Capítulo 6

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El día había pasado tranquilo. En la primera hora, la tutora Pilar me había presentado en la clase, y parece que encajo bastante bien. En el recreo me fui con mis nuevos amigos, me enseñaron todas las instalaciones y les di mi número de teléfono.

Cuando llegué a mi casa, le conté a mi madre todo lo que me había pasado (excepto lo del choque con el profe de mates) y me dijo que estaba bastante bien, que se alegraba por mí. Y para mí era un alivio saber que aunque había sido duro dejar todo lo que amaba, me esperaba algo bastante productivo y maravilloso. Y también lo era porque todo este esfuerzo era por mi madre. Todas esas noches llorando porque mi padre salía a beber y llegaba por la mañana gritando, todo lo malo, había desaparecido. Ahora estábamos construyendo un futuro las dos juntas.

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Segundo día. Suena el despertador.

Me levanté feliz; quería ir al instituto. Por primera vez, me pasaba eso, que quería ir al instituto. Ni en mi otro instituto me pasaba eso. Casi siempre tenía mi madre que subir a mi habitación porque quedaban diez minutos para que empezasen las clases y yo no tenía ganas de levantarme. Pero esto era diferente; Málaga me había cambiado por completo.

Me ducho, me visto, desayuno rápido y salgo por la puerta. Me esperaba un día increíblemente genial.

En el camino de ida, llego a la casa de Mamen a por ella. Ayer intimamos tanto que creo que es mi mejor amiga. Sí, sé que sólo llevo conociéndola un día, pero es cómo si nos conociésemos desde hace mucho.

-Hola señora Fernández, ¿está Mari Carmen?

-Sí, pasa. Tú debes de ser la nueva amiga de Mamen. Está como loca contigo. Espera un segundo. ¡¡Mamen!! ¡¡Tu amiga está aquí!!

-¡¡Voy mamá!! - Escucho una voz que viene de arriba de las escaleras. Era ella. Baja las escaleras corriendo y sonriéndome.- Qué bien que estás aquí, Noe. Vamos, que te tengo que contar muchas cosas.

El camino de ida se me hizo muy corto. Hablando con Carmen de tantas cosas... A las dos nos gustaba el mismo tipo de música, idolatramos al mismo cantante, y eso era algo que me encantaba: hasta ahora no había nadie con quien tuviera tantas cosas en común.

Pronto llegamos al instituto y entramos en nuestra clase.

Aún no tenía el horario y no sabía quiénes eran los profesores. Así que le pregunté a Mamen:

-Mamen, ¿Sabes qué toca ahora?

-¿Ahora? Matemáticas. Tú tranquila que se te pasa volando.- Dijo sonriéndome.

-¿Y quién es el profesor?

-Se llama Pablo. Es un poco duro en las explicaciones y en los exámenes, pero la clase se te hace muy amena.

En ese momento se me encogió el corazón y empecé a escuchar sus latidos. No puede ser. No, no, no puede ser, debo de estar soñando.

De repente toca el timbre y veo que entra por la puerta. Me sonrojo y agacho la mirada. Madre mía, qué guapo es. Y en cierto modo, creo que esta nueva vida se me va a hacer un poco más complicada.

-Buenos días. Cómo ya sabéis, el examen de Estadística lo tenemos la semana que viene. Hoy vamos a repasar. Vamos a ver, voy a pasar lista...

Iba pasando lista, y yo temía qué es lo que pudiera decir cuando me reconociera allí.

-María del Carmen Martín, sí. ¿Noelia Morales? ¿Noelia?

-Yo, presente. - Dije levantando la mano.

-Ah, Noelia, bienvenida. Tú eres la nueva, ¿No es así?

-Sí, señor.

-Como ya he dicho antes, tenemos un examen la semana que viene, y sería conveniente que lo hicieras tú también, aunque sé que es un poco pronto porque has venido justo cuando nosotros ya habíamos terminado el tema. No te preocupes, después de clase te diré cómo te lo tienes que preparar.

-Vale.

Mi corazón estaba a punto de estallar. Sí, creo que siento algo por él. No, Noelia, no puedes, es un profesor, no puedes enamorarte de alguien así. Te lleva muchos años más y seguramente tenga novia o... O algo peor, que esté casado. No te compliques la vida, te va a doler mucho...

Amor Prohibido - Pablo AlboránDonde viven las historias. Descúbrelo ahora