Capítulo 5

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Suena el despertador. Son las siete y media de la mañana, lunes. Hoy es el día en el que voy a ir por primera vez al instituto que mi madre había buscado para mí. Aunque ella me ha dicho (por activa y por pasiva) que es maravilloso y que voy a hacer muchos amigos, yo no estoy tan segura. ¿Y si no le caigo bien a nadie? ¿Y si me quedo sola? ¿Y si no encajo bien? Mi anterior instituto era estupendo: tenía un montón de amigos y me iba muy bien en las notas. ¿Y si ahora cambia todo eso?

Sacudí mi cabeza intentando que mis pensamientos y mis dudas se fueran. La verdad, es que esta es la peor parte de mudarse.

Me levanté de la cama y me fui directa a la ducha. No sé si al final encajaría bien en ese instituto, o si voy a hacer nuevos amigos tan pronto, pero en fin, tendré que hacer un esfuerzo ya que mi madre también lo está haciendo por mí.

Bajo a desayunar y allí encuentro a mi madre, haciendo el desayuno.

-Hola pequeña - dijo dándome un beso en la frente.- ¿Cómo has dormido?

-Muy bien, mamá.- Dije dándole un beso en la mejilla.

-Hoy es tu primer día, ¿No estás nerviosa?

-¿Yo? Nah - dije en tono irónico.

-Sé que va a ser difícil, pero por algo se empieza.

Me como el desayuno y el reloj de la entrada da las ocho. Hora de irse.

-Bueno, me tengo que ir. Te quiero mucho mamá, hasta luego.

-Adiós mi niña, pásalo bien.

Después de media hora llego al instituto. Era más grande que mi antiguo instituto. Las paredes estaban pintadas de una especie de azul claro, había muchas clases y mucha gente. Me quedo observando embobada todo esto, pensando si este va a ser mi futuro a partir de ahora, cuando de repente alguien se choca conmigo. Era alto, con un cuerpo musculoso, joven; era un profesor.

-Ui, yo... lo siento... Yo... - Dije tartamudeando. Muy bien, Noelia, muy bien, el primer día y ni siquiera has entrado a tu clase y ya has hecho algo mal.

-No pasa nada, chica.- Dijo él.- Ha sido culpa mía, estaba pensando en otra cosa, y no te he visto. ¿Quién eres? No te había visto antes por aquí.

-Yo... Soy Noelia. Soy nueva aquí, este es mi primer día.

-¿Una nueva? Qué bien. Supongo que aún no conoces a nadie. Me presento: me llamo Pablo y doy clase de Matemáticas. Espero que nos veamos muy pronto, y verás cómo aquí estarás muy bien, Noelia.

-Muy bien.- Dije sonrojándome.

Nos despedimos. Era guapísimo. Y el hecho de que se hubiera chocado conmigo... Mal, Noelia, muy mal, el primer día y ya has empezado a sentir algo por alguien. Y si por lo menos fuera un estudiante, pero es que ni siquiera eso...

Empecé a maldecir al destino en mi mente cuando llegué a la clase. No conocía a nadie (lo que era obvio) así que me senté en una mesa que parecía que estaba libre. Miré hacia abajo, no me sentía cómo una más. Entonces recordé las palabras que me dijo mi madre antes de salir de casa: Será difícil, pero haz un esfuerzo.

En esto vienen tres chicos y dos chicas que se acercan a mí. Los miro de reojo y empiezo a sacar mis cosas.

-Hola, ¿tu eres la nueva, verdad?

-Sí... Soy yo. Me llamo Noelia.- Dije, un poco tímida.

-Encantada. Me llamo Mari Carmen, por favor.- Dijo en tono dulce.

-Carmela, ¿no nos vas a presentar? - dijo un chico riéndose que estaba detrás de ella.

-Sí, por supuesto.- Dijo mirándolos y riéndose.- Escucha, estos son: Ana, David, Laila, Marcos y este tan gracioso es Raúl.- Dijo en tono irónico.

-Encantada de conoceros.

-¿No conoces a nadie aún? - dijo Laila.

-No...

-Bueno, pues si quieres vente con nosotros. Pareces simpática - Dijo Ana.

-Claro que sí, me encantaría.

La verdad es que no había sido tan difícil, ya tenía amigos nuevos y supongo que en su grupo encajaría muy bien, y eso me aliviaba un poco. Me quitaba un peso de encima al saber que ya había hecho amistad, y todos parecían buena gente.

Amor Prohibido - Pablo AlboránDonde viven las historias. Descúbrelo ahora