18. "Y esta soledad"

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"Y esta soledad"

Y cuando abrí los ojos, nuevamente me llevé una sorpresa. El abrigo que tenía era demasiado para aquellos días otoñales de octubre. Había pasado una semana desde que me desperté en octubre y ahora tenía el presentimiento de que el tiempo había avanzado un poco más. Aquel abrigo no era aquel con el cual me había acostado la noche anterior. 

Mi cuerpo se levantó, como siempre, por su cuenta y me di cuenta de que no miró el reloj. Abrió las persianas dejándome ver como la calle estaba llena de nieve y como esta seguía cayendo desde las nubes. Si, el tiempo, definitivamente, había saltado unas semanas. Resoplé por dentro, sabiendo que eso quería decir una sola cosa: mi transformación se acercaba cada vez más rápido. 

 Me di una ducha y luego bajé a comer algo. La casa estaba totalmente decorada de Navidad, eso me dio una ubicación de en qué fecha me encontraba. Los pasos rápidos de Sophie me dijeron que se acercaba y cuando quise acordar, mi pequeña hermana se encontraba frente a mí con una gran sonrisa en su rostro. 

-¡Mañana viene Santa!- exclamó con una excitación muy notoria. 

-¿Y qué le has pedido?-le pregunté, sentándome en el sofá frente al fuego de la estufa a leña.

-Muchas muñecas y libros para colorear. Además quiero un gorro de lana de Minnie Mouse. 

-¿Y te has portado bien para que te traiga todo eso?

-Si, yo siempre me comporto bien, hermana. 

Me reí. Ella era mi rayito de luz y si tenía que elegir a alguien de mi vida de humana para revivir, no dudaría en elegirla a ella. Si bien con los años había crecido, se había hecho una señora mayor y había muerto por causa natural a su edad,  siempre la había visto como mi pequeña, y eso que yo seguía en mi apariencia de adolescente. Estar con ella en aquel momento, nuevamente de pequeña, me hacía sentir un poco más acompañada.

Estar en aquel pasado me estaba haciendo sentir sola, aislada de todo y todos. Me sentía completamente abandonada y sentía que nadie se preocupaba por mi, mi yo presente. Ya no tenía a Harry para que me hablara con la mente, que me tranquilizara con sus palabras, que me hiciera sentir amada aunque sea con palabras. Solamente con hablarme me hacía sentir mejor...pero ya no lo tenía. Harry había sido secuestrado y transformado por los Tomlinson con un solo propósito: armar un gran grupo de vampiros para encontrar al enemigo de Josh Tomlinson: Bruce Canterville y toda su familia. Y destruirlos, obviamente. 

Esperaba que Harry no hubiera pasado por la transformación nuevamente, porque era la peor experiencia del mundo. Tanto dolor y absolutamente nada que hacer para pararlo.... Esperaba que hubiera vuelto al presente al ser mordido, y que no hubiera pasado toda aquella experiencia otra vez. Y también esperaba que si eso había pasado con él, también me pasara a mi, que la mordida hiciera que todo esto desapareciera. Pero no lo sabía con certeza. 

Tal vez Harry seguía allí, como vampiro, aun con sus dos mentes, intentando sobrellevar aquel momento tan frustrante de su vida. El primer tiempo como vampiro es bastante molesto, imposible de controlarte, a pesar de que uno sabe que las cosas que está haciendo no están bien. Me imagino que debe ser más frustrante de lo que ya fue una vez. 

-Recuerda que viene gente hoy, ______-dijo mi madre, saliendo de la cocina con un delantal lleno de harina puesto y su cabello atado. 

-Lo sé, mamá- dije- pero, ¿no es un poco temprano para que ya me vaya a aprontar?

-Solo te estoy haciendo acuerdo, cariño. 

-¡Mami!-dijo Sophie, quien abrazaba a su muñeca desnuda, llena de pequeñas trenzas.-Tengo hambre.

-Vamos a la cocina. Te daré algo. 

Ambas se metieron en la cocina, dejándome sola en la sala. 

********

Fue lindo ver a todos mis familiares una vez más. Desde mi transformación, solamente había pensado y extrañado a mi familia más cercana y mis amigos, aquellos que veía a diario, pero a todos aquellos que no veía muy seguido, no. Y no es que no los quisiera, si no que lo que más me dolió dejar atrás fue la rutina y la gente que me rodeaba  día a día. 

Cuando los ví, me di cuenta de que en realidad si los extrañaba, pero de una manera diferente. De esa formas de extrañar en las que no te das cuenta de cuanto extrañabas a una persona o algo hasta que esa persona vuelve a tu vida o ese algo aparece. Uno no se da cuenta de cuánto te hacen falta las personas hasta que al verlos otra vez comienzas a sentir una extraña melancolía. 

Todos ellos allí, tan sonrientes, tan felices, sin saber que esa sería la última vez que me verían. Incluso yo no sabía que sería la última vez que los vería. Nunca supe qué fue de ellos. Mi prima Eliza, quien tenía problemas para quedar embarazada, ¿habrá quedado embarazada?, o mi abuela Susan, ¿habrá podido superar aquella gripe fuertisima que la dejó en cama una semana antes de que a mi me atropellara el auto?. O ¿qué habría sido de la vida de mi prima más pequeña, Camille? ¿había crecido sana? ¿había sido una buena estudiante? ?qué había estudiado en la universidad? ¿había conocido a alguien y formado una familia?. 

Ahora nunca lo sabría. Nunca. 

Hay algo que siempre supe: lo más importante te lo enseña la familia en base a ejemplos y situaciones. Y en aquel momento me estaban enseñando otra cosa: hay que disfrutar de cada momento, cada segundo, de todo lo que nos rodea, incluso hasta lo más insignificante, porque nunca sabemos cuando puede ser la última vez que lo vivamos. 


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¡¡Hola!! Disculpen no haber subido durante la semana pero comencé las clases y estuve cansada toda la semana y juntando material para estudiar y esas cosas.

Espero que les haya gustado el capitulo de hoy. No puedo creer que este cerca del capítulo 20!!

Como siempre, si quieren capítulo dedicado, en los comentarios, mensaje privado o bueno, no se, otra forma que encuentren 

Gracias por leer,

Cam. 

Red Light 3: Coming BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora