2. Un largo viaje

7.3K 355 26
                                    

Eran las once y media cuando mi despertador sonó. Ni siquiera recordaba haberlo puesto.
Me levanté de la cama y me dirigí al baño. Salí un poco más arreglada y volví a mi cuarto para ponerme la ropa que había escogido la noche anterior para el largo viaje. Consistía en unos pantalones de chandal azules, una remera blanca de tirantes y mis converse del mismo color.

Bajé a almorzar, mi hermano no dejó de mirarme con odio ni por un segundo. Yo solo sonreía por dentro.
Fuera de la casa, estaban cargando el equipaje en el motorhome que mi padre había comprado hace unos años, el adoraba esa cosa más que a nada. No exagero.
Terminamos de comer, lavamos las cosas y dejamos todo limpio antes de salir a ayudarlos.
Simón estaba subiendo mi valija cuando Nina llegó, su cara de enamorado me dio náuseas.

—Buen día. —saludó con su gran sonrisa.

Mis padres querían mucho a Nina ya que, al igual que a Cameron, la conocen hace años. Ya es parte de mi familia, lo era mucho antes de ponerse de novia con Simón.

—Eres cruel. —habló mi hermano cuando pasó a mi lado, refiriéndose a la pequeña mentira que había inventado. Le sonreí.

Mi mejor amiga y yo subimos en la gigantesca casa y nos sentamos en el sofá negro, tenía una pequeña mesa al frente. Conversamos un rato, le conté cómo era el lugar. Aunque ella ya tenía una idea, había visto fotos y me había escuchado hablar cientos de veces.

—¡Cam, hermano! —dice la voz de Simón desde el exterior.

—No me habías dicho que venía. —Nina frunció el ceño.

—Esperaba que sea una broma.

Escucho unos pasos subiendo los escalones y Simón aparece, con Cameron detrás.

—Hola, Nina.

—Hola, Cam. ¿Cómo estás?

—Muy bien, ¿y tú?

—Bien, gracias.

¿En serio? No tenía que ser tan agradable.

—Freeman. —saludó.

—Mouser —respondí.

Cameron Mouser era un chico atractivo, de eso no había duda. Su cabello castaño peinado hacia arriba era la envidia de cualquiera, sus ojos color miel hipnotizaban a la chica que quisiese, y su sonrisa parecía salida de una publicidad de dentífrico. Pero, su personalidad era todo lo contrario a la palabra "atractiva". Era engreído, irritante, sarcástico y odioso.

Ambos se sentaron frente a nosotras, apoyando sus codos sobre la mesa.

—A este paso llegaremos a media noche —dice Simón, impaciente.

—¿Tan tarde? —pregunta su novia.

—Tenemos unas diez horas de viaje y siempre hacemos alguna parada en estaciones de servicio.

—Esta casa rodante es genial —habla Mouser.

—Si, mi padre la ha comprado hará dos años, la que teníamos antes no era tan grande.

—Quiero tener una de estas y viajar por todo el país —mi hermano asiente— Podrías venir conmigo, Amory —sonríe, molestándome.

—Ni loca.

—Malhumorada.

Nina y Simón se ríen, sé que nuestras peleas los divierten. Y eso me enoja más.
Mis padres suben y anuncian que ya es hora de partir. Agradecida, tomo mi celular y entro a Twitter. Leo algo que ha puesto mi amiga:

Secretos de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora