Recuérdame [AV]

Capítulo 25: "Te necesito..."

*Narra _____*

El concierto en la Arena había sido todo un éxito.

Desgraciadamente días después el equipo recibió la noticia de que un familiar de los chicos había sufrido un accidente.

Todos estábamos esperando información.

Hasta que llegó.

El hermano mayor de Alonso, había fallecido.

Fue tan doloroso verlo de la manera en que reaccionó.

Comenzó a gritar y maldecir al mundo.

Sus ojos estaban muy rojos. Y de ellos salían lágrimas sin parar.

Golpeaba todo lo que se cruzaba en su camino.

Nadie tiene derecho a que le suceda lo que a él.

Perder un ser querido.

El peor sentimiento del mundo.

Saber que no volverás a ver a esa persona.

De verdad, Alonso tenía derecho a derribar el edificio, si es que eso lo hacía sentir mejor.

Al poco tiempo se fue a casa.

Dejándonos ahí, intentando averiguar que podíamos hacer para consolarlo.

Miles de pensamientos llegaron a mi mente.

Él no merecía esto.

Él no debía pasar por esto.

Él tenía que ser fuerte.

Y esta vez, debía estar con él.

Sin importarme nada ni nadie.

[....]

Tuvieron que pasar unos días para que me llenara de valor.

Necesitaba estar con él.

En el edificio se rumoraba que desde ese día él no era el mismo.

¿Cómo serlo después de lo sucedido?

También decían que no quería hablar con nadie.

A los chicos no les respondía los mensajes, ni las llamadas.

Sin embargo debía intentarlo.

Algunas veces los chicos decían que no lo habían visto así desde aquella vez.

Nunca supe a qué se referían.

[....]

Salí apresurada de Sony, esperaba poder recordar el camino a su casa.

Caminé durante un largo tiempo hasta que logré visualizar el lugar al que me dirigía.

Una vez que estuve frente a la puerta dudé en tocar el timbre, pero al final terminé por hacerlo.

Minutos después apareció Doña Columba.

Me miró sorprendida, sus ojos reflejaban algo distinto.

Me acerqué a abrazarla.

- Lo lamento tanto Culumba- susurré consolándola.

- Gracias cariño, aún... aún- su respiración era entre cortada y sin poder evitarlo las lágrimas salieron de sus ojos.

Traté de consolarla, me dolía el hecho de imaginar como se encontraban los miembros de la familia Villalpando en esos momentos. A pesar de que ya habían pasado unos días el dolor seguía ahí, lo entendía perfectamente.