocultando el gran tesoro que dejaban ver al ser abiertos.

Esa mezcla tan única que tenían sus ojos.

Sin duda alguna los conocía a la perfección.

Bajé la mirada permitiéndome apreciar cada una de sus pecas, esas que le daban un toque tan tierno a su rostro.

Su nariz, para ser sincera adoraba la mezcla tan única y perfecta que lograba su rostro.

Sus labios eran gruesos y rosados, de esos que te conducían al delirio.

Con delicadeza retiré algunos de los mechones que caían por su rostro, sonreí sin pensarlo.

Se removió en el colchón y una sonrisa invadió su bello rostro.

- Debiste despertarme...- murmuró aún adormilado.

- Lucías demasiado lindo como para hacerlo- susurré bajito.

Sonrió aún más, al mismo tiempo que sus párpados dejaban ver aquel tesoro.

- No imaginas cuantas veces soñé con despertar a tu lado, y verte así, lucir tan hermosa- bajé la mirada intentando ocultar el color en mis mejillas.

- No bajes la mirada- replicó- Déjame apreciar tu belleza- su dedo acarició con delicadeza mi rostro.

- Te quiero mucho Alonso, temo que esto sea sólo un sueño del que despertaré pronto- confesé.

- No es un sueño, esto es real. Tanto como tú y yo, haciendo nada, pero haciendo juntos- lo abracé con fuerza.

- Quisiera estar así el resto de mi vida, contigo.

- Cuidado con lo que deseas, porque se puede cumplir- solté una risita.

- Nada me haría más feliz- sonreí.

Mi mano buscó impaciente la suya para entrelazarlas.

Alonso se acercó lentamente a mí, mirándome directo a los ojos.

Recuérdame  [AV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora