Red Light 3: Coming Back

20. "El despertar"

"El despertar"

Escuché como alguien entraba en la habitación y mire para todos lados hasta que vi a Bruce y a Elina caminando hacia la cama donde estaba acostada. Tuve, inmediatamente, la necesidad de correr hacia la puerta, desaparecer. No quería ver a nadie. No quería enfrentarme a ninguno de ellos. 

Necesitaba pensar, analizar. No me recordaba de la manera en que me vi en ese pasado que acababa de vivir. Y aún tenía el momento del accidente y todas las sensaciones de la transformación a flor de piel. Una segunda transformación que no había sido nada linda y queme había parecido mucho más potente que la primera vez que la viví. 

Me sorprendí a mi misma cuando di un salto de la cama, sacándome al momento todos los cables que se encontraban en mi cabeza y distribuidos por todo mi cuerpo, y me abalancé sobre  la puerta para desaparecer y estar sola. ¡Tenía el control de mi cuerpo de nuevo! Aunque no estaba segura de que tiempo estaba viviendo. 

Pero no quería quedarme y hablar con ellos, por más que la intriga me carcomiera por dentro. Además sabía que pronto me daría cuenta. 

Cuando quise acordar estaba cruzando la puerta principal de nuestra casa, dejando atrás todo y a todos. No miré hacia atrás, y apenas escuché los llamados de mis hermanos.  Todo lo que veía y que se llevaba mi atención era lo que tenía adelante y el seguir avanzando, no importaba a donde llegara. 

Supe que ya estaba bastante lejos de la casa y que, si alguien me había seguido, ya los había perdido unos cuantos minutos mas tarde. Así que aminoré el paso un poco hasta que dejé de correr. Me encontré en el medió de la nada, todo lo que veía a mi alrededor era campo. Pasto, pasto y más pasto. 

Me dejé caer sobre la hierva con las piernas estiradas y la mirada perdida, mirando a la nada. Y ahí caí en la cuenta de que me encontraba en el presente. El lugar, la casa, las reacciones de todos y el poder controlar mi cuerpo una vez más... había terminado, por fin, aquella tortura de mi pasado humano. 

Me acosté, mirando el cielo completamente celeste. Algunas nubes blancas lo decoraban con divertidas formas y el Sol estaba algo fuerte, pero no me molestaba realmente. Sentía el viento en mi rostro, suavemente acariciándome como la mano de una madre.  Cerré los ojos y me quedé así por varios minutos. 

Todo se sentía distinto, mucho más real, más profundo, más delicado... volvía a tener la sensibilidad de un vampiro en mi piel. Cada sonido se escuchaba más claramente, mucho más definido. A lo lejos escuché algunos pájaros volando  y sonreí inconscientemente. 

Desde que me había despertado aquel día del accidente hasta el accidente, no dejaba de preguntarme el por qué de todas las cosas que había hecho, dicho y decidido aquel día. Me había preguntado muchos "¿Y si hubiera...?" o "¿Y si no hubiera...?", pero allí, acostado en el pasto, sintiendo la brisa en mi rostro, escuchando los sentidos vampiros y sabiendo que estaba en mi vida vampiro nuevamente, me encontraba feliz.

Cuando abrí los ojos minutos después, me di cuenta de que estaba llorando. Que las lágrimas salían solas, a cataratas, de mis ojos. Era una descarga de todo lo que había sentido y que no pude dejar salir. Toda la frustración, la alegría, la incertidumbre, el dolor, el repudio hacía mi misma, la soledad, el aburrimiento, el dolor...era todo. 

Y seguía llorando, sin tener idea de si algún día pararía. 

Me senté y me abracé a mi misma. Moverme por mi propia voluntad se me hacía extraño, cuando estuve quien sabe cuanto tiempo viviendo mi pasado, en el cual no podía hacer que mi cuerpo hiciera lo que yo quería que hiciera. 

No se cuanto tiempo pasó, pero cuando miré hacia el horizonte, ahí donde el cielo se junta con la tierra, el cielo había tomado un color bastante más oscuro al que había visto cuando me había acostado. No se cuanto tiempo pasó, pero para mi no era suficiente, necesitaba más tiempo a solas, para pensar, para descargarme. 

Entendía que aislarme no era la mejor idea, pero en ese momento era lo único que quería: estar lejos de todo y todos. 

Me volví a acostar boca arriba, mirando el cielo, ahora de un azul bastante oscuro, y allí estuve quien sabe cuanto tiempo.

---------------------------------

Bueno, me copé escribiendo este capitulo. Además estoy de vacaciones por esta semana y bueno, tengo un poco de tiempo libre. 

Espero que les haya gustado. Muchas gracias por los votos. Son muy importantes para mi, porque me empujan a seguir escribiendo. 

Como siempre digo, pueden escribirme si quieren por inbox o si quieren preguntarme algo, también pueden hacerlo en los comentarios. Si quieren que les dedique un capitulo, pídanlo, no tengan miedo ni sean tímidas.

Gracias por leer,

Cam.