Ella:
-Amor...es mejor hacerlo ya, cuando vienes pasas mas tiempo con Esteban que conmigo.-Felipe tenía que presentarse con mis papás, era hoy o jamás.
-No se...¿Que tal qué no les caiga bien?
-Sabremos que lo intentamos...-aún no se veia muy convencido.
-Ni siquiera sé qué les voy a decir.
-Lo que no se planea sale mejor...míranos.-y eso fue todo, la puerta sonó, no importaba si él quería hacerlo o no; no tenía opción.-Quédate.-fui corriendo a saludar a mi papá.
-Hola.-me dió un beso en la frente, luego saludé a mi maá y ella hizo lo mismo pero en la mejilla.
-¿Quién es este joven?-preguntó mi papá en voz firme mirándolo, Feliep se paró erguido, como estatua, recto, asustado, nervioso.
-Mi novio, se los presento.-me acerqué a Feliep y lo atraje hacia mis padres para que se saludaran.-Él es Felipe; Felipe, ellos son Eric y Lidia, mis papás.
-Es un gusto señores Quiñones.-mi padre no paraba de analizarlo, le dio la mano que Felipe les tendió sin dejar de estudiarlo.
-Yo a ti te he visto...-siguió pensando.-Pero si es el preguntoncito de la biblioteca.-dijo con tono de irritación.-¡Ven acá muchacho!-y para mi sorpresa le dio un gran abrazo, al parecer se agradaban, eso me gustaba.-Pasemos a comer, vamos a conocernos bien, como es debido.
Pasamos a la mesa, la charla surgia con tranquilidad, relajación, soltura, de vez en cuando Feliepe soltaba un comentario gracioso y luego mi padre y él volvían a hablar de libros y de lo que pensaban del otro al verse en la biblioteca donde Felipe trabajaba, después Felipe dio una muy leve y para nada detallada explicación de como acabo estudiando administración, comentó sobre Valeria y que así nos conocimos, no puse mucha atención, me distraía en las caracias que Felipe me daba por debajo de la mesa, aveces lo confundía con Hulk que me saltaba de vez en cuando buscando comida, pero poco a poco mi cuerpo comenzó a interpretar las caricias provenientes de él: Cuando el pulso se me detenía, la piel se erizaba, se hacía la boca agua y había una leve presión entre las piernas, cuando mi cuerpo pedía más, cuando involuntariamente sonreía, cuando me daba esa sensación de estar tocando las nubes, él me estaba tocando a mi.
Luego de la cena salimos afuera a jugar un rato en el patio, todos eramos risas, todos excepto mi mamá, ella había estado haciendo una pésima cara desde que vio a Felipe en la sala, eso me desagradaba bastante, en todo momento mi mamá lo miraba con desaprobación, con desprecio, como si fuera malo...en fin, ella siempre se amargaba con la felicidad de otro por el simple hecho de que ella no fuera feliz con la vida que tenía, no sé sí era envidia, fastidio, rabia, o qué era lo que le molestaba de Felipe...pero como fuera, él estaba a mi lado y eso era lo importante, lo importante era que en este momento estábamos contentos, con las personas que mas amaba en el mundo y con la mascota más adorable, con una espalda que se había mantenido bien la velada entera; estaba molestando a esteban y mi padre y Felipe entraron en la casa, y como soy el ser mas chismoso del planeta entré para saber que hablaban, me interesaba saberlo todo.
-Escucha, me caes bien, sé que eres bueno y que vas a hacer feliz a mi hija, pero como un padre ejemplar debo preguntar cuáles son tus intenciones...-lo dijo tan calmado, tan tranquilo, fresco, amamab eso de mi papá, no lo quería poner nervioso, solo quería ser buen padre.
-Bueno, somos jóvenes aún...-
-No puedo.-lo interrumpió.-Felipe, tu sabes por lo que mi hija está pasando, ¿Cierto?-solo los escuchaba, quería ver la reacción de Felipe, o poder leer su mente.-Mira, no sé que esperas de ella, tampoco sé qué esperará ella de ti, pero no quiero que sufra más.
-Claro que se lo que pasa, y quiero decirle algo: No me importa lo que tenga, la condición en que esté, quien sea su amigo, quién su amigo, no me interesa que tenga, que le falte, no me preocupa lo que necesite, con tal de que ella esté a mi lado todo estará bien.-oí un largo suspiro.-Eric...amo a Laura, más que a nada, ¿Sabe cuál es mi intención? Sí ella está enferma y si va a morir quiero que lo último que pinte su cara sea una sonrisa, lo único que la invada sea la felicidad, quiero asegurarme de que nunca esté triste, quiero que hoy sea un gran día en caso de que muera mañana, y quiero hacer el día de mañana mejor que el de hoy para que valga la pena vivir otro día, mi intención es hacerla feliz, sólo eso, no sé pero...si ella muere feliz, yo podré morir en paz pensando en la sonrisa que iluminó ese hermoso rostro la última vez que alguien la vio, y quiero hacer que esa sonrisa sea provocada por mi, por los momento que vivamos juntos y por los momentos que estando separados pensamos en el otro, eso es todo.-no necesitaba oír mas, todo era perfecto, mejor que el sueño de cualquier persona, mejor que cada cosa en el mundo; sí supiera que voy a morir mañana estaría dispuesta a sacrificar toda un eternidad bienaventurada por un minuto mas a su lado; regresé al patio y luego de unos diez minutos entramos, ya era tarde, era hora de dormir, la espalada ya me estaba matando, creía que dormiría en el sofá de nuevo porque no creía que pudiese subir las escaleras con ese dolor.
-No se queden muy tarde.-nos dijo padre mientras subía con Esteban al cuarto.
-Un placer, Señor. Chao Esteban.-mi hermanito lo fulmino con la mirada.-Lo siento, Juanes.-sonrío y se despidió con la mano; estando solos Felipe también tenía que irse, maldita sea mi suerte, porque si de mi dependiera estaría con el 24/7, pero no todo se podía.
-Bueno, me tengo que ir...-me abrazo y me comenzó a plantar besitos en la cara, eran deliciosos.
-Te acompaño a la puerta.-negó firme.-¿Por qué?
-Se te nota que estás a punto de caerte, te duele mucho, yo sé, pero si quieres te bajo cobijas y una almohada, o te subo al cuarto.-negué, no quería ser una impedida, tenía que hacerlo yo misma, como cualquier persona normal que no padece mieloma multiple.
-Te amo.
-Yo más.-y luego de estar un montón de tiempo despidiéndonos y diciéndonos curcilerias Feliep se fue y yo me quedé en el sofá evocando cada maravilloso átomo que componía cada maravillosa molécula de ese maravillóso ser que estuvo conmigo algunos minutos antes.
-Te ves patética.-la voz de mi mamá hizo que la sonrisa se me borrara de la cara, as'pi como los buenos pensamientos de la mente.
-¿Disculpa?
-Laura, soy tu mamá, te amo, pero entiende: Él a ti no te quiere, eres linda, eso es todo, quizá por un tiempo, experimentar, pero él no va a estar cuando estés acabada...-se calló al instante.
-¿No crees que sea capaz de sobrevivir?-que mi madres se estuviera preparando para mi inminente caída me partió el corazón.-Tal vez antes no tenía motivos, pero ahora lo tengo a él, y si él va a estar en mi vida, vale la pena seguir teniéndola.
-Laura, dime algo: ¿Cuántas veces te ha acompañado al hospital? ¿Cuándo ha estado en alguna terapia? ¿Cuándo te ha dado los masajes que necesitas? ¿Cuántas veces ha estado aquí cuando Valeria te examina?-Mi madre vio como se desvanecía mi esperanza y el coraje que se había apoderado de mi; al ver que no contestaba siguió:-Abre los ojos, él no va a estar cuando no le puedas ofrecer todo lo que sí puedes ahora, él es joven, no va a querer atarse a alguien que no se sabe cuánto tiempo va a vivir.-Las lágrimas salían sin poder detenerse, era esto lo que me quitaba las fuerzas.-Lamento ser tan cruda cielo, pero, es la verdad, así son las cosas. No quiero que te hagas ilusiones, y tampoco que sufras más de lo necesario, él no va a estar en lo difícil, y es mejor que lo dejes antes de que se te meta más en el pecho y te llene de mas cucarachas la cabeza.-Tenía los brazos cruzados, no hablaba como una madre comprensiva, sino enojada, molesta de que yo me permitiera soñar, ser feliz, vivir.
-Mira mamá, que te quede claro lo siguiente: Sí tu no eres feliz con tu vida, no me quites lo único que hace feliz la mía, si crees que la mejor forma de curarme es sentarme en una camilla a esperar que todo pase te equivocas, y sabes...-no paraba de llorar, mi alama se partía en millones de pedazos, quisiera que él estuviera ahí para abrazarme, y para sostenerme, porque estaba a punto de caer.-Él nunca va a estar en los momentos malos o difíciles, porque junto a él todo es bueno, si él está todo estará bien, en cambio sé que estaré en estado crítico el día que me levante y vea que tú estás orgullosa de mi, porque si lo estás será porque esperas que tenga una vida tan miserable como la tuya.
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Mi Único Acierto.
RomanceGandhi dijo: "Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas..." pero cada regla tiene su excepción y tu no haces parte de lo insignificante, ni nada de lo que hice para llegar hasta ti, siempre seràs el amor d...