Más allá de la vida

Capitulo 20

—¿Quieres escuchar una historia, Camila ?

Habíamos estado caminando por los bosques cubiertos de escarcha,durante al menos, veinte minutos, creando un camino torcido y sin dirección aparente entre los árboles. El paisaje se hacía cada vez más raro y más helado, los arbustos como garras aferrándose a mis tobillos,musgo casi púrpura cubriendo cada superficie desnuda, y grandes escamas grises, como nieve o ceniza, habían comenzado a flotar a nuestro alrededor, pero aún faltaba que Austin me dijera nuestro destino.

De hecho, Austin no había dicho una sola palabra durante la excursión, ni siquiera para responder mis preguntas iniciales. Mientras miraba a su espalda y – siempre alejado cinco metros por delante de mí, yo me irritaba cada vez más. Lancé un suspiro intentando llamar su atención,pero ni siquiera pronunció un bajo "ejem" o dos. Mi suspiro teatral no obtuvo ni un solo sonido de Austin.

Así que cuando por fin habló, de hecho me sobresalté un poco por la sorpresa. Me tomó un momento reunir la suficiente calma para responder a su pregunta, aunque cuando fui capaz de hacerlo, mi respuesta estaba llena de impaciencia disimulada.

—Eso depende, Austin. ¿Es la historia relevante?—¿Cuál es tu definición de relevancia? —respondió él.Suspiré tan fuerte, que el sonido salió como un gemido. Austin se detuvo y

se volvió hacia mí. Él puso sus manos en los bolsillos y encontró mis ojos por sólo un segundo. Luego bajó la mirada hacia mi pie y la levantó lentamente, explorando mi cuerpo. La evaluación me hizo retorcerme incómodamente.

—Dime la historia —le dije secamente—, para distraerme de que seas tan grosero.

Su cabeza se levantó y me miró a los ojos por completo.—Oh, lo siento mucho. ¿Estaba siendo grosero?Todavía mirándole, una esquina de mi boca se torció en señal de

desaprobación.

—Justo lo suficiente —.Él me miró de nuevo, aunque esta vez la mirada fue menos lasciva.

—Te he avergonzado, ¿debería disculparme diciendo algo sobre mí? —

dijo, asintiendo.—Sólo si tiene algo que ver con lo que yo quiero saber.Una sonrisa tembló en sus labios, y luego se dio la vuelta para marchar

hacia adelante a través del bosque. Dudé, antes de empezar a seguirle.—¿Austin? —lo llamé.Se quedó en silencio por un momento y luego lo volví a llamar.—¿Te has preguntado por qué estoy vestido así? ¿Qué tipo de profesión

podría haber tenido?Evalué la parte posterior de su camisa negra ondeando.—Bueno, yo tenía la sensación de que no eras un contador.Cuando Austin lanzó una rápida mirada hacia atrás, por encima del

hombro, me miró divertido.

—Tienes razón en eso. Ya sabes, si hubiera sabido lo que iba a pasar la noche en que morí, podría haberme puesto unos pantalones más cómodos. O por lo menos tener mi camisa abotonada.

Teniendo en cuenta mi propia ropa, no tenía motivo para juzgar. Barrí una escama gris errante de mi falda -algo como la nieve, creo- y asentí con la cabeza a la parte posterior de Austin .

—Cuando acabas de venir de un concierto en 1975 —continuó—, la última cosa en tu mente es cambiarse de ropa, te lo aseguro.

—¿Moriste después de asistir a un concierto?—En realidad, Camila , morí antes de un concierto.Me sorprendió y luego me detuve por completo.—¿Qué hiciste? Austin se detuvo, también. Después de dar vuelta para mirarme, me dio una perezosa y segura de sí misma, sonrisa.