Capitulo 22

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Lauren se inclinó sobre su taza de café, con los últimos restos del café en el interior, varias horas después de que su familia se hubiera ido a la cama.

Ninguna de las dos nos sentíamos cómodas para dormir esta noche,pero a diferencia de mí, Lauren no podía permitirse el lujo del insomnio casi permanente. Tendría que conformarse con cafeína.

—No, Camz —murmuró en su taza y luego se frotó los ojos, cansada.Sacudió la cabeza categóricamente, como sino fueran las cuatro y media de la mañana.

—Todavía creo que es una terrible idea.

—¿Tienes una mejor? —espeté—. Inmediatamente me arrepentí de mi tono, y pasé mi mano por su brazo a modo de disculpa—. Lo siento, Lauren, de verdad. Pero yo no veo ninguna otra opción.

Hablando honestamente, me pareció que estaba fuera de las opciones de muchas maneras.

Para empezar, en vez de estar acurrucadas en la cama de Lauren, nos sentamos acurrucadas en los escalones inferiores de la glorieta en el patio trasero. Después de que Austin hubiera desaparecido, Lauren y yo habíamos intentado entrar en su casa, pero algo me lo impidió cada vez que lo había intentado. Una revisión rápida de la tierra reveló al culpable: una capa de polvo calcáreo gris bordeaba ahora todos los accesos a la casa Jauregui , probablemente esparciendo hoy por la abuela . La tiza me prohibió la entrada como una pared invisible, incluso cuando Lauren terminó con ella, la barrera mágica se mantuvo intacta. Como si necesitara otro recuerdo del doloroso, y tal vez permanente exorcismo que me esperaba esta noche.

Desafortunadamente, en la actualidad, Austin había tomado prioridad sobre mi problema con la abuela Jauregui ya que no dudaba de la sinceridad de sus amenazas en contra de Lauren. Le expliqué todo a Lauren: la necesidad loca de Austin de ser mi dueño, su insistencia firme de que estaba destinada a hacer el mal y servirle, incluso su papel en la cercana muerte de Lauren.

Lauren, sin embargo, permaneció impasible.

—¿Cómo puede ser ese chico, solo, en un cementerio, nuestra única opción? —exigió—. ¿Y cómo puedes siquiera pensar en ceder a lo que quiere?

—¿Cómo no puedo? —gemí, mientras me dejé caer de lado sobre los escalones. Miré a Lauren, que se había apoyado contra un poste de madera.

—Sabes Austin no nos va a dejar en paz hasta que hable con él de nuevo.—¿Y? Deja que trate de meterse con nosotras.— Lauren, eso es muy valiente de tu parte y todo, pero ¿podríamos

evitar molestar a un muerto que puede desaparecer a voluntad? Dios sabe de qué más es capaz de hacer.

Lauren resopló.—Oh, desaparecer. Realmente espeluznante.Sin embargo, incluso a través del sarcasmo de Lauren, podía oír un

sutil toque de incertidumbre. Acerté en el punto.

—Sí, desaparecer. A voluntad. Algo que no yo no puedo hacer todavía. Y no creo que él estaba mintiendo cuando dijo que tenía aún más trucos bajo la manga.

De repente, Lauren estaba alerta. Ella se tambaleó hacia delante y agarró mis caderas, tirando de mí hacia ella . Cuando nuestras rodillas casi se tocaban, dejó de tirar, pero mantuvo las manos entrelazadas alrededor de mi cintura.

—¡Exactamente, Camz ! —gritó—. ¿No te das cuenta? Es por eso que no puedes ir allí por tu cuenta a su encuentro. No tenemos idea de lo que va a ser capaz de hacerte. Como has dicho: incluso mi abuela y sus amigos no han podido evitar que dañe a la gente. Entonces, ¿qué te hace pensar que tú estarás a salvo?

Más allá de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora