Capìtulo 4

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Él:

Cuando Laura se fue yo me quedè ahí como un imbécil preguntándome como ella podía estar con Miguel y por qué un adelita podría matarla; y justo ahora sabia que no la volvería a ver, me preguntaba si me acusaría con el imbécil de su novio, aunque probablemente ya sabia quienes habían sido; me fui a casa agotado y al llegar tenia un mensaje de Sara:

Hola...¿Te parece si nos vemos?

Sara 22:10pm.

Creo que ya era un poco tarde para contestarle, llamaría a Jhon por la mañana y ruego porque su madre no lo haya picado en cuadritos, y esperaba que cuando Leonardo se enterarà no me picara en cubitos a mi, estuvo a punto de hacerlo cuando supo que sus padres me dejaron herencia pero luego se dio cuenta de que era algo muy estúpido y no llevábamos muy bien, pero se emputaba cada vez que yo tenia una mala calificación en la universidad, decía que no valoraba el trabajo de sus padres y bla bla bla, asì era Leonardo, y creo que lo mas sano seria empezar a buscar trabajo, el golpe no seria tan fuerte para el, pero igual me odiaría por un buen tiempo. No tarde en dormirme y soñé con esa  castaña corriendo en un parque, estaba de espaldas y veía como saltaba su cabello, un vestido de flores abrazaba sus curvas y tenia una hebilla en el cabello, no veía su rostro pero escuchaba su risa, era lejana, pero cálida, fue un gran sueño y me desperté satisfecho de lo que mi cerebro proyecto mientras dormía. 

A la semana ya tenia un trabajo en una librería, llevaba trabajando tres días y ya tenia un amigo, era un hombre de cabello castaño, casi rojo, con barba, no pasaba de cuarenta y todos los días sacaba un libro y entregaba el que sacaba al día anterior, el sábado también trabajaba y el hombre llegó, ahí me anime a preguntarle:

-¿Termina los libros en un día?-el asintió mientras me entregaba el que había sacado ayer.

-No son largos, se los leo a mi hija.-sonrió con tristeza y luego me dio La Candida Erendira, no era fanático de GABO pero ese libro me fascinaba, lo pase por la caja y se lo entregué.

-¿Y se los lee todo el día?

-Si.

-¿Y su trabajo?-el hombre me miro.

-Eres un hombre curioso.-sonreí y le entregue el libro en una bolsa, el tipo adivino que me avergoncé.-No importa...por ahora no trabajo, asì que estoy casi todo el día con mi hija, se llama Laura, es preciosa.-sus ojos brillaban.-Por cierto...soy Eric-me tendió la mano y yo la tome gustoso.-un placer.-me dijo con una amplia sonrisa.

-Felipe.-su sonrisa se me hizo contagiosa, luego de eso el hombre se fue. Al cabo de una hora mi teléfono sonó.

-Felipe...¿Estás vivo?-era Leonardo.

-Hola Leo.-trate de disimular los nervios pero creo que no lo logrè.

-¿Dónde has estado? Te llamè toda la semana.

-Ocupado.

-Bueno, saca un poco de tiempo para la familia primo. Vamos a salir con Valeria, ¿Te apuntas?-me dijo, hace mucho que no veía a Valeria y me hacia ilusión volver a verla.

-No creo que me quieras ver después de lo que te voy a decir.-no podía ocultarlo mas.

-¿A quien dejaste embarazada?-se burlo.

-Es serio Leo...yo...yo...-no tenia las bolas para decirle.

-¿Qué pasa?¿Te embarazaste tù?-siguió.

-Leo...perdóname, te juro que no fue mi culpa, pero ese hijo de puta me culpo...te juro que no tuve nada que ver.-escuche un "habla" al otro lado.-Me sacaron de la universidad.

Mi Único Acierto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora