Nuevo Trabajo... Mismo Jefe

Epílogo

Estuve leyendo sus comentarios y pedían un epílogo, así que aquí les dejo un poquito más para que no se me vayan a enojar (:

-Mami, ¿Podrías contarnos la historia de cómo se conocieron papá y tu?

Camille y Mason están en sus camitas mientras los cobijo para ir a dormir.

-Creo que ya te he contado esa historia -sonrío a la pequeña Camille que insiste en sacarme información.

-Por favor, mamá -ruega el pequeño Mason-. Yo no he escuchado esa historia aún.

-Está bien -tomo asiento en el borde de su cama-. Esta historia comenzó hace mucho tiempo. Yo estaba en casa de los abuelos y tenía que venir a la ciudad...

-¿A casa de papi? -interrumpe Mason.

-No, tonto. A buscar trabajo.

-Camille, no le digas así a tu hermano -niego con paciencia-. Eso es grosero.

-Lo siento.

-Pero tu hermana tiene razón -me dirijo a Mason-, yo venía a buscar trabajo.

-¿Y qué pasó después? -insiste.

-Cuando venía de camino, una de las llantas de mi auto se desinfló y tuve que detenerme. Venía con el tiempo justo y no sabía qué hacer, iba a llegar tarde.

La cara de ambos niños es de asombro.

-Entonces tu papá se detuvo a ayudarme como todo un caballero lo haría.

-¿Y tu no ibas tarde papi? -pregunta Camille hacia mi dirección.

-Si, en realidad si -me vuelvo y Daniel está apoyado en el marco de la puerta.

-¿Y por qué te detuviste? -insiste Mason.

-No lo sé -se encoje de hombros mientras camina hacia nosotros y toma asiento frente a mi en la cama de Camille-. Me pareció hermosa y no podía perder la oportunidad, tenía que intentar algo.

-¿Y Wilson no venía contigo? -ella parece extrañada mientras pregunta.

-Si, pero le dije que yo me iba a encargar, que no se bajara del auto.

-¿Por qué? -pregunta el pequeño.

-¿Estás loco? ¿Crees que yo iba a dejar que Wilson se robara a mi chica? -pregunta casi histérico provocando que los niños y yo rieramos.

-Después de eso, salimos por un tiempo hasta que papá me pidió matrimonio -les sonrío.

-¿Y cómo fue?

-Fue... fantástico -asiento recordando ese momento-. Fue la mejor semana de mi vida.

-¿Semana? ¿Duraste una semana para pedirle matrimonio a mami? -Mason no lo puede creer.

-Había que estar seguros de que diría que si -se defiende Daniel haciéndose el ofendido-. Estaba muy nervioso y en la primera cena no me animé, para la segunda entré en shock, para la tercera mami se enfermó y quería cuidarla, para el cuarto día se me ocurrió una gran idea y ya el quinto día mi plan se puso en marcha.

-¿Y cómo fue? -vuelve a preguntar Mason con una sonrisa.

-Bueno, en realidad fue uno de los momentos más estresantes de mi vida -me observa con una sonrisa-. Al principio creí que diría que no, pensé que había arruinado todo y que ella iba a querer irse o algo, pero cuando dijo que si, juro que fue el segundo momento más feliz de mi vida.

-¿Y cuál fue el primero? -Camille pregunta curiosa.

-Sin duda el primero fue cuando ustedes nacieron -asiente.