Sebastián caminaba de un lado a otro de su despacho, volvió a llenar su copa de ron y de un trago se lo bebió todo. Dentro de una hora Caliope se acababa, arruinaba su vida y todo por culpa de Medea, no y de el El no estaba haciendo nada para impedirlo, su promesa se lo impedía y el derecho abogado cliente. Camino hacia su escritorio, abrió el cajón y saco el sobre, lo miro fijamente.
-¿Qué hago Dámaso? –Miraba la carta con el ceño fruncido –Tu me dijiste que se lo entregara este día, pero no esta saliendo como tu pensabas. Te equivocaste, tu nieta va a arruinar su vida
Recordó la conversación que tuvo ayer con ella “-Yo no lo creo –El le tomo la mano –Y yo tampoco quiero No lo hagas, aun estas a tiempo -No tengo ninguna razón para no hacerlo –Caliope suspiro con tristeza –Y demasiadas para acabar con esto
-Yo no puedo ir, no puedo estar allí para ver como destruyes tu vida –Sebastián se alejo de ella preocupado –Lo siento, pero no estaré en tu boda
-Me gustaría que fueras –Caliope limpio una lagrima que caía de su ojo –Pero si es lo que has decidido
-No me lo perdería si fueras feliz, pero esto es un error –negó con la cabeza –Y yo no puedo formar parte de el”
-No tienes ninguna razón para detenerte y muchas para seguir adelante –tomo la carta y la guardo de nuevo –yo te daré una razón y perdóname si para ello tengo que traicionar tu confianza
Condujo por la ciudad a toda velocidad, paro el auto frente a la mansión Durtzed y llamo insistentemente al timbre, hasta que al fin Leda abrió la puerta
-¿Sebastián? –La mujer observo sorprendida como el entraba rápidamente
-¡¿Dónde esta Damian?! –la miraba preocupado -¡Necesito hablar con el!
-Esta en el despacho-Y nada mas oír la respuesta corrió por la casa y entro al despacho abriendo las puerta de golpe
-¿Sebastián? –Damian lo miro confundido -¿No estas en la boda?
-No, y tu tampoco –El lo miro fijamente -¿Por qué? ¿Por qué no estas en la boda?
-No creo que sea adecuado –Damian evito mirarle –Mi tía tampoco fue
-No metas a tu tía en esto, tu y yo sabemos sus razones –Sebastián suspiro agobiado –tu tienes otras ¿Cuáles son?
-¿A que te refieres? –Damian frunció el ceño
-Por el amor de Dios, dime algo –Sebastián respiro agitado –Dame una razón para hablar y todo cambiara
-No se de que estas hablando –se levanto de su lugar
-¡Habla! ¡Ella se va ha casar! ¡Se entregara a el! ¡Será su esposa! –Sebastián miraba enfurecido a Damian -¡Dime porque no estas en esa boda!
-¡Porque no puedo! –Damian golpeo la mesa -¡Porque la quiero!
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Pasión Griega
RomanceUna llamada, un billete de avión y una cita con un abogado. Eso era lo único que Caliope esperaba encontrar al regresar a Grecia. Siete años llevaba ya fuera de casa, ¿Por qué? Por ella, por lo que era, por quien era. Con tan solo dieciséis años...
