Canción: Anywhere-Evanescense
Ella:
Toda la inducción estuvo muy interesante, los alumnos hacían reír mucho, al salir, Cristian me invitó a almorzar, comimos en un sitio que es mas viejo que la cédula pero que me encanta, la señora que cocina no ha cambiado nada, se ve igual de viejita desde que tengo memoria y por los años que debe tener, juraría que es inmortal, en fin, la señora tiene una sazón tremenda, y no comete ni un error en la cocina, ha de ser la experiencia.
La semana transcurrió igual, ninguna novedad salvo que vi a Mía quien por alguna razón me conoce, me saludo y me presento a su bebé, se llama Derek, raro nombre para un niño colombiano, pero me gusto bastante para ser honesta, hablamos un rato, se disculpo por lo de Miguel pero yo-sin mentirle-le dije que agradecía que eso hubiera sucedido, sino, seguiría amarrada a el, coincidimos en que no valía la pena y era mas bien una piedra en el zapato; ya era viernes, y luego de ir a la universidad Valeria fue a verme y me recordó hasta el cansancio que no se me olvidara lo de por la noche, y llegada la noche no quería salir, las pocas energías que tengo diarias me las quitó Esteban hoy mientras jugábamos y cuando llegó de fútbol-que lo sigue odiando-me hizo leerle un cuento que le fascinaba, era "Mi día de suerte" y era sobre un cerdito que fue donde un zorro y lo engaño para que le cocinara, lo bañara y le diera masajes, muy bueno a decir verdad.
Al llegar al sitio donde Valeria me dijo me lleve una gran sorpresa al ver a Felipe, a ese chico me lo encuentro hasta en la sopa, no lo soporto y no me agrada en lo absoluto, es un imbécil. Se acercó y mi pulso se comenzó a acelerar sin motivo alguno, no era la primera vez que un idiota venía hacia mi, no se que estaba pasando conmigo, pero cuando me tocó el brazo y me dio un beso en la mejilla para saludarme sentí que mis piernas iban a flaquear en cualquier momento.
-Hola, solo por curiosidad, ¿Me estás siguiendo?-me limité a responder volcando los ojos.-No creo que sea coincidencia verte en todas partes.
-A mi me invitaron aquí, ¿vale?, no desperdiciaria mi tiempo contigo.-lo miré de arriba a abajo.-Y ya llego mi compañía, adiós.-vi a Valeria y él volteó para ver de quién hablaba.
-¡Ya llegaron ambos!, entonces, ¿Ya se conocen?-pregunto Valeria saludándonos de beso en la mejilla.-Te presento a Leo.-un hombre guapo de casi 25-Leo te presento a Laura.-nos dimos un beso en la mejilla y luego todos entramos en el bar.
La música estaba alta, los cuerpos en el bar se movian al compás de esta, Felipe me llevo abailar y con la mirada, Valeria me dijo que fuera; en la pista, nos moviamos perfectamente, nuestros cuerpos se movian de manera natural y espontanea, disfrutaba de la manera en que Felipe manejaba mi cuerpo y yo lo liberaba para que el hiciera lo que quisiera con él, y después de una vuelta, nuestros alientos estaban cerca, muy cerca, podía percibir el aroma de su boca, un fresco aliento mentolado, nuestras bocas casi se rosaban, y ambos tomamos la iniciativa de deshacer la distancia entre estás, nuestras lenguas danzaban la una con la otra, sus labios eran suaves y apasionados a la vez, yo rodeaba su cuello, el mi cintura, y ese momento fue...
Él:
...perfecto. Sus labios acariciaban los mios de una manera indescriptible, su pequeña cintura hizo que la sangre corriera por mis venas a gran velocidad, el pulso se me acelero, mis manos sudaban un poco sólo de tenerla cerca, creo que podriamos empezar a llevarnos un poco mejor. Luego de que esa boca celestial estuviese posada en la mía nos quedamos mirando fijamente por lo que parecieron siglos, y juro que no me cansaria jamás de ver esos ojos, esas preciosas ventanas del alma como dicen algunos, esos pozos verdes custodiados por unas pestañas largas, y ese cuerpo, ese cuerpo laxo, pequeño, delicado, por alguna razón sentía que debía proteger a ese ser vulnerable que pretendía ser fuerte.
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Mi Único Acierto.
RomansaGandhi dijo: "Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas..." pero cada regla tiene su excepción y tu no haces parte de lo insignificante, ni nada de lo que hice para llegar hasta ti, siempre seràs el amor d...