-¡Gol! –Alejandro saltaba de un lado al otro del jardin -¡Gol!
Caliope y Amber no pudieron evitar reír, claramente Damian y Néstor se estaban dejando ganar por Ángel y Alejandro. Era tan extraño verles jugar tan animadamente, cuando llegaron a la casa tanto Damian como Néstor se portaron muy bien con ellos.
-¿En que piensas? –Amber miro a su prima con el ceño fruncido
-En ellos –Caliope estrecho entre sus brazos a Alina que estaba sentada en sus rodillas y sonrió –Se les ve tan felices
-Y a ti –Amber sonrió –Tu tambien te ves mas feliz cuando estas con ellos
-¡Caliope! –Alejandro salio corriendo hacia ella y se abalanzo a sus brazos -¡Hemos ganado!
-¡Bien! –ella abrazo a Alejandro y después se levanto con Alina entre sus brazos –Ahora a merendar
-Nos habéis dejado ganar –Ángel miro a Damian y a Néstor de reojo –Quiero la revancha
-Cuidado con lo que pides –Néstor rió –Soy muy rápido
-No mas que el –Caliope guiño un ojo a Ángel –Prueba a dejarle un bolso
-Con un monedero me conformaría –El se encogió de hombros y comenzó a reír
-¿De que estáis hablando? –Damian miraba a ambos
-Caliope –Leda sonrió al verles entrar en la cocina –Ya tengo la merienda preparada
-Muchas gracias –ella se acerco a la mesa y sentó a Alina, le sirvió un poco de zumo y un trozo de bizcocho
-Bizcocho –Amber se sentó en la mesa con una sonrisa, miro a su prima –Me recuerda al que hacia tu madre
Todos se sentaron a merendar, si antes había sido extraño ahora mucho mas, sentados a la mesa merendando y riendo. Como una familia, Caliope se quedo pensativa ¿una familia? después de haber recibido insultos y desprecios, su cerebro aun no la dejaba relajarse del todo.
-No me habéis dicho a que viene lo del bolso –Damian observo a Caliope con interés
-Conocí a Caliope en el cementerio, le robe el bolso –Ángel la miro con una sonrisa, mientras partía el bizcocho –En lugar de irse asustada me siguió
-Temeraria –Néstor la miro divertido –Como en el barrio
-Que escena tan bonita –Medea permanecía en la puerta de la cocina mirándoles molesta –Damian, Néstor levantaros de ahí ¿Qué estáis haciendo comiendo en la cocina? ¿Y con esos mocosos muertos de hambre?
-Tía –Damian se levanto del asiento rápidamente –Son nuestros invitados
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Pasión Griega
RomanceUna llamada, un billete de avión y una cita con un abogado. Eso era lo único que Caliope esperaba encontrar al regresar a Grecia. Siete años llevaba ya fuera de casa, ¿Por qué? Por ella, por lo que era, por quien era. Con tan solo dieciséis años...