Capìtulo 3.

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Él:

-Entonces, ¿Te puedes matar si te terminas ese adelita?-dije acabándome lo que quedaba, su amiga ya se había ido y había seguido bailando.-No soy responsable de nada, y por cierto, no llevo tanto tiempo de abstinencia como para querer llevarte a la cama.-ella rodó los ojos.

-¿Crees que soy tonta?-enarco ambas cejas.-Nadie me invita tragos asì por que si, mas bien cuéntame, ¿Por qué te cagaste el carro de Miguel?.-me tomò por sorpresa, ¿Cómo podía saberlo?-¿Sabes que el me llamo sùper enojado porque pensó que había sido yo?-no apartaba su vista de mis ojos.-¿Por qué?-indagó nuevamente.

-¿De dónde conoces a Miguel?-le pregunte, pareció que la pregunta le molesto un poco pero se controlo.

-Es mi novio.-¡Wow!, casi se me cae la mandíbula al piso, no me lo podía creer.-¿No me vas a responder?-me miraba a los ojos nuevamente.

-¡Dile a tu noviecito que es un maldito hijo de puta pero que me las va a pagar!-le contestè abriendo los ojos y cuando estaba apunto de alejarme ella hizo que girara la cara y antes de poder reaccionar ella me estaba...besando. Su lengua era deliciosa, aunque había bebido alcohol sabia muy agradable, era delicioso, la tomè por la cintura y comencé a besarla, pero me detuve cuando notè que estábamos en un lugar publico...al hacerlo, ella me miraba sorprendida, luego de analizar mi mirada un segundo, sonrió, esa boquita de corazón se veía perfecta con las comisuras levantadas.

Ella:

Cuando le dije a Felipe que Miguel era mi novio sabía que le sacaría lo del carro, aunque no me importa lo que le hagan, soy una maldita chismosa que quiere estar enterada de todo; cuando me contestò supe que insulto a Miguel pero me perdí en sus músculos y lo marcados que eran sus brazos, no eran como los de la roca pero estaban muy bien; un olor a colonia combinado con un aroma especial que no podría describir llegaron a mi nariz, haciendo que no pudiera contenerme y sin darme cuenta acababa de besarlo; sabia exquisito, su boca se sentía perfecta con la mía y la manera en que nuestras lenguas danzaban era única y...perfecta, no creo que vuelva a ver este chico de nuevo, pero justo ahora, quiero aprovechar cada oportunidad que me da la vida; cuando me rodeo la cintura un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y rápidamente se transformo en una magnifica calidez, me intrigaba demasiado Felipe, me intrigaba su mundo, sabía que su mundo era diferente, y sabía que queria conocerlo, me sorprendio la cantidad de cosas tan maravillosas que sentí cuando lo besè, fue como si hubiese dado mi primer beso de nuevo, y aunque no era mi primer beso literalmente, era el primero en que me sentía tan bien; me sorprendió bastante cuando se apartò, luego de estufiar su mirada unos segundos, sosteniendo su cara con mis manos y ver su expresión imperturbable, me reì, no supe que mas hacer, solo reírme.

-Un placer, Felipe.-el seguía impávido, yo me fui del bar, tomè un taxi y al llegar a casa me  cambiè y me acosté al lado de mi hermano, al llegar eran solo las 12, me sorprendió el poco tiempo que estuve afuera, y lo bien que la pasè en tan poco tiempo. Al día siguiente me dolía la cabeza a pesar del poco alcohol que ingerí, mi cuerpo estaba muy sensible, mirè mi teléfono, tenia millones de mensajes y llamadas de Adriana y era la una de la tarde cuando desperté y aún me sentía cansada, no tenìa hambre tampoco, llamè a Esteban que vino enseguida y me dijo que mis padres lo llevarian a comer y si me apetecía ir, le dije que no y seguí durmiendo. Me desperté nuevamente a las cinco de la tarde con menos cansancio pero mucha flojera asì que encendí la televisión y buscando programas me topè con Friends, mi serie favorita, era una maratón y la disfrute hasta que mis padres llegaron, cuando lo hicieron, tenia un apetito de los mil demonios y comí mi hamburguesa gustosa, estaba deliciosa, mis padres salieron con Esteban a ver una película y yo me quedè en casa explicándoles que estaba algo perezosa, mis padres no dijeron nada y se fueron, yo me recosté y mientras la serie se proyectaba yo me quedaba dormida, estaba a punto de cerrar los ojos pero de la nada comencé a toser, fui corriendo al baño y empece a vomitar, mientras vomitaba mis ojos se aguaron debido a la fuerza que hacia, vomitè demasiado, diría que hasta mi primer tetero. Luego de expulsar lo que sea que haya vomitado me sentía exhausta, lo que hizo que me acostara inmediatamente y me quedara dormida. Al cerrar los ojos, mi cabeza, que por ahora trabajaba sola viajo al chico pelinegro de ojos marrones, sus labios carnosos, su piel ligeramente morena, su barba bien afeitada dándole un toque sexy, su dentadura perfecta, las pestañas largas que tenìa, sus grandes manos, supe que eran grandes cuando me tocò; la forma en que me tocò, y luego de la nada, comencé a soñar que vomitaba de nuevo y el entraba en el baño, al verlo le decia que se fuera porque al saber mi situación seguro me abandonaría, luego de eso me volví al inodoro rápidamente para expulsar una última vez el liquido por mi boca, luego de eso, me recostaba agotada en la pared y comenzaba a llorar, el me abrazaba y me decía que llorara, que eso era lo mejor, luego tomo mi cara con ambas manos e hizo que girara hacia el y me topara con sus ojos marrones, el miraba mis ojos verdes fijamente y sin apartar la vista movió sus labios pronunciando estas palabras:

-Estoy contigo. A mi lado nada te pasarà.-luego de eso el me soltaba y sonreía, se puso de pie y empezó a caminar lejos.-Adiós, Laura.-girò una última vez y siguió alejándose, yo intentaba alcanzarlo pero era imposible, lo llamaba y el girò, al ver que me alejaba comenzó a gritar mi nombre también.-Laura, Laura.-veía a sus labios moverse pronunciando mi nombre.-Laura.-gritò, yo me sobresaltè y desperté, vi a mi padre que me miraba con una expresión de alivio.

-Ayer no comiste, ven a desayunar cariño-mi padre me mirò dulcemente, yo le sonreí y me pare bostezando, el me rodeo los hombros y bajamos a disfrutar del desayuno que había preparado mi madre.


Mi Único Acierto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora