7. Matt

5.7K 291 23
                                    

Estaba aturdida del alto volumen de la música, así que decidí ir a sentarme a dónde estábamos antes mientras los chicos bailaban.
Matt se percató de ello y se acercó a mi.

—¿Quieres beber algo?

—Gracias Matt, estoy bien. —negué con la cabeza.

—Bueno, ya regreso. —sonreí y se alejó.

Tenía unas ganas de mear increíbles, así que me puse de pie y abriendo paso entre la gente me dirigí al baño.
Para mi suerte, no había tantas mujeres dentro. Solo unas pocas bastante ebrias y desprendiendo un desagradable olor a tabaco.
Entré en uno de los cubículos, que para mi sorpresa no daba asco ni estaba viniéndose abajo como los típicos baños de estos lugares. Aunque claro, este club había abierto hace sólo unos días.
Una vez hechas mis necesidades, salí y abrí el grifo para lavarme las manos.

Una de las puertas se abre y sale una chica bastante desarreglada acomodándose el cabello. Levanto las cejas y continuo secando mis manos.
La misma puerta vuelve a abrirse y de ella sale el. Cameron Mouser.
Me guiña un ojo antes de subir el cierre de su bragueta y yo me quedo congelada en mi lugar mientras el agua corre, pareciendo una estúpida.

Regreso hacia dónde están los chicos.

—Nina —la llamo y ella acerca su oído a mi con una sonrisa— Quiero irme.

—¿Qué? ¿Por qué? Es temprano aún.

—Lo sé, sólo... No quiero estar aquí.

—¿No quieres estar aquí o no quieres estar con él? —señala a Cameron con la vista.

Odio que me conozca tanto.

—...Ambas.

—Le diré a Simón. 

—No, pediré un taxi, no tienen que irse ustedes también.

—Ni el ni yo queremos eso.

—Tengo una idea.

—¿Esa idea anda en motocicleta?

Sonrío y asiento.

Camino hacia la mesa donde Matt se encuentra hablando con una castaña entretenidamente y no estoy segura de querer interrumpirlo.

—¡Hey, Amy, cambia esa cara! —me grita en cuanto me ve y sonrío.

—Quiero irme a casa.

—¿Necesitas que te lleve?

Lo pienso, en realidad no quiero que nadie se vaya por mi, pero de verdad tengo ganas de salir de este lugar.

—Puedo dejarte en casa y volver, no me molesta. —dice al ver que no me convence.

—¿De verdad?

—Vamos, rubia. —se pone de pie y se despide de la chica a su lado.

—Gracias, Matt. 

Le hago señas a mi amiga de que me voy y ella me responde elevando su dedo pulgar. Matt va hacia el guardarropas a buscar su abrigo.

—¿A dónde vas?

—¿Que te importa, Mouser?

Me toma del brazo. ¿Y a este que le pico?

—¿Te iras con el?

—¿Acaso estás haciéndome una escena de celos?

—¿Qué? ¿Has bebido?

—¿Entonces por qué tanto interés en quien se va conmigo?

—Solo preguntaba, eres la hermana de mi amigo, ¿Simón sabe que te vas con el?

—Cameron, no me jodas, mi hermano no va a decirme con quien puedo irme.

Matt regresa.

—¿Nos vamos?

—Si, Matt.

Me suelto del agarre del idiota y lo sigo hacia afuera.
Me subo detrás de él y abrazo su cintura por segunda vez. El trayecto es silencioso y mas lento de lo que esperaba, pero finalmente llego a casa. Le devuelvo el casco y el se quita el suyo.

—Gracias por traerme.

—No hay de qué, además, podemos estar un momento sin los demás rodeándonos.

Entrecierro los ojos analizando sus intenciones y el sonríe.

—¿Para qué tanta privacidad? Espero no seas un asesino.

—No, lo juro.

Extiende su brazo y le concedo mi mano. El la toma y me acerca a su cuerpo.
Me da un beso en la mejilla. Siento que me arden y sonrío como una tonta. Acaricia mi mano con su pulgar, y al ver que no me muevo de mi lugar, ni lo alejo, se acerca a mis labios. Me besa.
Cierro los ojos y hago que el beso dure.

—Llevo un buen rato queriendo hacer eso. —susurra contra mis labios.

—Nos vemos, Matt. —me río y entro en la casa rápidamente.

Lo veo sonreír desde la ventana antes de ponerse su casco y arrancar. Me muerdo el labio. Es lindo. Y tengo ganas de saltar como una niña de doce años.
Pero hay algo que no me deja pensar con claridad, y es el hecho de porqué me sentí tan mal cuando vi a Cameron salir del baño con una chica. No puedo dejar que esto me pase.
No puedo sentir nada por el.

No otra vez.

Secretos de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora