- Escucha... La verdad es que sí, sí me pasa algo.
Yo iba a empezar a llorar desde un momento a otro. Nunca me había abierto tanto con nadie nunca; ni con mis amigas, ni con mi familia, ni siquiera con mi madre (y eso que es la persona en la que más confío). Le miré a los ojos. No estaba muy segura de qué era lo que iba a hacer en ese momento, pero ¿Qué opción tenía? Ya no podía dar marcha atrás. Además, en mi interior sentía la necesidad de contárselo todo. Supongo que él me podría ayudar.
- El otro día estuvimos hablando y me dijiste que todo iba bien. ¿Por qué me mentiste?
Le miré a los ojos y él me cogió de las manos más fuerte. Parecía bastante preocupado, y en parte era culpa mía. Necesitaba saber la verdad.
- Te mentí porque no quería perderte, Pablo.
Esas palabras salieron solas de mi boca. Así, sin más.
- ¿Perderme? Noelia, sabes que yo siempre voy a estar aquí.
- Todo iba bien, Pablo... Pero, creo que necesitas saberlo. Verás... tú, tú me gustas ¿Vale? - Justo en ese momento comencé a llorar. - Y sé que es un poco extraño porque nos llevamos diez años o más, pero es así. Me gustas.
Narra Pablo:
No daba crédito a lo que estaba escuchando en ese momento. Estaba realmente preocupado por Noelia, y ella había comenzado a llorar.
Puse mi brazo en su hombro y la acerqué a mí, y la abracé.
- Noelia, ¿Sabes qué? Hace mucho tiempo, cuando yo tenía tu edad, me enamoré de una chica que estaba en mi clase. Era exactamente igual que tú: rubia con los ojos castaños. Nunca pude decirle lo mucho que la quería, y no sabes cuánto me arrepiento de no haberlo hecho.
Ella me miró, no sabía qué decir.
- El caso es que, - continué - el día en que me choqué contigo fue como volver atrás en el tiempo.
- Pero Pablo, yo no soy ella...
- No, no eres ella. Pero desde el primer día me has cambiado la vida. Y no quiero volver a arrepentirme.
Puse mi mano en su mejilla, ambos cerramos los ojos y nuestros labios se fundieron en un dulce e inevitable beso.
Clavó su mirada en la mía, y en seguida miró hacia abajo.
- Verás, Noelia... Esta mañana he tenido una de las peores pesadillas de mi vida. Por poco te mueres delante mía.
Mi voz se quebró. Esto estaba siendo tan duro para ella como para mí. No respondió, quizás no tenía valor para hacerlo. Así que continué:
- Cuando te vi ahí, en el suelo, era como si todo el sentido que tiene la vida desapareciera en un segundo. Si te hubiera pasado algo, yo... no me lo perdonaría nunca.
- Sabes que si hubiera pasado algo malo, no sería tu culpa.
- En parte sí.
Se produjo un silencio bastante incómodo. Todas estas confesiones nos habían sorprendido tanto a mí como a ella. Pero creo que lo necesitábamos. Ella me gustaba y yo a ella; y eso me alivió.
- Me he dado cuenta de que - dijo ella - los números son sólo números. Te quiero, Pablo.
- Te quiero.
Nos volvimos a besar. Pero esta vez, ya más subido de tono. Ella se tumbó y se extendió por el sofá a medida que yo me iba poniendo encima de ella. Hubo un momento en que nos separamos por falta de aire, y nos volvimos a mirar, pero esta vez sonriendo. Todo en ella me encantaba.
No hay nada mejor que ser la persona favorita de tu persona favorita.
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Amor Prohibido - Pablo Alborán
FanfictionNoelia es una chica de 14 años y es de Córdoba. Ella se muda a Málaga (la ciudad natal de su madre Marta) ,con su madre, por la separación de sus padres. Noelia es una chica un poco tímida, pero cuando esta con gente de confianza es el alma de la fi...